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27 de marzo de 2010

Obras maestras del Rijksmuseum de Ámsterdam (y II)

Cuando en el siglo XVIII hombres de la talla de Sir Joshua Reynolds quisieron definir la obra maestra de Rembrandt sólo pudieron referirse a ella como “La Ronda de Noche”.

El tiempo había provocado un oscurecimiento generalizado de la ya de por sí oscura escena en penumbra en la que se basa esta obra emblemática. Es, sin duda, el cuadro más conocido de Rembrandt y, a su vez, la obra de arte más famosa del Rijksmuseum de Ámsterdam. El Museo guarda otras obras de Rembrandt destacables, como el Síndico de los Pañeros, pero es la Ronda de Noche la atracción principal.

En realidad no es una Ronda de Noche. Es una llamada a la acción por parte del capitán de una compañía cívica, que pone en marcha a todos sus integrantes para realizar… una ronda (pero no necesariamente de noche). Era ésta una costumbre muy arraigada en Ámsterdam y en los Países Bajos en general; en primer lugar la existencia de compañías de ciudadanos más o menos especializadas que se ocupaban del orden en la ciudad; en segundo lugar estas compañías tenían una afición desmedida a ser retratados en grupo (una moda del barroco) y su retrato colectivo formar parte de los grandes salones de las palaciegas estancias que les servían de cuartel.

P1190161 Y no eran gente cualquiera, no. Aquí, cerca del mismísimo río Amstel, en la Kloveniersdoelen, la sede de la guardia de kloveniers (había tres tipos de compañías en función del arma que llevaran: ballesta, arco de mano o un arma de fuego de la época llamada klover en holandés, arcabuceros de toda la vida en castellano) se colgaron un buen número de retratos en grupo de diferentes compañías entre mediados del siglo XV a finales del XVI. Pues bien, un buen número de capitanes y tenientes de esos retratos terminaron siendo burgomaestres (alcaldes) de la ciudad de Ámsterdam. De hecho, dirigir una compañía era requisito para poder acceder al puesto.

Los retratados pagaban bien, sobre todo los capitanes,tenientes y el abanderado, que era el que mejores galas solía llevar. En nuestro caso, La compañía militar del capitán Frans Banning Cocq y el teniente Willen van Ruytenburg, que es el verdadero nombre de La Ronda de Noche, cada uno de los 16 principales retratados acoquinó 100 florines. El capitán Banning Cocq (efectivamente, futuro alcalde) y su teniente posiblemente dieron más. El que toca el tambor a la derecha, sin embargo, fue retratado de gratis.

Archivo:Nachtwacht-kopie-van-voor-1712.jpg

La obra se salía de los cánones habituales. Los encargados de hacer estos retratos fueron pintores que vivían en Ámsterdam y Rembrandt ya estaba allí. A Frans Hals, que vivía en Haarlem, también le encargaron un retrato, pero su lentitud les obligó a tirar de otro pintor, Pieter Codde.

El caso es que todos pintaban a los miembros de las compañías de una manera bastante formal. Rembrandt quiso algo más original y emplazó a la compañía en un escenario callejero y los dispuso a la acción. Banning Cocq le indica a su teniente Van Ruytenburg que comience la fiesta y el resto de la compañía se pone en marcha, prepara sus arcabuces, alguno lo dispara, tocan el tambor y el pendonista mueve la bandera.

En medio, Rembrandt dispersa una serie de detalles que dan juego, desde el perro que ladra hasta la niña que corre propagando la luz en este retrato en penumbra. La niña lleva colgada en la cintura un ave que muestra las garras: el símbolo de la compañía cívica. Su parecido con Saskia, la primera mujer de Rembrandt (al que no se le daban bien las mujeres en la pintura, me parece), es llamativo.

En 1715 trasladaron al Ayuntamiento la obra y, como solía pasar en el pasado, les importó un bledo cortar arriba y a la izquierda haciendo perder personajes e historia. Gracias a que se han conservado algunas copias previas al corte se puede tener una idea de cómo era el cuadro en su totalidad.

Los retratos en grupo en el siglo de Oro holandés fueron tan habituales que cualquier milicia quería hacerse con uno. De hecho, la exposición de Obras maestras del Rijksmuseum comienza precisamente con este fenomenal Banquete de milicianos que celebran la firma de la Paz de Münster en 1648. Bartholomeus Van der Heslt pinta la celebración del final de la guerra de los 80 años con España. Resultado final: Países Bajos 1 - España 0. Declaración formal de la República de los Países Bajos. Independencia. Capitán y teniente de la compañía cívica de ballesteros (Voetboogsteeg) se dan la mano mientras el primero toma la copa con forma de cuerna con San Jorge venciendo al Dragón (copa que sólo se saca en ocasiones especiales).

