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12 de febrero de 2011

La ruta del cómic de Bruselas

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La envidia (sana) nos corroe al recorrer las calles de Bruselas. El amor por la BD, por el comic belga, por los grandes personajes y por los admirables autores se palpa y se vive en la capital de Bélgica. Sólo el número de chocolaterías es mayor que el número de tiendas de cómic en algunos barrios (de acuerdo, es una exageración, ¡pero a veces lo parece!), en las calles tienes la oportunidad de maravillarte ante las famosas fachadas BD (el istado completo, en http://www.brussels.be/artdet.cfm?id=5316&) y, encima, algunos de los museos más visitados están centrados en la historia del noveno arte.

P1240857 Ésta, precisamente, en la emblemática entrada al Centre Belge de la Bande Dessinée (http://www.comicscenter.net/en/home), el concepto belga de cómic, vaya, y de la que procede el acrónimo BD con el que se identifica en media Europa a la novela gráfica. Está ubicado en un edificio precioso del Barrio de Sainte Catherine, a un paso de la catedral y a dos de la Grand Place. El edificio es del famoso arquitecto del Art Nouveau Víctor Horta, quien ló diseñó en 1906 para albergar las Tiendas del Barón Charles Waucquez. Por eso es tan luminoso, tan amplio y la entrada parece la plaza central de un zoco abierto.

En 1983, y ante el deterioro del edificio se decidió aprovecharlo para que albergase un museo de la historieta belga de forma que se conservasen dos grandes tesoros de la cultura belga: el edificio de Horta y los originales de los mejores autores del cómic patrio.

En esta misma plaza encontramos una de las mejores tiendas de cómic de la ciudad, la Libraire Slumberland (http://www.slumberlandbd.com/), donde nos hicimos con algún recuerdo. Pero aún siendo una gran tienda de cómic no es la mejor tienda de cómics de la ciudad.

P1240834 Aprovecho entonces para hacer un inciso y reflejar la calidad de algunas de las tiendas que pudimos visitar. Sin duda alguna, la que más nos gustó fue Brüsel (www.brusel.com), en Anspach, nº 100. También pateamos otras, algunas de segunda mano como Le bande des Six Nez (http://www.eric2.net/labandedessixnez/) o Petit Papiers (http://www.petitspapiers.be/) así como algunas de productos nuevecitos y recién sacados al mercado. En todas ellas, son los álbumes los que reinan aquí y allá. Conocido es el amor que tienen los franceses y los belgas al comic y al formato álbum, pero llega a ser verdaderamente sorprendente. La grapa no existe.

P1240837Ahora está de moda el Blacksad de nuestro Juanjo Guarnido y sus personajes animales aparecen por todos lados, estratégicamente mezclados con el verdadero protagonista de todas las tiendas. Tintín, por supuesto. Hay muchísimas cosas de Tintín y casi todas muy chulas. P1240851 Sin lugar a dudas yo me quedaba con la impresionante estatua Arumbaya de La Oreja Rota. Por cierto, la afamada Boutique Tintín (http://www.tintinboutique.com/fr/), cerca de la Grand Place, nos decepcionó mucho, pues prácticamente no tienen nada (y menos comparado con los escaparates de Brüsel, por ejemplo) y, además, caro.

También hay múltiples objetos relacionados con el resto de personajes de la historieta franco-belga, desde Los pitufos a Astérix, desde Spirou el Marsupilami a Gastón el Gafe. Y es precisamente Gastón Lagaffe el que nos invita a entrar en el Museo del Comic de Bruselas. Una enorme figura de la creación de André Franquin.

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Así pues,volvamos sobre nuestros pasos al Centre Belge de la Bande Dessinée. En la Plaza principal estábamos, preparados para encontrarnos cara a cara con el Cohete de Tintín Objetivo: la luna, con una figura de Astérix (e Ideafix) y sendas esculturas de Tintín, una con Milú y un busto realizado por el propio Hergé. P1240924 Nos hacemos fotos como la mayor parte de turistas y amantes del cómic que pasan por aquí,al fin y al cabo el cohete rojo y blanco se ha convertido casi en un icono.

En el primer piso, donde se ubica realmente el Museo y se compra la entrada, aparecen los astronautas que llegaron con el cohete en figuras de tamaño natural que hacen las delicias de los visitantes.

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Y hasta aquí la parte que podía ser divertida. Es curioso cómo en internet hay muchas opiniones en contra del Museo del Cómic de Bruselas atendiendo a que no es para niños o que resulta aburrido. El origen de estas opiniones se halla en la permanente influencia que aún existe en nuestra sociedad acerca de la asociación infancia y cómic, heredada de los tiempos de Bruguera. A ver, el museo en sí no es nada espectacular y es evidente que carece de medios.

