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28 de junio de 2009

Aves comunes en Irlanda

P1130608 Hemos pasado unos días maravillosos en Irlanda. En próximas entradas podré dejar recuerdo de nuestras visitas a Dublín, Killarney y un buen número de lugares más. Nos ha fallado la visita a las Skellig Islands, un santuario de aves marinas que incluye un espectacular yacimiento cristiano temprano.

Aún así, y sin poder ver frailecillos, sí hemos tenido la oportunidad de ver otras especies de aves de las que aparecen de forma habitual por tierras irlandesas pero que aquí en España no lo hacen tanto. El enorme Gavión (Larus marinus) también visita las costas del Cantábrico hispano, pero a mi se me antoja más difícil de ver que otras especies de aves marinas.

Se trata de la gaviota más corpulenta y grande de las que vuelan por nuestro país y por tierras de Irlanda. su envergadura puede llegar hasta los 1,7 metros y, tal y como recoge wikipedia, suele cazar sola (a diferencia de otras especies más coloniales) llegando a engullir de una vez pollos de otras aves. En nuestro caso, el enorme Gavión pescaba a solas en el puerto de la bonita ciudad de Dingle. El Gavión (llamado Gran gaviota de espalda negra en inglés o Droimneach mor en gaélico) anida en las costas rocosas y pone tres huevos en cada nidada.

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Lamentablemente no pudimos hacer las visitas a las grandes colonias de aves marinas de la zona, con lo que nos perdimos los frailecillos, las alcas o los araos. Sin embargo, el mismísmo río Leffey, el que cruza la ciudad de Dublín y la divide en dos, nos dejó el regalo de poder observar a una pareja de Araos aliblancos (Cepphus grylle) pescando en sus aguas.

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Con sus patitas rojas como única fuente de movimiento, estos araos aliblancos (llamados araos negros en inglés y Foracha dhubh en gaélico) tienen el cuerpo negro con un parche blanco en las alas, pico negro fino y pies y patas rojas. Tal y como recoge Wikipedia, "Sus hábitats reproductivos son las costas rocosas, acantilados e islas de las costas del Atlántico norte del este de América del Norte llegando tan al sur como Maine, y en Europa occidental tan al sur como Irlanda. También algunas parejas crían en Alaska, donde el área de distribución de la especie se superpone a la del arao colombino. Suelen poner sus huevos en sitios rocosos cercanos al agua." y en Irlanda es donde les vimos, nadando en el Liffey.

P1140178 Estas aves a menudo pasan el invierno en sus áreas de reproducción, trasladándose a aguas abiertas si es necesario, pero usualmente no migran muy lejos al sur. Nidifica en pequeñas colonias, manteniendo la pollada entre mayo y julio.

Menos gregario que el resto de araos y alcas, se zambullen desde la superficie para buscar alimento, nadando bajo el agua. Comen principalmente peces y crustáceos, también algunos moluscos, insectos y materias vegetales. La voz en la estación reproductiva es un chiflido alto. La boca roja también es prominente entonces.

Alejándonos del mar, me han llamado la atención al menos tres especies de aves irlandesas, difíciles de ver aquí. En primer lugar, un avecilla muy común en España, existiendo en Irlanda una subespecie mucho más oscura, al menos en la parte de la cabeza y el dorso. Se trata de la Lavandera blanca (Motacilla alba), y en particular la subespecie irlandesa Motacilla alba yarrellii.

P1130299En verano, los machos toman esta tonalidad oscura que les da la denominación de Lavandera Blanca Enlutada que se le da en España, lugar donde invernan algunas de estas aves.

Estas lavanderas tienen las mismas costumbres que sus homólogas más blancas, aparecen frecuentemente en zonas rurales, jardines, cultivos, etc. La verdad es que asombra verlas tan oscuras cuando uno está habituado a la palidez de su plumaje.

P1130646 Muy cerca de donde paseaba esta lavandera, una preciosa pareja de cisnes vulgares (Cygnus olor) llevaba a su parentela a comer, rebuscando con sus picos las plantas sumergidas que les sirven de alimento.

Los espectaculares cisnes están en estado semidoméstico en un gran número de estanques y lagos, incluyendo algunas de nuestro país. Sin embargo, en el norte de Europa (o en la misma Irlanda) se encuentran de forma natural y, en zonas como el Parque Nacional de Killarney, se les puede ver y divisar formando colonias con crías (en la foto de abajo, un grupo de cisnes alimentándose en los lagos del Parque).

P1130347Una curiosidad sacada de la wikipedia, en su nombre científico, Cygnus olor, tanto cygnus como olor significan "cisne" en griego clásico y en latín, respectivamente.

Pero sin duda, una de las características más conocidas de esta especie es su fidelidad: "La pareja es fiel durante su vida. Si un individuo muere, el sobreviviente hace nueva pareja. Nidifican una vez por año. En cautiverio suelen anidar en dos ocasiones. La temporada de cría es la primavera boreal; desde marzo y abril. La pareja selecciona un lugar a la orilla de algún lago o río, defendiendo con ferocidad el territorio contra todo visitante, incluyendo los pichones propios de años anteriores. Persiguen y picotean al intruso, matándole incluso, pisándolo y ahogándolo en el agua, por su peso. Es común que pese a migrar utilice el mismo sitio para anidar por varios años."

