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24 de agosto de 2011

Obras maestras del Metropolitan Museum of Art de Nueva York (III): Arqueología

P1280938Éste es el Templo de Dendur. Igual que nuestro Templo de Debod o del Templo de Taffeh del Rijksmuseum van Ouheden de Leiden (aquí) fue regalado por las autoridades egipcias como muestra de agradecimiento a aquellos países que echaron una mano en la salvaguarda de tesoros arqueológicos que iban a ser inundados por la construcción de la presa de Asuán (aquí).

DSCN2597La diferencia estriba en que mientras nosotros lo hemos dejado a la intemperie sometido a efectos meteorológicos tan habituales en el Alto Egipto como las heladas, las nevadas y las lluvias frecuentes, en EEUU han preferido abrir una luminosa y espléndida sala en el Museo Metropolitano de Nueva York para mayor gloria de este Templo construido en granito en época de Augusto y dedicado a Isis a los hijos deificados de un jefe nubio.

Y la verdad es que está muy bien reconstruido, no sólo el templo en sí, que fue trasladado piedra a piedra, sino la ambientación, la iluminación, el canal con agua en derredor con papiros y lotos en su interior y las posibilidades de acceder al templo directamente. La verdad es que estos americanos se lo montan bien. Y es que el MET es uno de los mejores museos que he podido visitar, si no el mejor de todos ellos. Todo es grandioso y realizado como si el espacio sobrase y el dinero nunca faltara. Y eso que se supone que la cuantía de la entrada la eliges tú, que es voluntaria, pero como ya comenté en la entrada anterior, dedicada a la pintura, se trata de un mito.

P1280869Las posibilidades para la arqueología son inmensas. Salas y salas con material excepcional de muchas épocas y civilizaciones. Como lamentablemente nos vimos obligados a elegir, nos quedamos con Egipto, Grecia, Roma, Mesopotamia y la parte medieval. Así que en esta entrada me centraré en los primeros dejando la parte medieval y la decorativa (además de las salas americanas) para la próxima.

Antiguo Egipto

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Mientras que Francia, Inglaterra, Italia y Alemania monopolizaron el estudio del antiguo Egipto a lo largo del siglo XIX (estudio y recolección a gran escala), la participación de Estados Unidos fue posterior, a partir de 1874, lo que no quiere decir que lo se exponga en el MET sea poco (más bien se expone todo, treinta y seis mil objetos, muchos de ellos por catalogar todavía que se muestran en espacios preparados para ello y perfectamente identificados, como en la foto de la izquierda) o no sea espectacularDSC01234 (no hay más que ver las gigantescas figuras de Hashepsut del Templo de Deir el Bahari o la mastaba de Perneb que es, precisamente, con la que se comienza la visita).

La sección dedicada a Egipto, como no podía ser de otra forma, está organizada cronológicamente, del pre-dinástico al Egipto romano (del que forma parte el Templo de Dendur). Es indudable que la disposición de la Tumba de Perneb está orientada a ser visitada en primer lugar y asombrar al respetable.

La fachada y la capilla de la Tumba de Perneb fueron compradas en 1913 al gobierno egipcio de entonces, al que le importaba bien poco lo que pudiera pasar con sus bienes. Sin embargo, la tradicional cámara donde se ubica la estatua del inhumado permaneció en su lugar, en Saqqara, al norte de la pirámide escalonada del rey Djoser.

P1280862Perneb (cuyo nombre significa “Mi Señor ha venido directo a mí”) era un personaje de la Corte de los faraones Unas o Isesi, allá por 2381-2323 aC, probablemente un chambelán cuya familia venía asistiendo a la realeza al menos desde la época de su padre, Shepsesre, quien llegó a ser visir. De hecho, Shepsesre y Perneb ocuparon tumbas unidas, lo que da pistas sobre ese posible parentesco.