P1240873 Se limita a mostrar un par de exposiciones bien hilvanadas con muestras de cómics antiguos(especialmente la dedicada al propio Tintín),  y a mostrar originales de grandes autores (preferentemente belgas) con lo que puedo entender que si llevas allí a los niños lo más probable es que terminen dormidos al lado de las vitrinas dedicadas a Los Pitufos (perdón, Les Schtroumpfs).

P1240868 De hecho, la exposición dedicada a Tintín pasa por ser la más entretenida si bien su contenido es francamente flojo. Te puedes hacer una foto, eso sí, en el cuadro del antepasado del Capitán Haddock con El Unicornio detrás. Pero por lo demás utiliza grandes paneles con muy poca información acerca de la principal creación de George Remi (Hergé, con sus iniciales al revés).

Están los aspectos básicos del éxito de Tintín. Al fin y al cabo, los rasgos del periodista son prácticamente inexpresivos, sencillos y neutros, en comparación con las mil caras y emociones del Capitán Haddock.

Pero además, Tintín se adapta a las situaciones y en función de las necesidades del autor, el chaval se transforma en un oriental, un africano o un escandinavo. Es decir, Tintín es Nadie y es Cualquiera y en ello se basa el éxito de la serie (por supuesto, aún siendo tan poca cosa, puede con todo y el magnífico elenco de secundarios recurrentes en cualquier lugar del mundo le da el toque definitivo de obra maestra).

P1240916 En el Museo se muestran desde originales de Hergé (dos páginas de Las joyas de la Castafiore de 1961)hasta un práctico esquema de las apariciones de cada personaje y su evolución a lo largo de los álbumes; P1240886 así como las ediciones de la revista Tintín de los años 40 en las que aparecían sus aventuras de forma periódica (aquí, al lado, su nº 1).

Georges Remi nació en Bruselas en 1907 (como muchos otros grandes autores) y por ello Tintín fue elegido para ilustrar una de las principales (y de las primeras, allá por 1991) fachadas de la ciudad en lo que terminaría siendo la Ruta del Cómic de Bruselas.

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La fachada dedicada a Tintín está en el centro, muy cerca del Manneken-pis, en la Rue l’etuve. En ella Tintín, Milú y el Capitán Haddock bajan unas escaleras estrechas que aprovechan la reducida anchura de la fachada pintada.

La idea de la Ruta del Cómic es fantástica: aburridas paredes grises se transforman en vívidas imágenes de lo más granado del cómic franco-belga para uso y disfrute de los visitantes y de los habitantes de la ciudad.

Una ciudad, Bruselas, que además de todos éstos frescos ha renombrado algunas de sus calles con esos mismos personajes. Por eso es fácil encontrarse con la Calle de Los Pitufos, la de Spirou y Fantasio o con la del Profesor Tornasol.

P1240844Volviendo al Centre Belge de la Bande Dessinée (que, por cierto, no es más que la traducción al belga del inglés Comic Strip), después de la exposición de Tintín se expone un intento de historia del cómic belga a través de sus grandes autores (utilizando, sobre todo, páginas antiguas y curiosas reproducciones relacionadas con los principales personajes). Esta exposición permanente se complementa con exposiciones temporales dedicadas a mostrar originales de estos mismos autores, originales que van cambiando en el tiempo para su mejor protección y para que siempre haya algo nuevo que ver.

P1240878En la exposición principal, los ejemplares de las revistas, competencia en su época, Le Journal de Spirou y Le Journal de Tintín se dan la mano para ir presentando a los grandes nombres de la historieta belga. Aprovecharé ese mismo espíritu para mostrar las fachadas más curiosas de la ruta del cómic de Bruselas que les homenajean (si bien me limitaré a los autores más conocidos por éstos lares).

Éste de aquí al lado es el despacho de Edgar P. Jacobs (con muebles y objetos personales del autor). Junto con Hergé fundó la revista Tintín en 1946 y lo hizo por todo lo grande, con Le Rayon “U” en donde comenzaron a aparecer Blake y Mortimer, algunos de los personajes más famosos del cómic europeo.

P1240898 Su fachada está en la Rue du Houblon (con la Marca Amarilla detrás) mientras que en el Museo se expone en este momento un original de 1949, de El Secreto del Espadón. Jacobs fue el primer autor de cómic que investigó en campo y cogió notas, fotografías y esquemas para ilustrar sus álbumes. Sólo hay que ver las páginas del Museo Egipcio de El Cairo de “El secreto de la Gran Pirámide”.

P1240900 Mientras tanto, en la competencia, André Franquin se había hecho con el personaje principal del Journal de Spirou, el mismo Spirou (acompañado de Fantasio y, mucho después, del Marsupilami). Franquin, igual que Hergé o que Jacobs, nació también en Bruselas, solo que veinte años después, en 1924. Es el creador de Gastón Laffage (su fachada está en la Rue de l’Ecuyer) el antihéroe torpe, gafe y sin trabajo pero además es el responsable de la más larga y aclamada etapa de Spirou.