P1130876Tuvimos la oportunidad de ver otras especies de aves en el Parque Nacional y en el resto de lugares de Irlanda que hemos visitado. Pero desde luego, allá donde íbamos nos acompañaban los roncos y parloteantes graznidos de las Grajas (Corvus frugileus), no tan fácil de ver en la península ibérica. Ese mismo sonido es el que les da su nombre en ingles (Rook) o en gaélico (Rúcach).

La carencia de plumaje en la parte inicial del pico la hace muy llamativa, lo mismo que su plumaje más iridicescente y azulado que el de otras especies de la familia también presentes, como grajillas, cornejas o cornejas cenicientas. Su pico, largo y esbelto, vientre y muslos con plumas colgantes, las hacen a su vez diferir del resto de córvidos.

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Bosques frondosos, superficies abiertas, monte bajo... cualquier zona es buena para que las grajas posen sus patas en busca de larvas, orugas, ratoncillos, etc, el no va más del omnivorismo en versión córvida.

En invierno, cuando los fríos, forma bandadas y busca la comida que le falta en campos labrados y praderas, lo que supongo que no les da muy buena fama. Nidifica en colonias, haciendo su nido de paja, barro y ramitas én gran número sobre las copas de los árboles.

También hemos tenido la oportunidad de ver garzas, patos, pinzones o zorzales, pero dichas especies son tan comunes en España que prefiero mencionarlas en la entrada específica dedicada a Killarney que me propongo hacer en breve plazo.

21 de junio de 2009

11 cosas que hacer en Tenerife

 P11206751. Pasear por Santa Cruz de Tenerife

Santa Cruz de Tenerife tiene un encanto único. El ambiente de su Plaza de España y alrededores es animado, las calles adyacentes, populosas aún a mitad de la semana. La gran cruz de la Plaza y el lago que la adorna imponen y representan la imagen más viva de la ciudad. Las compras, en la Calle Castillo. Tomar algo se convierte en una delicia en muchos locales.

La estampa de la Iglesia de la Concepción no te abandona por muy agnóstico que te consideres. El contraste de la blancura de las paredes con el gris lavado de las vigas de piedra, iluminado por el sol que (casi) siempre revitaliza las calles de la ciudad y de las islas sólo puede explicarse con imágenes. Las palabras, sobran.

2. Ver momias guanches en el Museo de la Naturaleza y el Hombre

P1120657Es cierto que el Museo Canario de Las Palmas recoge un número infinitamente mayor de momias guanches en comparación con el reducido número de las que alberga el Museo de la Naturaleza y el Hombre. Pero éste último es más museo que el otro; el de las Palmas es el museo tradicional, bello, recargado, apasionante. El Museo tinerfeño está pensado para nuevas generaciones, para facilitar la consulta posterior, para ganar en limpieza y amplitud pero sin perder en rigor y claridad.

Es un museo nuevo y agradable, rico y sorprendente. Entre lo que más me gusta ver una y otra vez, la habitación de los botánicos y la de los entomólogos, las momias guanches y la del Lagarto Gigante de Hierro, los restos de guanches y la explicación de su presencia. La compaginación de naturaleza y arqueología en un único, lujoso y sorprendente paquete cultural.

3. Subir a lo alto del Teide

DSCN1011 Poco que añadir a lo dicho en entradas anteriores. Antes de ir te planteas si te gustará. Al volver te preguntas cómo pudiste dudar. El paisaje agrio, árido, seco, retorcido. Las llanuras pedregosas de malpaíses, de piedras cortadas, de lava apagada y paralizada, lista para volver a la colada. El Teide, imponente, grandioso, protagonista de las miradas.

Le rodean Las Cañadas. Ese paisaje lleno completamente de vacío. Rico en formas y en paisajes. Subir al Teide es proeza humana, el teleférico ayuda, los permisos facilitan y controlan, tus fuerzas te dejan llegar hasta donde se acaban. Mientras el Teide sigue sin fijarse en que una minúscula mota de polvo, Tú, estás ascendiendo hacia él entre los gases azufrados que emiten sus fumarolas.

4. Escuchar un concierto de Isas y Folías de un grupo folclórico local

P1120714Esto sí que es suerte, claro. Es el mes de mayo, es el mes de Canarias y en todas las islas hay actos públicos, festejos, conciertos. El grupo folclórico Los Majuelos (www.gflosmajuelos.com) cumple años y lo celebra a lo grande, en un espectáculo en la calle, con todos sus integrantes (todos son muchos) ataviados con trajes y vestidos de antaño, con voces poderosas y bailes coloridos.

Defienden la canción tradicional y el modo de vestir de sus antepasados. Lo llevan con orgullo y lo muestran ufanos al personal, que aplaude y se emociona ante las canciones y los bailes, las folías de Tenerife, las isas de Las Palmas….