El caso es que Perneb aparece en numerosas ocasiones en los relieves pintados de las paredes de la tumba, sobre todo recibiendo comida y otros regalos de parientes, criados o clientes. La tumba, como era costumbre en su época, mantenía una mastaba exterior de piedra caliza con una capilla para ofrendas y una cámara para la estatua de Perneb así como una cámara sepulcral subterránea. La capilla contaba en su momento con una losa amplia donde se colocaban ofrendas, así como con dos pequeños obeliscos dedicados al Sol, la principal fuente de vida. Cerca se ubicaba la habitual puerta falsa, la puerta mágica por la que el difunto podría pasar a recibir alimento, el mismo que formaría parte de las ofrendas dejadas por los acompañantes al entierro y sucesivos visitantes. Por cierto que el MET expone otra impresionante puerta falsa, la de Mechechi, un supervisor de palacio de la Dinastía VI, también cercana a Saqqara, pues entre las diez inscripciones incluidas en la puerta (sobre todo, textos solicitando ofrendas para Mechechi) varias de ellas describen al supervisor fallecido como “venerado ante Unas”, último rey de la dinastía V y cuya tumba y pirámide derruida se encuentra cerca de la del rey Djoser.

P1280878Perneb también asistiría a faraones de la V dinastía, una de las más tempranas y de la que se tienen pocas referencias materiales. Una de ellas está también aquí en el MET. Se trata de la única representación tridimensional, en escultura de gneis, de Sahura, el segundo rey de la dinastía V (cerca de 2458-2446 aC).

Sahura, con su nemes y su barba cuadrada, está sentado en un gran trono y muy cerca se sitúa una figura más pequeña, Koptos personificado. Koptos era uno de los nomos (provincias) del Alto Egipto y está ofreciendo al rey un símbolo de vida, el más que conocido Ankh. Esta figura mantiene una barba rizada y una peluca arcaica, símbolos de su divinidad. Sobre su cabeza, el estandarte del nomo Koptos, un doble halcón. Se trata de figuras muy parecidas a algunas de Micerinos (que pertenecía la dinastía anterior, a la IV) halladas en su templo de la llanura de Gizeh.

P1280868Antes de caminar hacia delante, también merece la pena mencionar que en el MET se guardan algunas piezas del Egipto predinástico muy curiosas, entre las que destacaré un conjunto de bonitas vasijas pintadas del periodo Naqada II (cerca de 3400 aC),pintadas pero no al azar sino con escenas de acontecimientos religiosos o sociales aún por determinar. P1280870

También hay un llamativo león de cuarzo (cerca de 3000 aC), una probable ofrenda votiva a un templo, y asociado muy probablemente a la primera dinastía (la cola enrollada sobre el lomo es típica de esta época).

P1280867Y no podía faltar alguna paleta del predinástico para terminar con esta fase temprana. En este caso destaca un fragmento de paleta que representa una perra amamantando a sus cachorros. Se diseñó para moler el maquillaje y cosméticos varios y se enterraba con su propietario, razón por la que han aparecido unas cuantas (y muchas, con una carga simbólica o conmemorativa importante). Del mismo material se exponen unos vasos rituales fechados en la primera dinastía que hablan por sí solos de la industria de la época.

clip_image002[9]Y si hay un rey conocido de las dinastías tempranas (excepción hecha de Keops y compañía) es Djoser o Zóser, el de la pirámide escalonada y el templo que la circunda, la más impresionante (a mi modo de ver) de todas las pirámides de Egipto. Por eso sorprende ver estos azulejos de fayenza procedentes de las paredes de los galerías y habitaciones funerarias del rey, por debajo de la pirámide escalonada de Saqqara.

Se trataba posiblemente de copiar el aspecto de las paredes de su palacio, quizá cubiertas de carrizos, papiros o juncos, dando una imagen perdurable de poder en la vida y después de ésta.

Avancemos en el tiempo y situémonos en el Imperio Medio para encontrarnos cara a cara con Mentuhotep II, de la Dinastía XI, uno de los faraones más importantes de este periodo histórico de Egipto y que está muy bien representado en el MET.

Se trata del faraón que sacó a Egipto de un periodo problemático y oscuro, unificando los dos reinos, el Alto y el Bajo Egipto, en uno sólo. Con él se identifica el Imperio Medio y por eso es bien conocido, teniendo en cuenta además que aunque destruido por el paso del tiempo, tiene su templo funerario en Deir el Bahari, cercano al de Hatshepsut o el de Tutmosis III. Además, es fácil reconocerle por la iconografía y los gustos artísticos de la época: Mentuhotep II es el faraón que parecía tener un problema permanente de circulación, pues sus figuras siempre parecen sufrir de retención de líquidos en sus piernas.

