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5 de enero de 2007
Invernada de gansos en Villafáfila
La Reserva Natural de Caza de las Lagunas de Villafáfila, en Zamora, es una de las áreas naturales más emblemáticas de nuestro país. Alberga una interesante comunidad faunística, enmarcada en un ecosistema, el de las estepas cerealistas, que aunque sea artificial (nada que ver con las estepas naturales asiáticas, por ejemplo) no desmerece en diversidad y riqueza de otros medios naturales más conocidos.
El complejo lagunar de Villafáfila constituye uno de los más importantes humedales de todo el norte peninsular y, de acuerdo con la información que nos proporcionaron en el interesante vídeo del Centro de Interpretación, es uno de los más importantes enclaves para las aves acuáticas, esteparias y migradoras de nuestro país. Formado por tres lagunas principales -Salina Grande, Barillos y Salinas- y otra serie de humedales más pequeños, está enclavado sobre suelos arcillosos alrededor de la cuenca semiendorréica del río Salado.
En estas estepas, cubiertas de cultivos de trigo, cebada y alfalfa, aparecen también castañuelas (Scirpus pungens), carrizos y espadañas cercanas a las numerosas lagunas que se forman en la época postestival. Destaca también la gran superficie ocupada por matorrales halófilos, de apetencia salina, como Sueda vera.
Pero son las aves de las Lagunas las que hacen a esta reserva tan conocida. Es habitual ver a multitud de aficionados a la ornitología buscar en primavera las conocidas ruedas que los machos de Avutarda (Otis tarda) realizan como parte del cortejo nupcial. Es tal la calidad de las poblaciones de avutarda que por sí mismas requerirían que este espacio esté protegido. Pero las avutardas no son las únicas aves carismáticas de la reserva.
A finales de otoño comienzan a aparecer en Villafáfila los primeros gansos que viajan desde el norte de Europa a sus cuarteles de invierno en la Península Ibérica.
El Ánsar común (Anser anser) es una de las anátidas más grandes que nos visitan. De sus zonas de cría en la península escandinava vienen a pasar las épocas más frías en nuestro país, de inviernos más cálidos y con alimento suficiente como para cubrir las necesidades de los miles y miles de gansos que se acercan a las zonas húmedas españolas. Aunque Doñana suele ser el destino de referencia, Villafáfila no se queda atrás y cada año más de veintemil ánsares rebuscan con sus picos entre los cultivos zamoranos la comida que les permita volver a sus áreas de nacimiento.
En nuestra visita, a pesar de la pertinaz niebla que cubría toda la zona, pudimos observar numerosas bandadas de gansos, algunas con muchísimos ejemplares. Además, con un poco de suerte, se les puede acechar y fotografiar rebuscando entre la tierra desde muchos lugares de la reserva. Nosotros, por ejemplo, pudimos ver comiendo en un trigal un pequeño grupo de 4 ó 5 gansos en Otero de Sariegos, un pueblo prácticamente abandonado donde se ubica un observatorio de aves y donde se pueden observar algunos de los magníficos palomares tan característicos de Castilla y León.
El Ánsar común es una anátida que ha llegado a ser domesticada, convirtiéndose en las ocas de las que se saca el paté de foie. Es el mayor de los gansos que se presentan en la Península y es muy vocinglero, tanto en tierra como en vuelo están emitiendo sus característicos graznidos nasales, convirtiendo el paisaje frío e invernal de las Lagunas de Villafáfila en un sonoro concierto audible desde largas distancias.
Cuando vuela en bandadas, adopta siempre la típica y reconocible formación en V. Pero no sólo vimos gansos en nuestra visita a las lagunas. Varios Aguiluchos Laguneros (Circus aeruginosus) nos sobrevolaron con una envergadura asombrosa. Y numerosas anátidas acompañaban a los gansos en su búsqueda de alimento en las zonas inundadas; sobre todo Azulones (Anas platyrhynchos), Patos Cuchara (Anas clypeata, foto inferior), Porrones moñudos (Aythya fuligula) o Zampullines chicos (Podiceps nigricollis).
Pero nos pareció más emocionante encontrar, en el área de observación del Centro de Interpretación, eso sí, sendos ejemplares de Tarro Blanco (Tadorna tadorna) y una posible Barnacla Cariblanca (Branta leucopsis).
La Reserva Natural de Caza de las Lagunas de Villafáfila se encuentra al noroeste de la provincia de Zamora y se accede por una carretera (actualmente en obras) que comunica Villalpando (saliendo desde la A-6) con Villafáfila y Tapioles entre cuyos municipios se encuentra el Centro de Interpretación. Hay otras cosas que ver en la zona, pero lo más destacable es la arquitectura tradicional de Tierra de Campos, con los singulares Palomares como referencia antrópica más significativa.
Para comer, mejor acercarse en Villafáfila al Hostal Restaurante "Los Ángeles" para probar comida casera en todos los significados que dicha definición puede tener.