P1120715 Ellas bailan, giran, sus faldas vuelan, sus pasos son certeros. Anudan las manos a la espalda los varones mientras mueven acompasadamente los pies, ora arriba, ora debajo de cara a sus parejas, que sonríen mientras los instrumentos musicales dan un recital de gracias o de apenadas notas que hablan de un pasado colorido, grupal y rítmico.

5. Sol y Playa (negra)

P1120771 Al fin y al cabo, las Canarias son uno de los destinos favoritos de los turistas. Pero quizá lo sean por el calor, el sol, el ambiente. Porque de playas, al menos Tenerife, poco pueden mostrar. En Lanzarote o Fuerteventura esto no es problema, pero Tenerife guarda pocas playas para sus visitantes, casi todas en el sur, en las zonas de Los Cristianos y Los Gigantes.

Sus playas son de arena negra volcánica y bien sea por el sol o bien porque recuerdan su piroclástico pasado, el caso es que arden al tacto, brillan por sus componentes, hacen especial estos espejismos de turismo tradicional de sol y playa. Las palmeras canarias contrastan con el azul del océano y con el gris marengo de la arena.

El agua es muy fría y sorprende enseguida lo abrupto de su reducida plataforma continental. Enseguida cubre, enseguida se ve fauna, flora. Enseguida se pone la bandera roja que hace imposible nadar: el Océano Atlántico no es el plácido Mediterráneo. Las rugientes olas y las corrientes dirigen a los visitantes hacia el chiringuito, que aquí también haylos.

6. Comer papas arrugás con mojo verde o rojo

P1120403 ¿Cómo es posible que les quede tan bien? ¿Cómo pueden coger unas patatas tan pequeñitas (las llamadas gorrineras en la península, las que antaño se dejaban para la pocilga), hacerlas al agua con sal, cocerlas en su punto, rápido para que la piel se arruge pero no se desprenda? ¿Cómo hacerlas tan buenas, tan tiernas sin deshacerse en la boca?

Conjúntese con el mojo verde o rojo y el plato se convierte en tradición a seguir. El mojo, acompañante habitual, con un picante justo (reducido para no asustar, nos dicen en el Parador de Las Cañadas del Teide), perfecto para mojar.

P1120404 El maitre del Parador nos hace chistes. Nos asusta preguntando por si hemos traído coche al solicitar información por el baño. Se incluye a sí mismo como proveedor en el listado de ingredientes del almogrote gomero, otro plato digno de probar. La gastronomía es lo que tiene, allá donde fueres, come lo que vieres.

7. Pasear por La Orotava y por Icod de los Vinos (y ver el Drago milenario)

P1120785 El Sur es un trasunto de la costa del sol peninsular, el norte de la Isla, todo el mundo lo dice, es la parte bonita, la del encanto, la de los pueblitos de casas coloridas y ambientes históricos. La Orotava es municipio maestro en estas lides. Sus callejuelas son encantadoras, sí, pero más lo son los Jardines con los que cuenta la Ciudad.

Y con las típicas casas vienen aquellas que se han transformado para ser receptoras de turistas y que se venden sin impudicia pero con gracia: La Casa de los Balcones, la Casa del Turista. Auténticas casas decimonónicas, con sus pisos con balaustradas de madera, con sus patios verdes y tranquilos. En ellas hay maniquíes y decorados que nos trasladan al XIX con gusto y gracejo. Y nos llaman la atención sobre costumbres perdidas: ahí está la piedra volcánica que hace de filtro natural al agua.

P1120481Y en Icod de los Vinos, otro municipio con pueblito como barrio central nos espera un parque precioso, engalanado por las fiestas, pero engalanado a diario por la presencia del árbol milenario más conocido de nuestro país: el Drago.

El Drago milenario, que te observa desde su propio territorio en Icod. No es el único. Hay otro mucho más arriba en las cuestas del pueblo, cuestas y pendientes tan vertiginosas que llega a ser difícil conducirlas. Más difícil debe ser bajarlas con cestos de frutas varias y con imágenes y ofrendas en los días de fiesta, cuando todo Icod se reúne en la playa y se deja llevar por la celebración, entre las hogueras.

8. Impresionarse con los Acantilados de los Gigantes

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Grandes farallones de piedra que dan nombre a algunas de las playas más famosas de la Isla. Playas volcánicas, se entiende, en un paisaje conmovedor.

Pero llegar hasta ellos no parece fácil, las carreteras dan vueltas sobre sí mismas, el pueblo termina en el puerto, no hay marcha atrás. Menos mal que la vista que regala lo merece, como también lo hacen sus playitas, sus gentes, sus restaurantes.

9. Sopesar las teorías del Dr. Thor Heyerdahl

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Ésta es la entrada del Parque Etnográfico de Las Pirámides de Güimar. Aquí te cuentan cómo podría ser viable que pueblos de la antigüedad pudieran comunicarse entre sí a través del mar con embarcaciones frágiles pero resistentes.

