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27 de febrero de 2011

11 cosas que hacer en Bruselas

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1. Cruzar la Grand Place

Cruzarla una y mil veces, pues la fama que tiene la Grand Place de Bruselas es enteramente merecida, es una de las plazas más bonitas del mundo y ya la UNESCO la consideró patrimonio universal.

Así que giramos sobre nosotros mismos para admirar la barroca exuberancia de las fachadas, la riqueza de la arquitectura de los edificios de la plaza, la muchedumbre que se maravilla junto a nosotros… y los que pasan de largo, los que viven aquí y la han asumido como propia, pero a buen seguro que estarán orgullosos de ella.

Como del imponente Hôtel de Ville, el impactante Ayuntamiento de la ciudad, de estilo gótico y una torre central que asciende tanto hacia el cielo (96 metros) que es imposible fotografiarla entera.

P1240801 Todo en la plaza tiene interés: mirando la torre del Hôtel de Ville, a la izquierda está uno de esos pubs que no podemos evitar visitar: Le roi d’Espagne, con una idealizada efigie de nuestro Carlos II el Hechizado en su fachada (por aquel entonces, también éramos señores de los Países Bajos). Desde este pub la vista es asombrosa, si bien esto es general de cualquier punto de la plaza (que por cierto cuenta con otros pubs, que si bien mantienen el estilo de la arquitectura –sólo faltaría-, sí que desentonan un poco).

P1250511Y frente al Hôtel de Ville, la Maison du Roi, un abigarradísimo edificio que no puedes más que contemplar asombrado y, si te da tiempo, entrar y P1240795visitar el Museo que alberga en su interior, dedicado a la historia de la ciudad (y donde se muestran las decenas de trajes que le han ido  regalando al símbolo de Bruselas, el Manneken-Pis, de lo más variado).

En su momento fue el hogar de los monarcas reinantes, pero ahora comparte espacio con otras viviendas de la Plaza, algunas ciertamente singulares como la Maison des Ducs de Brabant, seis casas gremiales de estilo más neoclásico que ítalo-flamenco como el resto de la plaza o Le Pigeon, P1240796la vivienda donde se alojó Víctor Hugo cuando se exilió en Bélgica en 1852.

Éste es el corazón de Bruselas, y en su derredor hay numerosas callejuelas, estatuas que acariciar para ver si te dan suerte (como la dorada de Everad’t Serclaes), antiguos teatros de marionetas como el Théâtre Royal de Toone (http://www.toone.be/, cerrado en la fecha de nuestra visita, lástima), tiendas donde comprar recuerdos (La Boutique de Tintín está también aquí) o donde disfrutar de chocolates y gofres como sólo se hacen en Bruselas.

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2. Manneken-Pis, su familia y un hotel de lujo

P1240807No sé porqué tengo la sensación de que hay que ir a Bruselas para salir con la estatuilla meona de Rue de l’Etuve. Todo el mundo lo hace, nosotros no vamos a ser excepción, claro.

Pero aún así la figurilla es tan pequeña y humilde que sorprende que se haya convertido en el símbolo de la ciudad. No me voy a entretener en las más que probablemente falsas leyendas del origen de la estatua (que si un niño apagó una mecha así, que si una bruja convirtió en piedra a un niño meón..). Supongo que es querer ponerle un poco de encanto a una figura que no da para mucho más.

P1240810Es una fuentecilla en una callejuela del centro histórico de Bruselas con una pequeña estatua de bronce de 1619 realizada por Jerôme Duquesnoy (de 55 centímetros) para sustituir a una previa que fue robada por cualquiera de los múltiples ejércitos que han campado a sus anchas por el pequeño país belga.

P1240811 Y yo opto más bien por esta posibilidad: el robo de una estatuilla famosa la hace más ¿entrañable? por la población y por la sociedad y termina convirtiéndose en un símbolo de la misma y, consecuentemente, hay que enseñarlo. P1240842 Aunque en cualquier otro lugar pase desapercibido. Pero si te quieres reír, entonces tienes que volver tus pasos hacia atrás, a la Maison du Roi de la Grand Place los más de 600 trajes que le han ido regalando al muchacho durante la historia de Bélgica.