El poder de la República recién creada se basaba en la Armada. Barcos holandeses pasaron a recorrer medio mundo creando colonias (Nueva Ámsterdam, futura Nueva York), buques de guerra  recorrían las aguas. La impresionante maqueta que se construyó por encargo del Almirantazgo, el William Rex, de más de 5 metros de largo, invita a pasear por el Rijksmuseum y admirar lo que aquella sociedad construyó.

No me he olvidado de Rembrandt Van Rijn. Los holandeses han recorrido el mundo y han creado una incipiente sociedad capitalista. El negocio y la vida van parejos. La crisis de los tulipanes, una de las primeras en ser descritas con detalle, también sucedió aquí. La Compañía de las Indias Orientales se convierte en la primera multinacional y se crean organismos y entidades para que todo esté controlado.

Por ejemplo, los síndicos del Gremio de los Pañeros de Ámsterdam, quienes en 1662 (año en el que pintó el cuadro Rembrandt) controlaban la calidad del paño, una tela de lana afieltrada. Utilizaban muestras de paños para comparar y decidían.

Alguien interrumpe el trabajo de los cinco síndicos (cuyo sirviente está en el centro). Ese alguien es el espectador, claro, que tiene la oportunidad de visitar a cinco poderosos ciudadanos de Ámsterdam, de distintas corrientes religiosas, que deciden qué paños son los que pasan el filtro. Como el retrato estaba destinado a ser colgado encima de una gran chimenea, Rembrandt tuvo en cuenta la perspectiva e hizo que miráramos la mesa desde abajo.

La otra gran obra de Rembrandt e n el Rijksmuseum es La novia judía, de 1665. La identificación más probable es que la pareja de enamorados sean los bíblicos Isaac y Rebeca y fueron coetáneos de Rembrandt quienes le pidieron ser retratados como este par.

Rostros y manos están perfectamente definidos en contraste con los toscos vestidos y prendas. Pero está hecho aposta: con los pegotes y capas gruesas de los vestidos el cuadro capta más luz (como en la manga de oro viejo del hombre y en la falda roja de la mujer). Amor y ternura en unas manos entrelazadas. Es bonito.

Pero es sin duda la impresionante puesta en escena de La Ronda de Noche la que queda impagablemente fija en la retina de aquel que recorre las salas de Rijsmuseum. Del RIjsmuseum dedicado al arte por que su sede en Leiden, lugar de nacimiento de Rembrandt, tiene una envidiable colección de Arqueología. Así que para verla, y también para recorrer el Naturalis, el mejor Museo de Historia Natural de Holanda, a Leiden nos dirigimos.

21 de marzo de 2010

Obras maestras del Rijksmuseum de Ámsterdam (I)

P1180865Siglo XVII: El siglo de oro holandés supone el ascenso de la clase media, de la burguesía de una sociedad mercantil incipiente que quiere hacerse notar. A partir de 1580 la demanda de obras de arte comienza a ser elevadísima. Todo el  mundo quiere tener una pintura en su hogar, caras obras de arte en las casas de los más ricos propietarios; pinturas más humildes en casa del carnicero o el pescadero. Más de 5 millones de obras de arte se cree que fueron pintadas en la Holanda del siglo XVII.

Principios del siglo XXI: el Museo más importante de Ámsterdam guarda las obras maestras, las más importantes pinturas de esa época y las expone, todas juntas, aprovechando que está en plena fase de restauración. Se trata del Rijksmuseum de Ámsterdam y la visita a la Exposición “The Masterpieces” es un lujo.

El Museo está en obras. La magnífica fachada, tan característica del Rijksmuseum, está tras los andamios que se supone convertirán el edificio en toda una novedad. Por eso aprovechan el patrocinio de grandes empresas como Philips para nominar partes del Rijksmuseum ya finalizadas. Pues bien, en el Ala Philips se ubica la colección de obras maestras del Siglo de Oro Holandés que tanto nos hizo disfrutar.

La ingente cantidad de obras de arte facilitó que los pintores se especializasen: retratos, paisajes, escenas de interior, escenas cómicas… Para ello no sólo hacían falta pintores, también marchantes de arte. Los dos más grandes pintores de la época también lo fueron: Rembrandt y Vermeer.

A pesar de ser uno de los pintores más famosos del Siglo de Oro, Johannes Vermeer nunca se hizo rico y dejó para la posteridad apenas 35 obras. De ellas, la famosa Joven de la Perla están en La Haya. En el Rijksmuseum la estrella es La criada, de 1658.