Prueba de ello sería la presencia de pirámides escalonadas en diferentes puntos del mundo. Un conjunto de esas pirámides, oh, casualidad, está en Tenerife, en Güimar. Lástima que no se hayan podido datar como muy antiguas y que existan pruebas de que pudieran estar construidas en el siglo XIX.

Aún así, el defensor de estas teorías, el ya fallecido noruego Thor Heyerdahl, montó un parque etnográfico de lo más interesante, limpio, pulcro, adecentado pero arqueológicamente dudoso. No obstante, aún hay mucho que investigar en estas pirámides tan llamativas.

P112044510. Coger la flor de un tajinaste, sorprender a un lagarto tizón

Desde luego, es una de las plantas más llamativas de la Isla de Tenerife. Dicen que su aspecto marca el paisaje en cualquier época del año, bien porque está florido o bien porque su esqueleto se confunde con el árido paisaje que le circunda.

Las flores rojas del tajinaste son las que ponen el punto de color a Las Cañadas del Teide, pero también a los múltiples jardines de las islas que se han apropiado, adecuadamente, de este endemismo para que comparta espacio con las palmeras y las aves del paraíso.

Espacio que también comparten los lagartos tizones, abundantísimos por todo Tenerife, algunos de tamaño superlativo, y cuyos colores azulados resaltan sobre todo en época de celo.

11. Visitar el gran Jardín Botánico del Puerto de la Cruz

P1120737En su momento, Carlos III decidió que se abriesen centros de aclimatación en las Islas Canarias para que todas aquellas especies vegetales de las Indias que pudieran ser aprovechadas para convertirse en alimento o generar riqueza para sus gentes, tuvieran un lugar para adaptarse.

Y de ahí surgieron algunos jardines botánicos repartidos por la Isla, pero el más impresionante de todos ellos es el Jardín Botánico del Puerto de la Cruz, un lugar espectacular, bellísimo, con tantas especies llamativas por ver y disfrutar que se convierte en complemento perfecto de la también bellísima aridez que ejerce labor de escenario principal en la Isla de Tenerife.

12 de junio de 2009

Las pirámides de Güimar

P1120613Sólo al final de la exposición que el pequeño Museo de Casa Chacona acoge sobre las Pirámides de Güimar, en una pequeña habitación antes de la salida, casi escondida, se presentan paneles que ponen en duda todo el contenido teórico que se impone en el Parque Etnográfico de Las Pirámides de Güimar. Como es natural, no van a tirar piedras sobre su propio tejado. Pero quizá fuera bienvenida una visión un poco menos parcial en todo lo que rodea al complejo de los también llamados Majanos de Chacona.

El Parque Etnográfico Pirámides de Güímar es un complejo de estructuras piramidales, con cinco impresionantes pirámides de piedra de gran tamaño pero no demasiada altura que se pueden admirar rodeándolas en un cómodo paseo.

P1120563 Es cierto que el lugar está cuidado, que han aprovechado los terrenos de las estructura s para complementarlo con una especie de jardín botánico de especies canarias. Que las teorías de Thor Heyerdahl calan, más aún cuando puedes ver las reproducciones de los embarcaciones que utilizó para tratar de apoyar sus teorías, criticadas por la mayor parte de arqueólogos, sobre la comunicación de las poblaciones humanas en épocas pretéritas.

De hecho, el Parque Etnográfico hace esquina con la Calle Thor Heyerdahl de Güimar, tal es la importancia que este municipio tinerfeño concede al arqueólogo y aventurero noruego. La web del Parque (www.piramidesdeguimar.net) hace una breve semblanza de la biografía de Heyerdahl:

Explorador, antropólogo y escritor noruego. Nacido en Larvik, Noruega, el 6 de Octubre de 1914. Desde 1994 estableció su residencia en Güímar, en la isla de Tenerife, Islas Canarias.
Falleció en Colla Micheri (Italia) el 18 de Abril de 2002. Seguirá viviendo en las personas sobre las que influyó. Tenemos el honor de encontrarnos entre ellas.

P1120594Breve, pero intensa. Heyerdahl protagonizó en su momento auténticas aventuras y expediciones en las que trató de demostrar que las poblaciones americanas, africanas o asiáticas de épocas muy antiguas tuvieron la opción de comunicarse por vía marítima. Demostración palpable de todo ello: la distribución de pirámides de similar factura (escalonadas) a lo largo del globo, desde la Pirámide de Djoser en Saqqara hasta… claro, hasta las pirámides canarias, de las que existen restos evidentes en casi todas las islas.

Lamentablemente los restos y dataciones de estas estructuras en las Islas no acompañan a la teoría del Dr. Heyerdahl. La mayor parte de los expertos asumen que las pirámides de Güimar y el resto de Majanos canarios tienen un origen claro: el siglo XIX. En wikipedia se explica perfectamente.