Y por cierto, de camino allí se puede pasar al lado de uno de los hoteles más famosos de Bruselas, el Hotel Amigo (http://www.hotelamigo.com/), aquel desde el que cuando era utilizado como cárcel clamaban los prisioneros gritando ¡Amigo! y que ahora es uno de los hoteles de lujo de la ciudad.

Manneken-Pis no está solo en la ciudad, está Jeanneke-Pis e incluso un Zinneke-Pis, la muchacha y el perro que también son buscados por los turistas, aunque con menos ahínco y de hecho, ni siquiera les dedicamos un minuto…

P1240829 3. Las fachadas BD y la ruta del cómic de Bruselas

Al fin y al cabo estábamos buscando las fachadas de cómic que aquí y allá aparecen en antiguas paredes vacías y que ahora están vivas y habitadas, como homenaje a los grandes autores del cómic belga o, mejor dicho, de la Bande Dessinée belga.

Y es que en Bruselas se respira el amor por el noveno arte, las tiendas de cómic florecen como las bombonerías, con varios museos dedicados al tebeo, con estatuas en la calle y con calles renombradas como personajes de cómic. Qué envidia sana…

P1250420 Qué placer recorrer las salas del Centre Belge de la Bande Dessinée (http://www.comicscenter.net/en/home), ver los originales mostrados y luego poder comparar sus viñetas con sus iguales de mayor tamaño de las calles del centro de la capital belga. De esta manera, Franquin, Morris, Hergé, Jacobs o Goscinny & Uderzo disfrutan de un permanente recuerdo en la ciudad donde nacieron o donde se les adoptó públicamente. Para recorrer la ruta del cómic te dan un mapa en la oficina de turismo o en el Museo del Cómic (supongo que en P1240825 cualquiera de los dos, pues hay más de uno…, como así también hay un Museo de Figuritas Originales de Cómic, el Moof (http://www.moof-museum.be/)) pero tú mismo lo puedes ir recorriendo a placer de calle en calle, mientras te encuentras una y otra vez con tiendas de cómic de primer nivel donde Tintín, los pitufos y Blacksad son los protagonistas absolutos. Como a esta ruta le dediqué la pasada entrada, no me extenderé más.

4. Víctor Horta y la Bruselas modernista

P1250282Ésta también es una fachada, pero no de cómic. Es la casa del arquitecto Paul Cauchie (1905), en el Barrio Europeo. Representa a las ocho disciplinas artísticas (entonces, todavía no se había desarrollado la novena) y en su estrecha fachada llama poderosamente la atención este esgrafiado soberbio (se realiza a través de la superposición de pintura y mortero,grabándose el motivo en la superficie resultante). La Maison Cauchie es una de las más importantes obras del llamado Art Nouveau (lo que en España se denominó modernismo) y cuyo emblema en Bruselas es el arquitecto Víctor Horta.

P1240776 P1250281 El edificio del Museo del cómic también es de Víctor Horta (los antiguos almacenes de Charles Waucquez), como lo es también la sede del Museo de Instrumentos Musicales, los antiguos Grandes Almacenes Old England de 1899. Todas sus obras están basadas en la unión entre hierro forjado y cristal, con piedra y madera en segundo plano, con llamativas curvas, columnas y con el hierro a la vista. La moda del Art Nouveau surgió a finales del siglo XIX y se extendió tanto que hay miles de fachadas modernistas en la Bélgica de hoy en día.

5.El Atomium bajo la niebla

P1250146Nos vamos en metro hasta Heysel para asistir sorprendidos a la grandeza del Atomium. Sabíamos que pretendía ser una molécula de hierro ampliada 165 billones de veces pero su tamaño, de 102 metros de altura, realmente nos dejó boquiabiertos. Y como Bruselas está en el P1250144 norte y todo el mundo nos decía la suerte que habíamos tenido con unos cuantos días de sol, pues al tercero, se estropeó.

¿Para qué subir al último átomo a ver las vistas de Bruselas si la niebla lo cubría todo? Así que nos ahorramos los 20 euros de la entrada..