P1240876 Este personaje fue creado en 1938 por Rob-Vel y es uno de los pocos casos en los que el autor vendió a la editorial (Dupuis) su creación y por ello han pasado otros muchos guionistas y dibujantes por ella. Curiosamente, el único personaje de los muchos creados por Franquin que éste conservó para sí fue el Marsupilami, que desde que Franquin dejó la serie del botones dejó de aparecer o ser mencionado en ella.

P1240894El original mostrado es del álbum de 1956 Le gorille a bonne mine y al lado aparecen reproducidas las chaquetas rojas típicas de botones que suele utilizar Spirou.

Una larga sombra de vaquero aparece por detrás de las puertas de madera del Saloon donde Lucky Luke parece querer entrar.

P1240823Lucky Luke es una creación de Morris, una parodia del salvaje oeste que apareció también en Spirou en 1947. Curiosamente, una buena parte de los álbumes de Lucky Luke fueron guionizados por Goscinny. La fachada que ocupa Lucky Luke (y Los hermanos Dalton) en Bruselas es la más grande de todas (180 metros cuadrados) y está en la Rue de la Buanderie.

Atrás dejamos en el Museo a otros grandes autores belgas o franceses: Jijé, De Moor, Sleen, Jacques MArtin (¡tengo que hacerme con su serie de Alex¡), Roba o Peyo.

Peyo (Pierre Culliford), también nacido en Bruselas (1928) es el creador de la serie medieval Johan y Pirluit, que también apareció en Spirou en 1952. La serie era muy emocionante y estaba bien hasta que en un episodio e 1958 aparecieron unos enanitos azules que pasaron a formar parte del inconsciente mundial: los pitufos.

P1240902 A pesar de todo ello, no cuentan con una fachada para ellos pero al menos en el Museo del Cómic se muestran un buen número de objetos relacionados con Les Schtroumpfs y de Gargamel, el malvado brujo que les persigue (junto con Azrael). Entre ellos este original de 1959 en el que aparecen Johan y Pirluit en una de las primeras apariciones de los pitufos.

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Las calles de Bruselas sí que abren sus paredes a que las ocupen otros grandes personajes del cómic no precisamente belgas. Es el caso de Astérix o de Corto Maltés. Astérix aparece con los principales personajes de la aldea con los galos belgas en la pared de un colegio de la Rue de la Buanderie. Todo un homenaje al último de los álbumes que Goscinny y Uderzo hicieron para el más memorable de los cómics europeos.

P1240826Una verdadera suerte es la que tuvimos en el Museo del Cómic al poder valorar el original de Uderzo que se ubicaba en la exposición. Se trataba de una de las páginas del, para mí, mejor álbum de la serie: “Astérix Legionario” (1966) y, precisamente, de una de las mejores partes del mismo. El chiste sobre el enamoramiento es antológico.

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Astérix ha vendido más de 310 millones de álbumes en el mundo (seguido por Lucky Luke, con 300 millones y con Tintín, con más de 200 millones de BDs) y dado a conocer el mundo del cómic a un buen número de adultos que pensaban que esto es sólo para niños.

De hecho, la historieta no obtuvo reconocimiento como arte en Bélgica y Francia hasta los años 60, creándose instituciones para su estudio y convirtiéndose en parte fundamental de la cultura francófona. Por ello, el Centre Belge de la BAnde Dessinée es un lugar de culto para los belgas y por ello merece ser visitado por cualquiera interesado mínimamente en este maravilloso mundo. Por cierto, la exposición temporal de estos originales se denominaba “Tesoros de la BD europea” (se inauguró con Bélgica como capital de la UE) y por ello incluye originales de algunos de los más grandes dibujantes europeos de la historia.

Aquí abajo, originales de Hugo Pratt (Jesuita Joe, 1980), de David Lloyd (de la mismísima V de Vendetta, 1988) o de Igor Kordey (La historia secreta: la piedra negra de 2008).

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Así que salimos de nuevo a la calle dejando atrás el precioso edificio de Víctor Horta y nos dirigimos a la Maison de la Bande Dessinée (donde se ubica una gran colección de originales de la escuela Spirou) pero está cerrada así que seguimos buscando fachadas por las calles de Bruselas.

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A la izquierda, Víctor Sackville de Carin en Rue du Marché au Charbon y justo enfrente, en Rue des Bons Secours, a Ric Hochet de Tibet & Duchâteau. Son dos de las fachadas más famosas de la ruta y de la más bellas.

Lo tienen fácil: están en lo más céntrico de Bruselas, dejando claro la importancia que se le concede a un arte que en muchos países sigue considerándose menor cuando pertenece a la más digna de las dedicaciones. Cultura en Bruselas; entretenimiento infantil en nuestro país (se lucha contra ello, vaya). Y todo gracias a nombres que acompañarán por siempre a la ciudad que les vió nacer y al arte que ayudaron a encumbrar. Nombres como el de Hergé.

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