P1280894Hay varias piezas interesantes procedentes del Templo de Mentuhotep II. La más impactante es el relieve superior, de una realización delicada y sensible, pintado e inscrito con mucho detalle (hay una fachada incluida en el relieve bastante fiel). Una curiosidad: hay una imagen a la derecha perteneciente a una diosa; esta imagen fue destruida durante el periodo de Amarna, cuando Akhenaton impuso el culto monoteísta de Atón, y fue posteriormente reparada con yeso durante la XIX dinastía; es decir, el Templo seguía en uso siete siglos después de su construcción.

P1280890También se exponen numerosos fragmentos de relieves de la tumba de la mujer (y hermana) de Mentuhotep II, la reina Neferu, también situada en Deir el Bahari. Entre otras piezas, hay una gran estatua de Mentuhotep II (uno de cuyos nombres completos era Nebhepetra Mentuhotep) en la celebración de su jubileo (su Heb Sed, su celebración de 35 años reinante) y que estaría dispuesta junto a otras similares en el camino de acceso a su templo de millones de años. Su estilo estaría orientado a parecer antiguo, arcaico, es decir, a recordar a aquellos quienes la vieran que Mentuhotep II había reunificado un país con miles de años de historia detrás.

Pero es quizá el último canciller de Mentuhotep II, Meket-Ra (o Mekutra, o Meket-Re) el que más ha hecho volar la imaginación de aquellos a quienes nos gusta el Egipto de los faraones. Meket-Ra fue canciller de Mentuhotep II y de su sucesor e iniciador de la Dinastía XII, Amenhemat I. Por ello fue el último de los nobles de la Dinastía XI en ser enterrado en el Oeste de Tebas pues la dinastía XII se fue al norte, a Menfis.

Su tumba (TT 280), como la gran parte de ellas, fue saqueada ya en el pasado, de Meket-Ra no quedaron ni sus ofrendas. Por lo menos, hasta el 17 de marzo de 1920 cuando el responsable de las colecciones egipcias del MET allá en el país árabe, el conocido Herbert E. Winlock, descubrió una cámara de su tumba todavía cerrada y que no había sido tocada por los ladrones.

clip_image002El descubrimiento fue sorprendente pues lo que guardaba esta cámara era fascinante (de todo ello hizo las fotos correspondientes Harry Burton como ésta de aquí al lado, de la mañana del 19 de marzo de ese año; Winlock y Burton colaboraron activamente en otro de los grandes descubrimientos de la egiptología moderna, el de la Tumba de Tutankhamón).

Ya desde el Imperio Antiguo era habitual incluir en los relieves de las tumbas imágenes relacionadas con la vida de aquel entonces de forma que el difunto tuviera un ambiente en el que moverse en la otra vida (y todo aquello que necesitase), la moda que se impuso en el Imperio Medio fue todavía más concreta y comenzaron a realizarse maquetas de madera pintada que ofrecían momentos, escenas y ambientación de la vida del Egipto de 2000 aC.

P1280902Y la cámara oculta de la Tumba de Meket-Ra estaba repleta de este tipo de maquetas. La mayor parte estaba en unas condiciones asombrosamente buenas, sólo había algunas dañadas por la caída de bloques del techo que fueron reconstruidas convenientemente.

P1280908De hecho, por el eventual peligro de que dicho techo se viniera abajo, las maquetas fueron rápidamente extraídas de él y lo que vieron los ojos de la gente de Winlock les debió dejar sin palabras: barcos, jardines, huertos, escenas de la vida del campo, graneros, templos, tiendas, trabajos, talleres de carpintería, talleres de tejidos, escenas de pesca, figuras de todo tipo… un total de 24 maquetas de las que, después del reparto al que se estaba obligado en la época, quedan un total de 13 en el MET y 11 en el Museo Egipcio de El Cairo.