En cualquier caso, merece la pena ir, las 9 esferas de 18 metros de diámetro que representan el modelo que de los átomos se tenía en los años 50 son realmente llamativas, una de ellas acoge un restaurante y todo. La excursión está bien y, a partir de la primavera, está abierto el parque Mini Europa, por lo que nunca está de más pasarse a ver el pabellón principal de la Exposición Universal de Bruselas de 1958, tan criticado en su momento y tan admirado ahora.

P1240926 6. La Catedral de Bruselas y Notre Dame du Sablon

Entre los edificios antiguos más interesantes de la capital belga están dos iglesias, la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula y Notre Dame du Sablon, ubicada en un barrio lleno de vida.

Santa Gúdula, muerta en 712, en realidad es casi una recién llegada, pues San Miguel dio nombre a la iglesia hasta que en 1047 trajeron aquí a la mártir… quedando por cierto casi solos en su interior pues los iconoclastas de P1240928 diferentes épocas y los revolucionarios franceses se encargaron de dejar casi vacio su interior.

Así que es el grandioso órgano Grenzing, de 4000 tubos, el que acapara la atención, junto a algunos llamativos cuadros que hacen mención a las típicas procesiones católicas, dado el carácter de esta recientemente nombrada catedral.

Su competidora en belleza es Notre Dame du Sablon, siendo ambas típicos ejemplos del gótico de Brabante. Sablon, denominación antigua de pantano, es un barrio encantador, con un mercadillo tipo rastro y un buen número de tiendas de antigüedades verdaderamente asombrosas.

P1250436La iglesia de Notre Dame du Sablon, con sus pináculos, torrecillas y campanarios está a lado de la Place du Petit Sablon, una pequeña plaza de estilo francés (construida en el XIX pero de estilo renacentista) con hasta 48 estatuillas de bronce representando a las corporaciones.

En el centro de la plaza, los condes d’Egmont y Hormes, héroes belgas de la resistencia frente a los españoles. Así está la cosa, aquí somos los malos.

P12503107. Parque y Museo del Cincuentenario y Barrio Europeo

La primera impresión del Barrio Europeo es francamente mala. No sólo es feo, sino que parece otra ciudad diferente a la Bruselas que hemos recorrido antes. Es cierto que vamos en domingo y que todo está vacio (como la City londinense en domingo, lo mismo) pero aquí se añade cierta sensación de soledad. Menos mal que está el Parque del Cincuentenario y todo un complejo alrededor que lo hacen mucho más interesante.

El Parque del Cincuentenario es muy grande y se creó en 1880 por Leopoldo II para conmemorar, claro, el cincuentenario del recién creado Reino de Bélgica. Un enorme Arco de Triunfo de 1905 da pie a visitar tres grandes museos incluidos en el complejo. Así que paseamos bajo el Arco y entre los árboles. comiendo gofres y admirando paisajes de postal (urbana).

P1250371 El Museo de Arte e Historia Militar lo dejamos para mejor ocasión, pero sí que tenemos el placer de recorrer el Autoworld (http://www.autoworld.be) una conocida colección de coches antiguos, más de 400 vehículos de todas las épocas, en el que por lo menos nosotros que somos ignorantes totales del mundo del automóvil, quedamos encantados y sorprendidos ante tal variedad de colores, tamaños y marcas (Ford, Renault, Opel, Austin –como este de 1931 de la izquierda- e incluso nuestro modesto Seat 600, uno de los dos coches españoles –junto al hispano suizo- que se muestran en el Autoworld).

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Pero nosotros, claro está, preferimos dedicar la tarde a recorrer las salas del Museo del Cincuentenario, parte de los Reales Museos de Arte e Historia http://www.kmkg-mrah.be/newfr/index.asp?id=507. Hay mucho por ver en este museo dedicado a las grandes civilizaciones del mundo, desde una maqueta de la Roma de los Césares hasta salas dedicadas a Egipto o al yacimiento sirio de Apamea, donde tuvimos la suerte de estar este verano (http://isla-muir.blogspot.com/2010/09/apamea-bosra-y-rusafa-yacimientos-en.html).

P1250323 Así que entre piezas merovingias, romanas, griegas y celtas hallamos todo un mundo extraído a partir de uno de los yacimientos más bonitos de Siria. A destacar, por cierto, una estatua de bronce de Septimio Severo de tamaño natural que hará las delicias de los aficionados a la Roma antigua.