Es una escena de interior. Vermeer (igual que su compatriota Pieter de Hooch) se especializó en interiores sólo que las figuras humanas (habitualmente mujeres) de sus interiores terminan llamando más la atención que el espacio que habitan. En este caso, Vermeer aborda con igual maestría el ventanal roto, la sombra de los clavos en la pared o la textura del pan (lo hace más crujiente sumando brillo con pinceladas gruesas que reflejen más la luz) que a la propia criada, vestida con colores llamativos y centrada en verter la leche. Hay otras obras del pintor de Delft en el Rijksmuseum.

 

La Joven leyendo una carta (prodigiosos azules y ocres) o la escena de Casas de Delft son pequeñas obras que reflejan el entorno diario de los burgueses holandeses que se las solicitaban.

Mientras Vermeer y de Hooch se especializaron en los interiores, otros artistas eligieron los paisajes. Y el más llamativo de todos fue Hendrick Avercamp quien consiguió que los paisajes invernales fueran para siempre asociados a su persona. Paisaje invernal con diversión en el hielo, de 1609, es uno de sus lienzos más famosos y más conseguidos.

Es pleno invierno y los canales están helados (nosotros sabemos qué es eso); árboles sin hojas, nieve, frío… pero no tanto frío como para no salir a trabajar o a divertirte. El hielo tiene, en este caso, una enorme capacidad de atracción para jóvenes y viejos, ricos y pobres, gentes del campo y de la ciudad. Decenas de figuras humanas comparten un mismo paisaje helado; unos patinan, otros pasean, mientras uno carga con un fardo otros charlan descuidadamente sobre el hielo. Un caballo tira de un trineo, un hombre se ha caído y los niños juegan por todas partes. Pero es que, además, hay muchas otras cosas por descubrir en esta maravilla.

Hay una pareja haciendo el amor en el almiar, un campesino está cagando en el retrete (si es que se le puede llamar retrete a una barca puesta de canto), unos pescadores hacen un agujero en el hielo para pescar. Situaciones más o menos habituales entre los campesinos pero que para los compradores, gentes de la ciudad, se convierten en anécdotas divertidas.

Y de anécdotas divertidas se nutrió Jan Steen (1626-1679) otro magistral pintor del siglo de oro holandés y al que ya mencioné entre las obras maestras de la National Gallery de Dublín. En este caso, en casa, Steen demuestra su maestría en la disposición de los personajes y en la narración de la historia.

“El que es bueno recibe cosas ricas, el que es travieso, el azote” dice el texto de una canción dedicada a la fiesta tradicional de San Nicolás, quien la noche del 5 de diciembre deja regalos en los zapatos de los chavales.No a todos, claro, los niños malos reciben un manojo de ramas para darles una azotaina. En el cuadro, el hermano mayor llora al recibir el manojo, su hermano pequeño señala el asunto riéndose con la sirvienta. Él sí ha recibido un regalo (un palo de kolf, el hockey holandés, y su hermana también, una muñeca y un cubo de golosinas. Steen era un maestro de las escenas domésticas, como demostraba una y otra vez en las muchas obras que tiene repartidas por los museos europeos.

Y si seguimos con especialidades pictóricas, cómo no incluir a Frans Hals, uno de los maestros del retrato. De acuerdo con wikipedia, “Aunque la obra de Hals fue muy demandada durante su vida, tuvo graves dificultades financieras, no se sabe si por una vida disoluta o por tener que mantener una gran familia tras un segundo matrimonio con una mujer humilde. Además de pintar, trabajó como marchante, restaurador de arte y maestro de pintura.”

El caso es que el “Retrato matrimonial de Isaac Massa y Beatrix van der Laen”, de 1622, es inusual. Massa era un hombre culto: diplomático, comerciante, historiador y cartógrafo, seguro que dio indicaciones a Frans Hals acerca de su retrato matrimonial con Beatrix, hija del alcalde. Mientras que generalmente se retrataba a las parejas de forma independiente, formal y grave, Hals opta por este retrato en el jardín, con los esposos juntos, sonriendo, él con la mano en el corazón y ella enseñando su anillo de casada. Al lado de Isaac, el cardo símbolo de la fidelidad de los maridos; al lado de Beatrix, la hiedra símbolo del amor y el cariño.

Muchos de éstos artistas hacían pinturas por encargo. Y no podían dejar pasar la oportunidad para identificar sus intereses. Adriaen Pietersz Van de Venne era especialista en alegorías y pinturas de género con moralejas de por medio. Y con “La pesca de almas”, de 1614, se retrató a sí mismo con un lienzo muy curioso.

En este río hay pescadores atareados en sacar del agua a unos náufragos. Curiosamente, hay cientos de mirones a cada lado del río. “Venid, seguidme, y yo os haré pescadores de hombres” se dice en la Biblia que Jesús dijo a sus discípulos. Y aquí están representantes de las dos iglesias cristianas del momento, protestantes y católicos, recogiendo almas del río. A la izquierda, por los protestantes, Mauricio de Nassau, estatúder de los Países Bajos y el príncipe Federico Enrique. A la derecha, por los católicos, el Archiduque Alberto y su esposa Isabel, el capitán Spinola y el Papa.