P1280880P1280899En origen, las figuras de cada una de las maquetas estaban cubiertas con pequeños vestidos de tela, las maderas de los cascos de las barcas o de las paredes de las tiendas y talleres estaban realizados con sicomoro. El jardín y la práctica totalidad de las figuras estaban realizadas en madera de coníferas, necesariamente importada en aquel tiempo.

En definitiva, el Metropolitan Museum de Nueva York puede enorgullecerse de mostrar la mayor parte de las maquetas de la Tumba de Meket-Ra. Y no sólo maquetas de barcos y edificios, también figuras humanas como esta Portadora de Ofrendas, idéntica a otra del Museo de El Cairo, de rostro redondo y con grandes ojos, estilo elegante y factura delicada. En teoría no representa a una persona concreta sino al lugar desde el que se realizan las ofrendas para el culto de Meket-Ra.

P1280901Pero las más conocidas son las maquetas que representan la producción alimentaria y ganadera (la más asombrosa está en El Cairo, el Censo del Ganado), las embarcaciones destinadas al transporte así como escenas relacionadas con ritos, ocio o la vida rutinaria.

De ahí que sea muy conocida la maqueta de un jardín, con sus higueras y sicomoros y las columnas pintadas y basadas en lotos y papiros del patio así como la alberca central con borde de cobre.

P1280907Y entre las actividades, una fábrica de cerveza y pan (juntos en la misma maqueta) o un matadero en el que se están despiezando dos toros (a la derecha). Entre las embarcaciones algunas muy llamativas, como la que tiene como dedicación la preparación de alimentos para la flota.

Muy cerca también se exponen algunas de las piezas halladas en la Tumba de Wah, el administrador de la hacienda de Meket-Ra, del que se halló incluso la momia. De ella procede un pequeño escarabajo de plata con jeroglíficos inscritos en oro pálido (con los nombres de Wah y de Meket-Ra) que es una de las estrellas del museo.

 P1280920Un par de menciones más respecto del Imperio Medio. Primero, una esfinge de un faraón de la dinastía XII, Senwosret III (1878 aC), según la documentación uno de los más grandes soldados y administradores de Egipto, probablemente procedente del camino hacia algún templo al que la esfinge guardaba.

Lo que llama la atención de esta figura es la forma en la que está esculpida la cara, con las arrugas características de la avanzada edad del faraón y su semblante preocupado, como símbolo de responsabilidad por el país.

La otra mención es para una figurilla que representa a un enano bailando. Puede parecer poca cosa, pero probablemente formaba parte junto a otro par que se guarda en El Cairo de una ofrenda mágica para una tumba de una mujer que estaba todavía cerrada. Los enanos que bailan están asociados a una leyenda del Imperio Antiguo, cuando se traían enanos de las “tierras de los habitantes del horizonte”, al Sur de Egipto, asociados a ritos religiosos.

clip_image002[7]Antes de dejar ésta época mencionar brevemente al símbolo del MET: el Hipopótamo de Fayenza azul cuyos lados están decorados con lotos del Nilo en el que vivía.

Fue hallado con sus patas rotas (para que no hiciera daño al difunto Camarero real Senbi) en una tumba y representa la importancia que tenía el mundo natural para los egipcios, siendo el hipopótamo una de las amenazas más importantes tanto en esta vida como en el otro mundo.

P1280919El tiempo pasa, el del Imperio Medio y el de periodos intermedios oscuros hasta llegar al llamado Imperio Nuevo, el mejor conocido en la actualidad y del que el Museo guarda un sinnúmero de objetos de uno de sus protagonistas más famosos, la reina Hatshepsut, de la dinastía XVIII.

De hecho hay varias salas dedicadas a las estatuas de la mujer-faraón, muchas de ellas procedentes del propio Templo de Deir El Bahari. Las hay de tamaño natural, sentadas, de pie, arrodilladas y oferentes o numerosos bustos y cabezas, algunos con pintura y otros habiéndola perdido.

P1280915Sorprende la amplia representación de Hatshepsut en el museo. Muchas de las Hatshepsut expuestas proceden de las figuras colosales de diferentes terrazas del templo de Deir-El Bahari, algunas con la doble corona de Egipto, y es de suponer que los americanos tuvieran mucho que ver en su excavación y puesta en valor.