8. Iguanodones de Benissart en el Museo de Ciencias Naturales

P1250161 Y si nos vamos más atrás en el tiempo damos con la prehistoria belga. Y qué mejores representantes de la misma sino los famosos Iguanodontes de Benissart, las estrellas del Muséum desde Sciences Naturelles de Bruselas, que también está muy cerca del Parque del Cincuenterario (http://isla-muir.blogspot.com/2011/02/los-iguanodontes-de-benissart-y-otras.html).

El Museo de Ciencias Naturales (http://www.naturalsciences.be/) tiene la mayor exposición dedicada al mundo de los dinosaurios de Europa, P1250236 más de 4500 metros cuadrados de una exposición muy didáctica dedicada a los Iguanodontes hallados en la mina de Benissart y un buen número de copias de esqueletos famosos de los saurios de la Era Secundaria.

Pero además, excepcionales esqueletos de ballenas en una sala que te quita el hipo, fósiles de mamuts, rinocerontes lanudos, osos cavernarios… o una galería de la evolución donde se atreven a mirar hacia el futuro, no quedarse en el pasado. Una visita de lo más recomendable.

9. El Museo Magritte y los Museos Reales de Bellas Artes

El Museo Magritte de Bruselas está ubicado en el interior de los Museos Reales de Bellas Artes (http://www.fine-arts-museum.be/site/EN/default.asp) que, además, se sitúan en una de las zonas más bonitas de la ciudad, el Quartier Royal, el barrio real con el Palacio Real de estilo clásico de Carlos de Lorena en primer plano.

P1250451 Así que entramos al Museo de Bellas Artes sólo para encontrar cerrado el Museo Magritte. Gran decepción que queda matizada por las preciosas obras que sí están expuestas en el Museo principal. Nos quedamos con la web del Museo Magritte, una de las mejores que he visto, http://www.musee-magritte-museum.be/ y pasamos a recorrer las salas de los Reales Museos.

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Y como era de esperar, las obras maestras de la colección son las de los flamencos primitivos (como Van der Weyden, Dieric Bouts o Hans Memling), las escenas rurales de Brueghel el Viejo (con el Censo en Belén como estrella de la colección), las escenas llamativas de Brueghel el Joven (como su La lucha entre Carnaval y Cuaresma de abajo en el centro) o algunas obras de grandes maestros como Rembrandt, Rubens o Van Dyck. De igual forma, hay espacio para obras de fama internacional, como La muerte de Marat de Jacques-Louis David o los retratos de Adán y Eva de Lucas Cranach El Viejo.

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10. Comer lo típico de Bruselas: Mejillones con patatas fritas y gofres

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Contamos uno por uno los mejillones que se habían cocido al vapor en la enorme cazuela que nos trajeron para cenar: 137 moules pequeños pero deliciosos que nos (me) echamos para el cuerpo. Y unas poquitas patatas fritas para acompañar.

Se trata del plato más típico (supongo que orientado sobre todo para los turistas) que puedes comer en Bruselas y la verdad es que se deben probar, están realmente buenos, contando además con la riquísima salsa con la que los hacen.

Tuvimos oportunidad de probarlos en La Côtelette, uno de los restaurantes de la Rue de Bouchers, cerca de la Grand Place, que es la calle de restaurantes turísticos donde intentan atraerte para que comas en cada uno de ellos. Valió la pena, en cualquier caso.

P1240819 Pero para probar otro tipo de comida belga, nada mejor que pasarse por el Mer du Nord (Noordzee), la barra de una pescadería a pie de calle, donde probar algo de sopa de pescado, algún marisco, caracoles, calamares o pez a la plancha, servido con un vino Muscadet igual de frío que el exterior. Es un sitio curioso (está en Rue Sainte-Catherine, 45) y la gente es muy amable, tocando la campanilla cada vez que los camareros quedan libres. Es un sitio encantador para tomar algo rápido siempre y cuando no hiele en el exterior (y si es así, siempre puedes calentarte con la rica sopa de pescado del día).