En la parte protestante los árboles están en flor, enfrente están marchitos. Los protestantes pescan sirviéndose de la Biblia, la fe, la esperanza y el amor (se detalla en las redes). Los católicos pescan con cantos y vasos sagrados. El pintor no sólo se retrata con la intención, se autorretrata entre las gentes que apoyan a los Orange. Hay un gran moscardón cerca de la barca principal: es una broma del autor.

Por último, paisajes. Jacob Van Ruisdael dejó una inolvidable escena en “El molino de Wijk bij Duurstede”, de 1670.

Aunque el molino era un edificio más en la época, Van Ruisdael, que solía pintar paisajes inventados, se dio cuenta de que este paisaje merecía la pena (la iglesia sigue existiendo). Lo que sí cambió fue la puerta de entrada a la ciudad, que sustituyó por tres mujeres paseando en el impresionante paisaje.

El Rijsmuseum también cuenta con un buen número de obras de arte no asociadas a la pintura. Y uno de los más llamativos es la Casa de Muñecas de Petronella Oortman. A escala 1:9, la casa de muñecas de esta esposa de un rico comerciante se convirtió poco menos que en una maravilla del mundo del siglo XVII.

Cada objeto se realizó con el material con el que se hacía el de tamaño natural. 700 objetos en miniatura que, además, funcionaban: la bomba de la cocina, la fuente del jardín… los libros de la biblioteca estaban escritos, los armarios llenos de ropa, las muñecas, vestidas de forma real.

Tan real como la vida de una familia burguesa acomodada del siglo de oro holandés, una familia por ejemplo, como la de Maria Trip cuyo retrato de 1639 pintó el más afamado pintor de entonces, Rembrandt van Rijn.

Rembrandt se hizo famoso como retratista nada más llegar de Leiden, las familias distinguidas formaban parte de su selecta clientela.

María Trip tenía veinte años cuando la retrató y estaba soltera. Es posible que este cuadro sirviera de tarjeta de presentación para algún futuro marido y por eso Rembrandt la pintó ricamente enjoyada, peinada y vestida a la moda francesa. Una tela semitransparente cubre el escote, que sólo podían mostrar las damas de la corte.

Rembrandt era el maestro de maestros de la época. Y lo demostró gracias a obras inolvidables que también forman parte del Rijksmuseum, como “La Ronda de Noche”.

14 de marzo de 2010

Rembrandt en la Ámsterdam del Siglo de Oro

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La estatua de Rembrandt que se levanta en la gran plaza Rembrandtplein, gran centro de la vida nocturna de Ámsterdam, tiene la mirada puesta en el antiguo barrio judío, donde vivió hasta que se arruinó y hubo de cambiar de casa. Aquella ruina se convirtió, años después, en el mejor de los tesoros: el inventario que se hizo en 1658, cuando se vio obligado a dejarlo todo, ha permitido restaurar hasta el más mínimo detalle su antigua casa de Jodenbreestraat, 4-6, muy cercana a la Sinagoga portuguesa y al Hortus Botanicus.

Aquel inventario nos permite descubrir a un Rembrandt derrochador, coleccionista, culto, trabajador e íntimo. La vista al Museum Het Rembrandthuis (http://www.rembrandthuis.nl/)no sólo facilita la recreación de la vida de Rembrandt sino que permite ver algunos de sus afamados grabados y nos facilita hacer un viaje en el tiempo hasta el Siglo de Oro, el siglo XVII en el que Rembrandt vivió y en el que Rembrandt habitó en la ciudad que se convertiría en protagonista indiscutible de esa época.

P1180671 Cuando Rembrandt llegó desde su natal Leiden (en un par de entradas, aquí) ya era considerado uno de los pintores y grabadores más importantes de su época. Especializado en retratos y escenas bíblicas se construyó una fama no sólo de pintor sino de hombre de negocios y tratante de arte, amén de coleccionista de gusto.

P1180755 Su casa da fe de todo ello. Desde el descansillo en el que esperaban los visitantes (con las paredes cubiertas de cuadros a la venta y con muebles de precios considerables) hasta las habitaciones, con arcones-cama de los que se llevaban en la época.

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En aquel momento la gente solía dormir recostada para evitar una supuesta afluencia de sangre al cerebro y Rembrandt y Saskia, su mujer, no eran menos. Al fin y al cabo, aunque gastasen mucho (gastos iguales a ingresos) su posición era acomodada. La familia de Rembrandt era adinerada, así como la de Saskia, la hija del marchante de arte que le acogió a su llegada desde Leiden.