P1120550 “Las pirámides o majanos de Güímar se encuadran históricamente en el siglo XIX, época de la explotación económica en Canarias de la cochinilla, un insecto parásito de la tunera o higo chumbo del que se extrae un tinte muy apreciado en aquella época en que aún no se habían introducido los tintes sintéticos. La explotación de la cochinilla resultaba muy rentable. Tanto que se prepararon para su explotación numerosas fincas que, hasta el momento, habían permanecido estériles debido a la mala calidad del terreno, normalmente formado por piedras volcánicas. Las piedras extraídas en la limpieza de estas fincas se almacenaban formando estructuras piramidales como las de Güímar. Existen aún hoy numerosos ejemplos de estas construcciones agrícolas y hasta hace pocos años la memoria oral de los ancianos del valle de Güímar recordaba estos trabajos de limpieza y amontonamiento de piedras. En el caso de las de Güímar, existen tanto un acta notarial de compra de la finca, fechada en 1854, en que la presencia de las pirámides no se menciona, como un documento de partición, fechado en 1881, en el que estas estructuras son mencionadas por primera vez. La fecha de construcción queda, por tanto, acotada en este intervalo de 1854 a 1881.”

Ésta es la teoría más extendida y que recogen unos pocos paneles en aquel pequeño habitáculo al final de la Exposición de Casa Chacona. Sin embargo, la teoría de Thor Heyerdahl es muy atractiva, aunque muy posiblemente inverosímil.

P1120567 El Parque está tan cuidado y el aspecto es tan bueno que no puedes por menos que darle una oportunidad a sus postulados, que lo son también de numerosos expertos en las Islas, pero nunca tantos como los que no están de acuerdo, por supuesto. Lo que sí hay que reconocerle a este hombre es su espíritu aventurero.

Probar a cruzar los mares océanos con sencillas embarcaciones de junco o de papiro es verdaderamente elogiable. El Dr. Heyerdahl proponía una comunicación, al menos puntual, entre pobladores de la Tierra miles de años antes de nuestra era. Se trasladarían por mar, utilizando barcas de aspecto frágil pero de estabilidad portentosa. Hizo varias pruebas. Fabricó numerosos barcos. En la llamada “Sala de Navegación Primitiva” se exponen algunas réplicas de tamaño medio pero también un impresionante “Ra II”.

P1120569 Su web lo explica así: En el espacio dedicado a la navegación primitiva se encuentran reproducciones de los barcos que fueron utilizados por Thor Heyerdahl para cruzar el Océano Pacifico (expedición Kon Tiki), el Océano Atlántico (expediciones Ra I y Ra II), y el Océano Índico (expedición Tigris). Estas réplicas fueron construidas en 2007 con totora (junco del Lago Titicaca) por nativos Aymara de Bolivia. En esta zona también se puede contemplar una réplica a tamaño real de la embarcación Ra II, construida en el año 1999 en las instalaciones del Parque por los mismos nativos Aymara que ayudaron a Heyerdahl a construir la Ra I y la Ra II originalmente.

Con estos barcos, Thor Hyerdahl logró proezas impresionantes. En cada ocasión, Heyerdahl puso todo de sí mismo, acabara la cosa en éxito o en fracaso. El barco de papiro acabó desintegrado pocos días antes de llegar a destino.

P1120573El Ra II, realizado con juncos (totoras) del Titicaca, fue su mayor logro. Precisamente durante su estancia en Canarias, Heyerdahl propuso la teoría de que las islas habrían servido de base para un supuesto movimiento de barcos entre América y el Mediterráneo. La ruta más rápida de hecho pasa por las islas Canarias, que también fue usada por Cristóbal Colón. En 1970, Heyerdahl demostró que era posible navegar entre África del Norte y el Caribe con métodos antiguos; navegó de Marruecos a Barbados en el barco de papiro Ra II, cuya réplica a gran escala se ubica en la Sala de la Navegación Primitiva.

Si Heyerdahl lo hizo… ¿por qué no lo pudieron hacer navegantes de la antigüedad? ¿Por qué no pudieron comunicarse entre sí poblaciones que vivían a miles de kilómetros entre sí? ¿Por qué no pudieron intercambiar técnicas, ideas, herramientas? Al fin y al cabo, este proceso de intercambio y comunicación ha existido siempre. Las pirámides escalonadas, pues, son la evidencia de esta teoría, dice el Dr. noruego. ¿Es posible que surgieran en tantos y tan diferentes lugares del mundo este tipo de estructura escalonada?

P1120574 La web lo defiende: El Parque Etnográfico Pirámides de Güímar ofrece al visitante la posibilidad de contemplar estas construcciones escalonadas que guardan una sorprendente similitud arquitectónica con las encontradas en Egipto, Mesopotamia, Cerdeña, Sicilia, Sudamérica y otras partes del mundo.

¿Quizá se le olvidaba a Heyerdahl que estos procesos de convergencia, adaptativa o no, se dan en muchas otras cosas (aparición de la agricultura, aparición de la escritura…)? ¿Qué todo puede ser una enorme casualidad o una muestra de que el pensamiento humano es rico pero tiende a encontrar soluciones similares para problemas diferentes? ¿Qué la navaja de Occam también es aplicable a esta teoría?