P1240848 Pero si hay algo verdaderamente bueno de la comida de Bruselas son los gofres¡ Los venden en todos lados y están riquísimos. Hay dos tipos: el de Lieja y el de Bruselas y un sitio interesante para comerlos en Dandoy (http://www.biscuiteriedandoy.be) uno de los sitios clásicos para tomarlos (sobre todo el Dandoy cercano a la Grand Place). Allí nos contaron las diferencias entre los dos gofres, siendo el de Lieja el más habitual y rico (e internacionalmente exportado) mientras que el de Bruselas es más grande y consistente pero con mucho menos azúcar, esto es, menos dulce.

11. De compras por las Galerías Saint Hubert

P1250515 Está claro que lo habitual es comprar chocolate en Bruselas. Hay cientos de bombonerías, chocolaterías y pastelerías donde hacerse con unos cuantos. Y no hace falta decir lo buenos que están. Otra opción es comprar algún cómic o alguna figura de cómic en las decenas de tiendas de cómic repartidas por toda la ciudad (la más prestigiosa, Pierre Marcolini http://www.marcolini.be/).

Quizá, si se tiene dinero suficiente, puedes llevarte una antigüedad. Pero una verdadera,cara e impresionante. En el barrio del Sablon hay algunas tiendas de antigüedades de las de caerte de espaldas, con bustos romanos, estatuas egipcias, relieves, columnas… la verdad es que quien fuera rico para hacerse con algunas de etas piezas…

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Otra opción es recorrer las Galerías Saint Hubert, las primeras galerías cubiertas de Europa, diseñadas en 1847 y bastante elegantes, con la cúpula de cristal filtrando una luz de la que suele carecer Bruselas, casi siempre cubierta con un cielo encapotado que no siempre tuvimos opción de sufrir, pues nos hizo buen tiempo la mayor parte de la estancia.

P1240780Y el cielo azul sobre la plaza du Petit Sablon, sobre la Grand Place, la Place de l’Albertine o la Plaza de España, justo antes de entrar en la Grand Place y llevarse consigo mil imágenes encantadoras de una de las capitales europeas más encantadoras que hemos visitado.

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12 de febrero de 2011

La ruta del cómic de Bruselas

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La envidia (sana) nos corroe al recorrer las calles de Bruselas. El amor por la BD, por el comic belga, por los grandes personajes y por los admirables autores se palpa y se vive en la capital de Bélgica. Sólo el número de chocolaterías es mayor que el número de tiendas de cómic en algunos barrios (de acuerdo, es una exageración, ¡pero a veces lo parece!), en las calles tienes la oportunidad de maravillarte ante las famosas fachadas BD (el istado completo, en http://www.brussels.be/artdet.cfm?id=5316&) y, encima, algunos de los museos más visitados están centrados en la historia del noveno arte.

P1240857 Ésta, precisamente, en la emblemática entrada al Centre Belge de la Bande Dessinée (http://www.comicscenter.net/en/home), el concepto belga de cómic, vaya, y de la que procede el acrónimo BD con el que se identifica en media Europa a la novela gráfica. Está ubicado en un edificio precioso del Barrio de Sainte Catherine, a un paso de la catedral y a dos de la Grand Place. El edificio es del famoso arquitecto del Art Nouveau Víctor Horta, quien ló diseñó en 1906 para albergar las Tiendas del Barón Charles Waucquez. Por eso es tan luminoso, tan amplio y la entrada parece la plaza central de un zoco abierto.

En 1983, y ante el deterioro del edificio se decidió aprovecharlo para que albergase un museo de la historieta belga de forma que se conservasen dos grandes tesoros de la cultura belga: el edificio de Horta y los originales de los mejores autores del cómic patrio.

En esta misma plaza encontramos una de las mejores tiendas de cómic de la ciudad, la Libraire Slumberland (http://www.slumberlandbd.com/), donde nos hicimos con algún recuerdo. Pero aún siendo una gran tienda de cómic no es la mejor tienda de cómics de la ciudad.