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¿Y en qué gastaba su dinero Rembrandt? La visita a su Sala de Antigüedades y curiosidades es un verdadero placer. Un buen número de estanterías recorre sus paredes y en ellas bustos de emperadores romanos, armas exóticas, animales disecados, colecciones de conchas, cristales venecianos, globos terráqueos… era la época de los descubrimientos, el renacimiento del artes. Y Rembrandt también coleccionaba arte.

De hecho, hasta pujaba en ocasiones por sus propias obras y grabados, pero aún así, tenía más de 8000 dibujos y obras de arte. Era un coleccionista impenitente.

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La Rembrandthuis también guarda una de las mejores colecciones de grabados de Rembrandt del mundo; pues bien, uno de los más llamativos es el grabado de un Cono marmóreo (Conus marmoreus) basado posiblemente en una de las conchas de su propia colección.Colección que, por cierto, cuando vendió para salir de la ruina no le aportó demasiados beneficios (tal y como me repite Laura siempre a mí mismo).

P1180723 La recreación del Estudio del Pintor es otro de los puntos fuertes de la visita.Es la habitación más grande de la casa, allá donde pintó sus obras entre 1638 y 1659 (entre ellos muchos de sus autorretratos o Los síndicos de los pañeros, que está en el Rijsmuseum). Armaduras, armas de guerra, moldes de yeso, escuadras, calaveras y otros objetos decoraban las estanterías de sus paredes mientras sus asistentes preparaban el lienzo, las pinturas y el resto de parafernalia.

P1180751 La luz entraba por unos grandes ventanales. La disposición del caballete y el resto de cosas responde a un dibujo realizado por el propio artista.

Pero no sólo salían pinturas de este obrador de arte (que, en el futuro se convertiría en tienda de arte con Rembrandt de asalariado para evitar una legislación que trataba de corregir situaciones de ruina como la que él había vivido); los grabados que se pueden ver en Rembrandthuis son muy llamativos, casi tanto como ver hacerlos en vivo y en directo por una experta en el tema.

P1180702Experta que, por cierto, conocía algunas palabras en castellano que iba intercalando entre su explicación (en inglés). Al lado de su habitación, Rembrandt guardaba una sala para los grabados que incluía una gran prensa de madera de roble y espacio suficiente para tender los grabados recién prensados hasta que estuvieran secos.

La explicación de la wikipedia referida al aguafuerte se parece mucho a la que allí nos explicaron: La placa de cobre se protege en su totalidad con un barniz compuesto de Betún y Cera que se puede aplicar en estado líquido o solido, y que se deja secar. Cuando está seco, se levanta con un punzón u otro utensilio capaz de retirar el barniz, siguiendo el dibujo que se quiera realizar, y dejando la superficie de la plancha al aire. Una vez levantado el barniz con la forma del dibujo, se introduce la plancha de metal en una solución de agua y ácido, que actuará corroyendo la plancha en las zonas donde se ha retirado el barniz y haciendo un agujero en la superficie de la plancha, que será más profundo cuanto mayor sea el tiempo que actué el ácido, y la concentración de la solución empleada sea mayor. Más tarde se limpian con tiza los bordes y las partes que interesa que salgan más claras. Se dispone una hoja de papel encima y se pasa por una prensa como la de la imagen. El efecto es sorprendente.

P1180522 Salimos muy satisfechos de la Rembrandthuis y con ganas de saber más cosas del famoso pintor holandés. Si nuestros pasos se dirigen hacia la OudeKerk, en pleno Centrum, nos daremos de bruces no sólo con la iglesia más antigua en pie de Ámsterdam (siglo XIV) sino con el lugar donde tuvieron que ir Rembrandt, Saskia y todos los testigos a dar fe de su próximo matrimonio.

De la página de la Oude Kerk (http://www.oudekerk.nl/infosp.htm): Después de 1578, los "comisarios de asuntos matrimoniales" se encargaron de la inscripción de los matrimonios, después de lo cual podía hacerse el anuncio desde el púlpito de la iglesia o en la fachada del ayuntamiento. Los novios debían presentarse con sus testigos en la sacristía de la Iglesia Vieja, lugar donde celebraban audiencia los comisarios de asuntos matrimoniales. (….) La puerta de la sacristía de la Iglesia Vieja era de color rojo. De ahí proviene la expresión holandesa pasar por la puerta roja para las bodas. Encima de la puerta puede leerse la expresión: “Het is haast getrouwd, dat lange rouwt”, que significa: "Casamiento con prisas, pena para siempre".

P1180545 El 10 de junio de 1634, Rembrandt pasó por la puerta roja y se unió a los comisarios de asuntos matrimoniales con el primo amsterdamés de Saskia, el pastor protestante Jan Cornelis van Uylenburgh, que actuaba frente a los comisarios en nombre de Saskia. Una vez completadas las formalidades y hecho el anuncio, se les concedió permiso para casarse en Frisia. El 22 de junio de 1634, Rembrandt contrajo matrimonio con Saskia en el pueblo frisón de Sint Annaparochie, del cual era alcalde el padre de Saskia.