Lo que hay que reconocer es el encanto que rodea al Parque. Las pirámides que se muestran, sean del XIX o de miles de años antes de nuestra Era, están envidiablemente mostradas, acompañadas de paneles informativos cortos pero ajustados, de un jardín botánico precioso e incluso de un yacimiento arqueológico en el que se han hallado restos guanches.

P1120617 Al fin y al cabo, hasta la conquista española a finales del siglo XV, Güímar fue la residencia de uno de los diez menceyes (reyes guanches) de Tenerife. Una de las más grandes pirámides del complejo se ha bautizado como la Pirámide del Mencey.

En lo que no se le puede quitar fácilmente la razón a Thor Heyerdahl es en dos cuestiones.

En primer lugar, según la teoría de Heyerdahl, estas pirámides no pueden ser montones casuales de piedras. Un par de datos: las piedras en las esquinas de las pirámides muestran claras marcas de tratamiento y el suelo ha sido nivelado antes de la construcción de las pirámides. Además, el material utilizado para su construcción no son piedras de campos cercanos, sino rocas de lava.

Esto no puede ser fruto de la casualidad, sino de la causalidad. Alguien las construyó con un fin determinado y se molestó en utilizar los materiales apropiados y adaptarlos al terreno, alisando y haciendo ángulo en las esquinas. Y esto no es baladí.

P1120588 Y en segundo lugar está la ubicación de las pirámides respecto de los solsticios. (En la foto, vista de las probables escaleras ceremoniales que ascienden por la cara oeste de las pirámides, permitiendo a la persona que las ascienda mirar de frente al Sol). En wikipedia se vuelve a explicar muy bien: “En 1991, Belmonte, Esteban y Aparicio, investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias, descubrieron que el complejo principal de las Pirámides de Güímar está orientado astronómicamente. Este complejo señala, por un lado, la puesta de Sol el día del solsticio de verano y, por otro, la salida del Sol el día del solsticio de invierno. Descubrieron también el fenómeno de la "doble puesta" del sol el día del solsticio estival: el Sol se oculta primero tras un saliente del borde de la caldera de Pedro Gil, reaparece por un instante al superar dicho saliente y se oculta, finalmente, por el fondo de la caldera. Las orientaciones solsticiales hicieron pensar a algunos que las Pirámides eran antiguos templos. No hay, no obstante, ninguna indicación de ello y, en todo caso, de la orientación solsticial, por sí sola, no es posible concluir nada relativo a la fecha de construcción.”

P1120598 Y ahí está el posible quiz de la cuestión. A pesar de sus esfuerzos, Heyerdahl no pudo demostrar la edad real de este precioso complejo de pirámides de lava.

Los papeles las ubican a finales del XIX. Las teorías del noruego, muchos miles de años atrás. Incluso con guanches de por medio, es difícil, sino imposible, poder afirmar a ciencia cierta que las teorías de Thor Heyerdahl son ciertas. Pero sería tan bonito si lo fueran.

5 de junio de 2009

Tajinastes, dragos y lagartos tizones

P1120384 Es algo que sorprende a muchos turistas de la Península: la gran abundancia de Lagartos Tizones (Gallotia galloti)en la Isla de Tenerife. Sin llegar a los enormes y plácidos Garrobos o Iguanas Negras del Pacífico costarricense, los lagartos canarios suelen ser todo menos esquivos. Están a la vista la mayor parte del tiempo y, en líneas generales, la gente no les hace nada. De hecho, ni siquiera su gran tamaño genera aversión o rechazo. Sus colores son apagados salvo por las manchas de azul iridiscente que adornan su lomo.

Las Islas Canarias, tal y como sucede con cualquier otra isla alejada del continente, representan una reserva de fauna y flora únicas, numerosos endemismos aislados tiempo ha y que han evolucionado de forma independiente de sus congéneres de tierra firme. Un hecho conocido en las faunas aisladas isleñas es el gigantismo o el enanismo de sus poblaciones, como respuesta a diferentes interacciones (o a la falta de ellas) con otras especies del territorio.

DSC00036 En Canarias es bien conocida la presencia de lagartos gigantes, a especie por isla. En Tenerife los lagartos gigantes desaparecieron hace mucho, más incluso que los guanches. Es curioso poder ver momias de ambos en el Museo de la Tierra y el Hombre, momias guanches de niños y adultos y una de los pocos lagartos gigantes de Tenerife extinto y momificado. Sin embargo, el nicho que dejaron vacío los lagartos gigantes lo han ocupado dos subespecies de Lagarto Tizón (Gallotia galloti) que se diferencian fundamentalmente en el tamaño, número de escamas y disposición de sus manchas.

El nombre le viene, claro, de lo oscuro de su aspecto, sólo roto por las ya mencionadas manchas azules, tan llamativas. Son animales grandes para lo que uno se espera, llegando a tener hasta 20 centímetros. Corretean por todos lados, desde el mismo Parque Nacional del Teide hasta las masificadas playas de Puerto de la Cruz. Los lagartos tizones se muestran cercanos y pacíficos. No es que se dejen tocar, pero tampoco parecen tener demasiado miedo a quienes en la Península provocaron histórica y genéticamente tal terror a sus parientes lacértidos que huyen despavoridos al menor atisbo de presencia humana.