P1240834 Aprovecho entonces para hacer un inciso y reflejar la calidad de algunas de las tiendas que pudimos visitar. Sin duda alguna, la que más nos gustó fue Brüsel (www.brusel.com), en Anspach, nº 100. También pateamos otras, algunas de segunda mano como Le bande des Six Nez (http://www.eric2.net/labandedessixnez/) o Petit Papiers (http://www.petitspapiers.be/) así como algunas de productos nuevecitos y recién sacados al mercado. En todas ellas, son los álbumes los que reinan aquí y allá. Conocido es el amor que tienen los franceses y los belgas al comic y al formato álbum, pero llega a ser verdaderamente sorprendente. La grapa no existe.

P1240837Ahora está de moda el Blacksad de nuestro Juanjo Guarnido y sus personajes animales aparecen por todos lados, estratégicamente mezclados con el verdadero protagonista de todas las tiendas. Tintín, por supuesto. Hay muchísimas cosas de Tintín y casi todas muy chulas. P1240851 Sin lugar a dudas yo me quedaba con la impresionante estatua Arumbaya de La Oreja Rota. Por cierto, la afamada Boutique Tintín (http://www.tintinboutique.com/fr/), cerca de la Grand Place, nos decepcionó mucho, pues prácticamente no tienen nada (y menos comparado con los escaparates de Brüsel, por ejemplo) y, además, caro.

También hay múltiples objetos relacionados con el resto de personajes de la historieta franco-belga, desde Los pitufos a Astérix, desde Spirou el Marsupilami a Gastón el Gafe. Y es precisamente Gastón Lagaffe el que nos invita a entrar en el Museo del Comic de Bruselas. Una enorme figura de la creación de André Franquin.

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Así pues,volvamos sobre nuestros pasos al Centre Belge de la Bande Dessinée. En la Plaza principal estábamos, preparados para encontrarnos cara a cara con el Cohete de Tintín Objetivo: la luna, con una figura de Astérix (e Ideafix) y sendas esculturas de Tintín, una con Milú y un busto realizado por el propio Hergé. P1240924 Nos hacemos fotos como la mayor parte de turistas y amantes del cómic que pasan por aquí,al fin y al cabo el cohete rojo y blanco se ha convertido casi en un icono.

En el primer piso, donde se ubica realmente el Museo y se compra la entrada, aparecen los astronautas que llegaron con el cohete en figuras de tamaño natural que hacen las delicias de los visitantes.

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Y hasta aquí la parte que podía ser divertida. Es curioso cómo en internet hay muchas opiniones en contra del Museo del Cómic de Bruselas atendiendo a que no es para niños o que resulta aburrido. El origen de estas opiniones se halla en la permanente influencia que aún existe en nuestra sociedad acerca de la asociación infancia y cómic, heredada de los tiempos de Bruguera. A ver, el museo en sí no es nada espectacular y es evidente que carece de medios.

P1240873 Se limita a mostrar un par de exposiciones bien hilvanadas con muestras de cómics antiguos(especialmente la dedicada al propio Tintín),  y a mostrar originales de grandes autores (preferentemente belgas) con lo que puedo entender que si llevas allí a los niños lo más probable es que terminen dormidos al lado de las vitrinas dedicadas a Los Pitufos (perdón, Les Schtroumpfs).

P1240868 De hecho, la exposición dedicada a Tintín pasa por ser la más entretenida si bien su contenido es francamente flojo. Te puedes hacer una foto, eso sí, en el cuadro del antepasado del Capitán Haddock con El Unicornio detrás. Pero por lo demás utiliza grandes paneles con muy poca información acerca de la principal creación de George Remi (Hergé, con sus iniciales al revés).

Están los aspectos básicos del éxito de Tintín. Al fin y al cabo, los rasgos del periodista son prácticamente inexpresivos, sencillos y neutros, en comparación con las mil caras y emociones del Capitán Haddock.

Pero además, Tintín se adapta a las situaciones y en función de las necesidades del autor, el chaval se transforma en un oriental, un africano o un escandinavo. Es decir, Tintín es Nadie y es Cualquiera y en ello se basa el éxito de la serie (por supuesto, aún siendo tan poca cosa, puede con todo y el magnífico elenco de secundarios recurrentes en cualquier lugar del mundo le da el toque definitivo de obra maestra).