Ocho años más tarde, en 1642, el año en que Rembrandt concluyó la Ronda de Noche, Saskia cayó enferma y murió el 14 de junio. Fue enterrada en la Iglesia Vieja, en la Capilla de los Mercaderes de Trigo (Weitkoperskapel).”

Pero son sin duda las representaciones de los llamados misericordes del Coro las que se convierten en inolvidables en la visita a la Oude Kerk. De acuerdo con la información aportada en la propia iglesia: La Iglesia Vieja tiene bancos en el coro, pero no tiene capítulo. No se sabe quién fabricó los bancos del coro, aunque probablemente sería algún escultor amsterdamés. Las ropas de las figuras de los misericordes se adaptan a la moda de 1480 y podemos asumir que ese es el periodo en que fueron construidos los bancos. La rebelión iconoclasta que sufrió la Iglesia Vieja el 26 de septiembre de 1566 no afectó a los misericordes. Faltan las señales características, como la mutilación de manos y rostros. En los misericordes, puede verse el colorido patrón del diseño. Las representaciones son puramente decorativas o representan escenas de la vida cotidiana. Especialmente intensa es la representación que tienen los proverbios: se representa uno de ellos en aproximadamente un tercio de los misericordes originales.

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Hay que navegar cuando sopla el viento: las cosas son más fáciles cuando se cuenta con ayuda.
Dos necios bajo un solo tejado: dos personas están en todo de acuerdo, sobre todo en lo equivocado.

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‘Bostezar como un horno abierto’ o ‘debe abrir mucho la boca el que quiere que su bostezo iguale a un horno abierto’: No puede abrirse la boca tanto como un horno, así que no hay que probar conseguir algo imposible.

De una cuerda débil se tira con suavidad’: ‘si estiras con demasiada fuerza, la cuerda se rompe’ ‘El dinero no cae por la chimenea’: ‘el dinero no crece en los árboles’

P1180564La visita a la Oude Kerk, con su gran órgano y los restos de pinturas en los techos (los que sobrevivieron a los iconoclastas al modo de las mezquitas estambuliotas) resulta imprescindible. Sin embargo, no todas las iglesias son tan sencillas de visitar. Precisamente, cuando Rembrandt falleció, el 4 de octubre de 1669, fue enterrado (4 días después)en la Iglesia del Oeste (Westerkerk). Su horario de visita imposibilita acceder a ella (al menos, Rembrandt fue inhumado en una lápida alquilada sin nombre, mal acabó la cosa para el maestro). La que sí se puede ver es la de su único hijo, Titus (que murió un año antes que el padre).

La torre de la Werterkerk está adornada con la corona imperial de Maximiliano de Austria, (donada en agradecimiento por la ayuda otorgada por la ciudad de Ámsterdam a los monarcas austríacos-borgoñones), muy llamativa y colorida.

Con su muerte, Rembrandt dejaba atrás una fama imperecedera, la maestría en el uso de la luz en la pintura, en las decenas de autorretratos, en sus escenas bíblicas y en los paisajes desenfadados.

Algunas de esas obras maestras se exhiben en el Museo más famoso de la ciudad, el Rijsmuseum (entre ellas La Ronda de Noche), motivo principal de la próxima entrada de este blog.

6 de marzo de 2010

La Casa de Atrás

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El Diario de Ana Frank” no es un libro para niños. O al menos a mí no me lo parece. Y no me refiero a los aspectos sexuales anatómicamente explícitos o a los ataques continuos de nuestra chica a los que convivían con ella en el escondite.

No, esos aspectos son muestras de la veracidad del Diario (alguna vez puesta en duda por los habituales pirados). A lo que me refiero es que no se si un niño de hoy en día podría entender con facilidad lo que el Diario de Ana proporciona: una mezcla emocionante de divertimento y terror.

Acostumbrados a que en nuestra sociedad mediática se banalicen la muerte o el miedo y que los héroes tengan que actuar pistola en mano, el Libro de Ana no parece más que un cuentecillo donde se nos narran momentos rutinarios, discusiones familiares, amoríos románticos y pensamientos bienintencionados escritos por una adolescente de 13 años.

Pero esa adolescente va creciendo. Como le pasa a muchas chicas, Ana se considera más mayor que lo que su edad indica. Es una chica lista, bromista, un poco pedante y creidilla pero fascinante y encantadora. Ana, que siempre dirige sus palabras a una amiga inventada (Kitty) poco a poco va madurando, física y mentalmente; en personalidad y en literatura. Llega un momento en que las entradas al diario ya no van firmadas por “Tu Ana” sino por “Ana M. Frank”, un cambio sutil pero decisivo.