P1120774 La época de su reproducción tiene lugar en primavera y a finales de verano los lagartillos jóvenes ya están calentándose al árido sol de la Isla. Estos jóvenes son preferentemente insectívoros, dieta que cambia con la edad, pues los adultos son casi prácticamente herbívoros. Podríamos dejarlo en omnívoros, entonces.

Los machos son más grandes que las hembras y en las épocas de celo es cuando más llamativos están, pues sus manchas verdiazuladas se vuelven todavía más intensas, si cabe, lo que les confiere un aspecto encantador y poderoso. Es, la verdad, un placer pasear por la Isla y encontrarse con estos preciosos reptiles que acompañan al habitante humano estando siempre presentes pero pasando desapercibidos.

P1120422 En esta ocasión no pudimos ver otros reptiles, ni Perenques (Tarentola delalandrii) ni Lisas (Chalcides viridanus), ni tampoco aves como los famosos pinzones azules del Teide (Fringilla teydea) o los guirres, pero sí que se dejaron ver los Bisbitas camineros (Anthus bertheoli), un pajarillo abundante y ágil que como su propio nombre indica es difícil de encontrar en las ramas de los árboles. Recorren habitualmente las laderas, los malpaíses, los cultivos, los caminos y los áridos paisajes de la Isla buscando insectos e invertebrados varios. También hace, como era de esperar, sus nidos en el suelo. Es una especie endémica de Canarias, Azores y las Islas Salvajes portuguesas.

Otra especie de pajarillo mucho más conocida es el Canario (Serinus canaria). Otro endemismo canario (también de Madeira y de Azores) que es bien conocido por haberse convertido en compañero en hogares con sus sonoros y cadenciosos cantos. Aparece en cualquier punto de las islas, prefiriendo zonas boscosas, cultivos de frutales y matorrales.

P1120766 Su plumaje verde-amarillento es bien conocido y cuando está situado en los posaderos elevados a los que acostumbra, su color contrasta con el fondo. Es eminentemente granívoro, pero complementa su dieta con frutos. Cuando no es época de cría vive en grupo, desplazándose en bandadas, lo que le confiere todavía más visibilidad.

Visibilidad como la que tienen numerosas especies de flora de las Islas Canarias y en concreto de Tenerife. Siempre se ha dicho que las Islas Canarias acogen un tesoro botánico singular con casi un 30% de especies endémicas. Esta endemicidad se debe al aislamiento antes comentado pero también a la gran diversidad de ambientes que existen en las islas.

P1120435 Las condiciones de la flora en el Parque Nacional del Teide son especialmente llamativas.

En Las Cañadas, la puntual vegetación tiene que adaptarse a vientos fuertes y racheados, a lluvias escasas, pero torrenciales, a una insolación enorme asociada a una gran oscilación térmica (diaria y estacional) y a un muy bajo grado de humedad. Además, la mayor parte del terreno es de origen volcánico, de difícil colonización. Así que, ¿qué hacen las plantitas canarias para soportar todo esto? Adaptarse.

P1120396Adaptarse presentando hojas pequeñas para reducir la evapotranspiración (a veces ni siquiera tienen hojas). Y a esas hojas pequeñas las protegen con pelos o ceras para reducir la insolación que reciben.

Además muchas de ellas adquieren formas extrañas, muchas veces achatadas o redondeadas para luchar contra el viento y la falta de humedad.

Producen numerosísimas flores y semillas, la típica estrategia K para tener muchos posibles descendientes, aunque luego se queden en bien poquitos.

Y si a todo esto le sumamos las durísimas condiciones del piso supracanario en ascenso hace el Teide o en el mismísimo Pico, termina siendo asombrosa la capacidad de estas especies para resistir, por ejemplo las de la Violeta del Teide, uno de los endemismos en mayor peligro de extinción que además ha sufrido la excesiva recolección por parte del ser humano.

De las especies florísticas de Tenerife, me quedo con cuatro especies de matorral de alta montaña y dos de árbol. P1120441Entre las primeras, destacan por sus colores las retamas del Teide (Spartocitysus supranubius), un arbusto de forma almohadillada de hasta 2-3 metros de altura y muy ramificado y que adopta generalmente una forma hemisférica.

Suele estar acompañada de la Hierba pajonera (Descurainia bourgenana), de coloridas flores amarillas que contrastan con las blanquecinas o rosadas de la retama. La hierba pajonera es una hierba pequeña y llamativa, también con forma redondeada. Ambas son endémicas de las Islas.

P1120445 Son sin embargo los Tajinastes (Echium wildpretii) los reyes del paisaje tinerfeño, al menos en las cercanías del Teide. Su aspecto es diferente en función de la época del año, pero siempre es espectacular. Comienza siendo una discreta roseta de hojas plateadas (a causa de sus hojas, grandes, lineares, largas y cubiertas de cerdas asímismo largas y densas).