P1240916 En el Museo se muestran desde originales de Hergé (dos páginas de Las joyas de la Castafiore de 1961)hasta un práctico esquema de las apariciones de cada personaje y su evolución a lo largo de los álbumes; P1240886 así como las ediciones de la revista Tintín de los años 40 en las que aparecían sus aventuras de forma periódica (aquí, al lado, su nº 1).

Georges Remi nació en Bruselas en 1907 (como muchos otros grandes autores) y por ello Tintín fue elegido para ilustrar una de las principales (y de las primeras, allá por 1991) fachadas de la ciudad en lo que terminaría siendo la Ruta del Cómic de Bruselas.

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La fachada dedicada a Tintín está en el centro, muy cerca del Manneken-pis, en la Rue l’etuve. En ella Tintín, Milú y el Capitán Haddock bajan unas escaleras estrechas que aprovechan la reducida anchura de la fachada pintada.

La idea de la Ruta del Cómic es fantástica: aburridas paredes grises se transforman en vívidas imágenes de lo más granado del cómic franco-belga para uso y disfrute de los visitantes y de los habitantes de la ciudad.

Una ciudad, Bruselas, que además de todos éstos frescos ha renombrado algunas de sus calles con esos mismos personajes. Por eso es fácil encontrarse con la Calle de Los Pitufos, la de Spirou y Fantasio o con la del Profesor Tornasol.

P1240844Volviendo al Centre Belge de la Bande Dessinée (que, por cierto, no es más que la traducción al belga del inglés Comic Strip), después de la exposición de Tintín se expone un intento de historia del cómic belga a través de sus grandes autores (utilizando, sobre todo, páginas antiguas y curiosas reproducciones relacionadas con los principales personajes). Esta exposición permanente se complementa con exposiciones temporales dedicadas a mostrar originales de estos mismos autores, originales que van cambiando en el tiempo para su mejor protección y para que siempre haya algo nuevo que ver.

P1240878En la exposición principal, los ejemplares de las revistas, competencia en su época, Le Journal de Spirou y Le Journal de Tintín se dan la mano para ir presentando a los grandes nombres de la historieta belga. Aprovecharé ese mismo espíritu para mostrar las fachadas más curiosas de la ruta del cómic de Bruselas que les homenajean (si bien me limitaré a los autores más conocidos por éstos lares).

Éste de aquí al lado es el despacho de Edgar P. Jacobs (con muebles y objetos personales del autor). Junto con Hergé fundó la revista Tintín en 1946 y lo hizo por todo lo grande, con Le Rayon “U” en donde comenzaron a aparecer Blake y Mortimer, algunos de los personajes más famosos del cómic europeo.

P1240898 Su fachada está en la Rue du Houblon (con la Marca Amarilla detrás) mientras que en el Museo se expone en este momento un original de 1949, de El Secreto del Espadón. Jacobs fue el primer autor de cómic que investigó en campo y cogió notas, fotografías y esquemas para ilustrar sus álbumes. Sólo hay que ver las páginas del Museo Egipcio de El Cairo de “El secreto de la Gran Pirámide”.

P1240900 Mientras tanto, en la competencia, André Franquin se había hecho con el personaje principal del Journal de Spirou, el mismo Spirou (acompañado de Fantasio y, mucho después, del Marsupilami). Franquin, igual que Hergé o que Jacobs, nació también en Bruselas, solo que veinte años después, en 1924. Es el creador de Gastón Laffage (su fachada está en la Rue de l’Ecuyer) el antihéroe torpe, gafe y sin trabajo pero además es el responsable de la más larga y aclamada etapa de Spirou.

P1240876 Este personaje fue creado en 1938 por Rob-Vel y es uno de los pocos casos en los que el autor vendió a la editorial (Dupuis) su creación y por ello han pasado otros muchos guionistas y dibujantes por ella. Curiosamente, el único personaje de los muchos creados por Franquin que éste conservó para sí fue el Marsupilami, que desde que Franquin dejó la serie del botones dejó de aparecer o ser mencionado en ella.

P1240894El original mostrado es del álbum de 1956 Le gorille a bonne mine y al lado aparecen reproducidas las chaquetas rojas típicas de botones que suele utilizar Spirou.

Una larga sombra de vaquero aparece por detrás de las puertas de madera del Saloon donde Lucky Luke parece querer entrar.