LIBROS - EL DIARIO DE ANNA FRANK Y es entonces cuando comienzas a entender que lo que lees no es una aventura ni un drama teatralizado, es una historia real, donde los héroes tienen problemas de estómago y tienen miedo, pero arriesgan sus vidas ocultando a una familia en un escondite para que no forme parte del holocausto; donde las víctimas no son números ni nombres, son reales, son personas que sufren y sienten.. que sufren al vivir encerradas pero también sufren por la injusticia que en la que se ha convertido su vida. Dice Ana el viernes 29 de octubre de 1943:

Mis nervios no siempre consigo dominarlos, sobre todo los domingos me siento muy desgraciada. Los domingos reina aquí en casa una atmósfera deprimente, aletargada y pesada; fuera no se oye cantar a ningún pájaro; un silencio sofocante y de muerte lo envuelve todo, y esa pesadez se aferra a mí como si quisiera arrastrarme hasta los infiernos. Papá, mamá y Margot me son indiferentes de tanto en tanto, y yo deambulo por las habitaciones, bajando y subiendo las escaleras, y me da la sensación de ser un pájaro enjaulado al que le han arrancado las alas violentamente y que en la más absoluta penumbra choca con los barrotes de su estrecha jaula al querer volar. Oigo una voz dentro de mi que me grita: “¡Sal fuera, al aire, a reír¡”. P1180566Ya ni le contesto; me tumbo en uno de los divanes y duermo para acortar el tiempo, el silencio y también el miedo atroz, ya que es imposible matarlos.

Antes de visitar la Achter Huis de Prinsengracht, 263 en Ámsterdam mi conocimiento sobre Ana Frank era limitado. La niña judía que escribió un diario mientras estaba escondida de los nazis. Quiero creer que eso todo el mundo lo sabe.

Cuando visitas la Casa Museo (donde las colas de entrada suelen ser de impresión), recientemente restaurado, te das cuenta de que han tratado de evitar el sensacionalismo y el fetichismo. Hay muy pocos objetos reales de la vida de Ana Frank, las habitaciones no están reconstruidas y apenas quedan evidencias de la presencia de 8 personas aterradas en la falsa casa de atrás de Prinsengracht 263.

En su lugar, la Casa Museo está muy bien preparada para entender lo que realmente pasó allí: Ana Frank no es sino la guía de lujo que nos introduce en un mundo terrorífico del que no han pasado más que setenta años. No dejan hacer fotos en su interior, por supuesto. Las salas suelen estar decoradas con retazos del diario de Ana y recogen aspectos de su vida y de la de los otros 7 escondidos y sus protectores. Mientras tanto, se narran las vicisitudes de los perseguidos en aquella guerra maldita marcada por el régimen totalitario nazi.

P1180590 Es 1942 y Ámsterdam, como el resto de Holanda, Francia, Polonia o Austria está ocupada por los alemanes. Hasta allí ha huido la familia Frank, judíos que se sentían alemanes (Otto Frank había luchado con Alemania en la Primera Gran Guerra) y que ahora, adoptados por los holandeses vivían felices en la ciudad de los canales. Una vez ocupada Holanda, los alemanes trasladan aquí su modo de gobierno, incluyendo la persecución a los judíos. Éstos no puede coger el tranvía, no pueden acceder a centros de ocio, no pueden visitar amigos cristianos, no pueden estar en la calle más allá de las ocho de la tarde, no pueden tener sus propios negocios, no pueden hacer la compra sino en las dos horas reservadas para ello, tienen que llevar la estrella de David cosida a su ropa, no pueden estudiar con el resto de niños, no pueden vivir. Y, de hecho, no les van a dejar vivir.

anne-frank Margot, la hija mayor, recibe un día la temida citación para presentarse en un Campo de Trabajo nazi. Esto adelanta la decisión que ya habían tomado los padres de Margot y Ana: esconderse en una vivienda falsa construida en la parte de atrás de la Casa que servía a Otto Frank como sede de su antigua empresa Opekta. Sus colaboradores en esta empresa les ayudarán a ello.

Durante dos años y medio 8 personas conviven en una casa falsa resguardada de las miradas pero siempre con el riesgo de ser descubiertos. En la Casa de Atrás convive la familia Frank con la familia Van Peels (socios de Otto Frank) y el dentista Fritz Pfeffer. La convivencia es dura y Ana, sobre todo al principio, no deja títere con cabeza. Sus críticas para con todos son ácidas y recurrentes. Las más sorprendentes son las que se refieren a su madre, a quien continuamente manifiesta que no la considera como tal y que no la quiere.