Una vez que cumple tres añitos desarrolla en primavera de forma patente y sorpresiva una gran vara que puede alcanzar hasta tres metros de altura en pocos días.

Se trata de la inflorescencia de la planta, cubierta totalmente de flores de color rojo muy intenso. Cuando el verano avanza, se va secando y diseminando sus semillas hasta morir, permaneciendo erguido su esqueleto durante mucho tiempo e integrándose en el árido paisaje en el que le ha tocado vivir.

El tajinaste rojo se hizo muy escaso hace 30 años al ser uno de los principales alimentos del ganado. Una vez desaparecido éste, se ha vuelto abundante y muy visible. Su pariente cercano, el Tajinaste azul (Echium mauberianum) es mucho más raro. Ambos son endemismos canarios.

En el Parque Nacional del Teide no falta alguna especie de árbol. El Cedro Canario (Juniperus cedrus) es realmente raro y está en peligro de desaparecer por la falta de cuervos. Si señor, la eliminación del ganado (y con él, restos de reses muertas) ha influido en la reducción de las poblaciones de cuervos y con ellos las de cedros canarios pues su semilla requiere de la digestión previa por parte de los córvidos para deshacer su capa exterior.

P1120240 Mucho más abundante es el Pino Canario (Pinus canariensis), que cubre todos los bosques del llamado Parque Natural de la Corona Forestal.

Estos grandes pinos rectos, cuya altura puede llegar a los 60 metros (aunque lo habitual son 15-25) es muy resistente al fuego, rebrotando siempre (o incluso permaneciendo indemne) ante situaciones complicadas que se dan de vez en cuando en las Islas.

Sin embargo, sus habitantes no lo tienen tan fácil y especies como el Pinzón Azul casi desaparecieron el año pasado en algunas zonas de las islas tras los pavorosos incendios de 2008. Sus piñones cuentan con curiosas alas membranosas que les facilitan la anemocoria, la distribución por el viento.

P1120233 Por cierto, que entre los pinos se dejó ver una de las Jaras del archipiélago, Cistus simphytifolius, endémica y propia del sotobosque de los pinares canarios.

Sus hojas verde pálido y sus flores rosadas y estambres amarillos recuerdan a algunas de las especies de jaras peninsulares.

Pero para símbolo de la flora canaria ya está el Drago (Dracaena draco). Muchos de los pueblitos tinerfeños cuentan con uno, pero sin lugar a dudas es el de Icod de los Vinos el que atrae a más gente a esta bonita villa del norte de Tenerife. Es aquí donde está el llamado Drago Milenario, (aunque actualmente se estima que su edad real oscila entre los 500 y los 600 años) en medio de un bonito parque y rodeado por otros árboles de gran porte.

P1120464 Aún siendo el símbolo natural vegetal más representativo de la Isla de Tenerife, su presencia en el medio natural es muy escasa, habiendo sido catalogado como vulnerable. Sin embargo, aparece en multitud de parques y jardines de todas las Islas.

Su nombre hace referencia a las similitudes que diferentes autores de la antigüedad encontraron en el Drago con los dragones, con ese tronco surcado de cicatrices, esa savia color rojo sangre y esa copa culminada en cresta. Es un endemismo macaronésico, pero hace bien poco se ha detectado alguno en el norte de África.

De acuerdo con wikipedia, "Esta planta de lento crecimiento (puede tardar una década en crecer 1 m) se caracteriza por su tallo único, liso en la juventud y que se torna rugoso con la edad. Es el único árbol del mundo en el que su savia es de color rojo y no blanco. El tallo no presenta anillos de crecimiento, por lo que su edad solamente se puede estimar por el número de hileras de ramas, ya que se va ramificando después de la primera floración, aproximadamente cada 15 años. La planta de apariencia arbórea, está coronada por una densa copa en forma de paraguas con gruesas hojas coriáceas de color entre verde grisáceo y glauco, de 50 a 60 cm de longitud y unos 3 ó 4 de anchura. Puede alcanzar más de 12 m de altura.
Las
flores, que surgen en racimos terminales, son de color blanco. Los frutos carnosos, de entre 1 a 1,5 cm, son redondos y anaranjados.

Normalmente los podemos encontrar entre los 100 y los 600 metros de altitud, en el llamado bosque termófilo, aunque también se utilizan ejemplares jóvenes para decorar los jardines o paseos municipales de las islas, así como los jardines particulares."

P1120729 La flora canaria es realmente sorprendente. Cuanto más cuando la puedes observar compartiendo espacio con especies americanas y africanas que en su momento Carlos III mandó cultivas y domesticar con fines alimenticios.

Todas ellas forman parte de los numerosos Jardines Botánicos de la Isla de Tenerife, algunos especialmente espectaculares y bellos, como el de Puerto de la Cruz. Es aquí, y no en el medio natural, donde uno puede encontrar bellos ejemplares de Strelitzia reginae, la Flor del Ave del Paraíso que tanta gente cree que es originaria de las Islas canarias.