P1240823Lucky Luke es una creación de Morris, una parodia del salvaje oeste que apareció también en Spirou en 1947. Curiosamente, una buena parte de los álbumes de Lucky Luke fueron guionizados por Goscinny. La fachada que ocupa Lucky Luke (y Los hermanos Dalton) en Bruselas es la más grande de todas (180 metros cuadrados) y está en la Rue de la Buanderie.

Atrás dejamos en el Museo a otros grandes autores belgas o franceses: Jijé, De Moor, Sleen, Jacques MArtin (¡tengo que hacerme con su serie de Alex¡), Roba o Peyo.

Peyo (Pierre Culliford), también nacido en Bruselas (1928) es el creador de la serie medieval Johan y Pirluit, que también apareció en Spirou en 1952. La serie era muy emocionante y estaba bien hasta que en un episodio e 1958 aparecieron unos enanitos azules que pasaron a formar parte del inconsciente mundial: los pitufos.

P1240902 A pesar de todo ello, no cuentan con una fachada para ellos pero al menos en el Museo del Cómic se muestran un buen número de objetos relacionados con Les Schtroumpfs y de Gargamel, el malvado brujo que les persigue (junto con Azrael). Entre ellos este original de 1959 en el que aparecen Johan y Pirluit en una de las primeras apariciones de los pitufos.

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Las calles de Bruselas sí que abren sus paredes a que las ocupen otros grandes personajes del cómic no precisamente belgas. Es el caso de Astérix o de Corto Maltés. Astérix aparece con los principales personajes de la aldea con los galos belgas en la pared de un colegio de la Rue de la Buanderie. Todo un homenaje al último de los álbumes que Goscinny y Uderzo hicieron para el más memorable de los cómics europeos.

P1240826Una verdadera suerte es la que tuvimos en el Museo del Cómic al poder valorar el original de Uderzo que se ubicaba en la exposición. Se trataba de una de las páginas del, para mí, mejor álbum de la serie: “Astérix Legionario” (1966) y, precisamente, de una de las mejores partes del mismo. El chiste sobre el enamoramiento es antológico.

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Astérix ha vendido más de 310 millones de álbumes en el mundo (seguido por Lucky Luke, con 300 millones y con Tintín, con más de 200 millones de BDs) y dado a conocer el mundo del cómic a un buen número de adultos que pensaban que esto es sólo para niños.

De hecho, la historieta no obtuvo reconocimiento como arte en Bélgica y Francia hasta los años 60, creándose instituciones para su estudio y convirtiéndose en parte fundamental de la cultura francófona. Por ello, el Centre Belge de la BAnde Dessinée es un lugar de culto para los belgas y por ello merece ser visitado por cualquiera interesado mínimamente en este maravilloso mundo. Por cierto, la exposición temporal de estos originales se denominaba “Tesoros de la BD europea” (se inauguró con Bélgica como capital de la UE) y por ello incluye originales de algunos de los más grandes dibujantes europeos de la historia.

Aquí abajo, originales de Hugo Pratt (Jesuita Joe, 1980), de David Lloyd (de la mismísima V de Vendetta, 1988) o de Igor Kordey (La historia secreta: la piedra negra de 2008).

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Así que salimos de nuevo a la calle dejando atrás el precioso edificio de Víctor Horta y nos dirigimos a la Maison de la Bande Dessinée (donde se ubica una gran colección de originales de la escuela Spirou) pero está cerrada así que seguimos buscando fachadas por las calles de Bruselas.

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A la izquierda, Víctor Sackville de Carin en Rue du Marché au Charbon y justo enfrente, en Rue des Bons Secours, a Ric Hochet de Tibet & Duchâteau. Son dos de las fachadas más famosas de la ruta y de la más bellas.

Lo tienen fácil: están en lo más céntrico de Bruselas, dejando claro la importancia que se le concede a un arte que en muchos países sigue considerándose menor cuando pertenece a la más digna de las dedicaciones. Cultura en Bruselas; entretenimiento infantil en nuestro país (se lucha contra ello, vaya). Y todo gracias a nombres que acompañarán por siempre a la ciudad que les vió nacer y al arte que ayudaron a encumbrar. Nombres como el de Hergé.

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