Pasan los años, entran ladrones, la comida escasea, los amigos del exterior son deportados, los protectores lo pasan mal, las lecturas y los estudios se concatenan, Ana se enamora del hijo de los Van Peels…. todo ello siempre reflejado en el Diario que sirve de escape a Ana Frank.

Algunos días son demoledores; 3 de febrero de 1944: “He llegado al punto de que me da lo mismo morir que seguir viviendo. La Tierra seguirá dando vueltas aunque yo no esté, y de cualquier forma yo no puedo oponer ninguna resistencia a los acontecimientos. Que sea lo que haya de ser, y por lo demás seguiré estudiando y esperando que todo acabe bien”.

Su forma de escribir mejora día a día. 1944 tiene muchas entradas y la mayoría presumen de una calidad y recogen tales reflexiones que evidencian la madurez de Ana Frank en el transcurso de los años;

20090528124028-n-ana-frank-1- 17 de marzo de 1944: “Aunque sólo tengo 14 años, sé muy bien lo que quiero, sé quien tiene razón y quien no, tengo mi opinión, mi modo de ver y mis principios, y por más extraño que suene en la boca de una adolescente, me siento más bien una persona y no tanto una niña, y me siento totalmente independiente de otra persona.”. Aún así, Ana no deja de pensar que la vida puede continuar, hace planes para el futuro, estudia de todo (sus favoritas: la historia y la mitología) y trata de ver con optimismo una situación que dista mucho de acabar bien; 5 de abril de 1944: “Yo misma soy mi mejor crítico, y el más duro. Yo misma sé lo que está bien escrito, y lo que no. Quienes no escriben no saben lo bonito que es escribir. Y si llego a no tener talento para escribir en los periódicos o para escribir libros, pues bien, siempre me queda la opción de escribir para mí misma. Pero quiero progresar; no quiero imaginarme que tuviera que vivir como mamá, la señora Van Peels y todas esas mujeres que hacen sus tareas y que más tarde todo el mundo olvidará. Aparte de un marido e hijos, necesito otra cosa a la que dedicarme. No quiero haber vivido para nada, como la mayoría de las personas. Quiero ser de utilidad y alegría para los que viven a mi alrededor aún sin conocerme, ¡Quiero seguir viviendo aún después de muerta¡ Y por eso le agradezco tanto a Dios que me haya dado desde que nací la oportunidad de instruirme y de escribir, o sea, de expresar todo lo que llevo dentro de mí. Cuando escribo se me pasa todo, mis penas desaparecen, mi valentía revive. Pero entonces surge la gran pregunta: ¿podré escribir algo grande algún día? ¿Llegaré algún día a ser periodista o escritora? ¡Espero que sí, ay, pero tanto que sí¡".

anne_frank_amp_039_s_attic_window_anne_frank_3_3bf2ced3b0db33f48d1a16130a552087_490x350 El 4 de agosto de 1944, por la mañana, un sargento de las SS alemanas entró en la Casa de Atrás. Es posible que nunca se conozca al delator que permitió descubrir a los 8 judíos escondidos cuyas vidas acabaron en las más tristes de las posibilidades, desde la Cámara de Gas (Hermann Van Peels), la inanición (la madre de Ana), el agotamiento (Peter Van Peels) o el tifus y las condiciones infrahumanas de los campos (en el caso de Ana y su hermana Margot). En siete meses acabaron las vidas de 7 personas (junto a otros millones más, por supuesto) que habían luchado por sobrevivir escondidos y cuyo único crimen fue ser, aparentemente, diferentes. Sólo sobrevivió Otto Frank, el padre de Ana, a quien al volver sin sus hijas Miep Gies (una de las protectoras de la familia que ha fallecido en enero de este año a los 100 años), entregó el diario de Ana, que había recuperado de la casa antes de que todo desapareciera. http://www.annefrank.org/content.asp?PID=908&LID=4.

Lo demás, ya se sabe, publicación de una versión reducida del diario, películas, obras de teatro, internacionalización del caso Ana Frank… la vida recluida y difícil de una chiquilla marisabidilla pero fascinante para a ser símbolo de la dignidad humana frente a los totalitarismos. Se convierte en una voz que, asfixiada en vida se convierte en un mensaje desde la muerte: no seamos tontos, todos somos iguales y la vida consiste en tratar de ser mejores sin hacer a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros.

P1180587 Al lado de Prinsengracht, 263 las mismas campanas de la Westernkerk que tranquilizaban a Ana Frank (las que sustituyeron a las que fundieron para la guerra, al menos) siguen sonando. Mientras las gaviotas sobrevuelan los cielos azules de una Ámsterdam que, en teoría es la misma que Ana veía desde la acristalada buhardilla de la Casa de Atrás, pero que ha convertido el lugar más escondido en el más visitado. Algo habrá cambiado en la conciencia de todos, espero. http://www.youtube.com/annefrank