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P1280916En la guía se menciona con detalle una estatua sentada de Hateshepsut, pues es de los momentos iniciales de su regencia, cuando el faraón Tutmosis II había muerto y el sucesor de Hatshepsut, Tutmosis III no era más que un niño. En este caso, la figura está identificada con títulos reales feminizados, como “Hija de Ra” o “Señora de los Dos Reinos”, práctica que se abandonaría según avanzaba su reinado.

Uno de los personajes más carismáticos de ese periodo y que hemos seguido desde que visitamos su tumba TT 353 en Egipto en 2008 (aquí) es Senenmut, el arquitecto de Deir-El Bahari, consejero de Hatshepsut, tutor de su hija Neferure y, según Teresa Bedman, quizá amante y compañero.

P1280922El caso es que el MET guarda un buen número de objetos de este interesante personaje, empezando por su sarcófago P1280927(reconstruido a partir de más de mil fragmentos que se ubicaban en la TT71, la tumba capilla de Senenmut y que muy probablemente nunca fue ocupado), un magnífico Óstrakon hallado en las cercanías de la TT353 con un esbozo de su perfil muy parecido al hallado en el interior de la propia tumba, objetos hallados en el interior de ésta P1280924(otro Óstrakon con una figura sentada, la parte superior de un vaso canopo con figura humana, una lámpara de cerámica ennegrecida por el hollín…) así como algunos objetos de la tumba de la madre de Senenmut, Hatnofer.

Del Imperio Nuevo se muestran otras muchas cosas “maravillosas”. Empezando por una pareja de sandalias (replica de las de cuero habituales), collares, pectorales y dedales de oro (imposibles de ser usados todos ellos por su fragilidad), asociados con objetos funerarios de tres esposas menores extranjeras del faraón Tutmosis III (Menhet, Menwi y Merti). P1280929

Estos objetos estarían destinados a que no les falte de nada a estas mujeres en la otra vida, ni joyas y alhajas ni sandalias para poder caminar por el mundo de los muertos. Las cabezas de halcón en los extremos del collar tienen unas arandelas para poder disponerse en el cuello del sudario de la momia.

Otros objetos del Imperio Nuevo a destacar:

P1280935- Un fragmento de cabeza de una reina, posiblemente de la reina Ty, esposa de Amenhotep III. El suave perfil de la boca, el color amarillento (típico de una mujer), la calidad de la obra… se nota que estamos en un periodo de esplendor.

- De esta misma reina se exponen un par de ushetbis de su padre, Yuya. La tumba de Yuya y Tuya es otra de las que se ha podido encontrar prácticamente intocada en el Valle de los Reyes y la mayor parte de los hallazgos están en el Museo de El Cairo. En estos ushebtis se recogen los habituales textos dedicados a inquirir a la figurilla a hacer todo lo que se le solicite al difunto al que representan en la otra vida.

P1280934- Un pequeño mango de marfil con forma de caballo corriendo. Pertenecería a un espantamoscas o a un pequeño látigo y su talla es preciosa, con el lomo marrón rojizo arqueado, la crin negra, los ojos granate. Fueron los hicsos quienes trajeron los caballos a Egipto, en el segundo periodo intermedio, sobre 1600 aC. Éste caballito podría asimilarse al periodo de Amarna.

P1280879- Una estatua sedente de granito gris de Horemheb, el gran general egipcio que terminó sucediendo a Tutankhamón. De esta figura hay que destacar un par de cosillas. Primero, la posible sorpresa que nos depare ver al formidable soldado como un escriba. Esto es debido a que los personajes de poder en Egipto les gustaba mostrase con muestras del conocimiento y la alfabetización que habían llegado a tener.

Y por otro, este Horemheb está mayor y regordete, tiene pliegues y michelines que no son sino muestra de que ha llegado a la época de la sabiduría. Vamos, que estaba mayor.

P1280931- Un par de perfectos, coloreados y maravillosos óstrakon que representan a un hipopótamo y a un gorrión sobre piedra caliza. P1280932Son de época de Hatshepsut y Tutmosis III y su belleza es portentosa.

- Algunas piezas del tesoro de Tutankhmón. Dada la importancia de la participación americana en el descubrimiento y aprovechamiento de su tumba, en el MET se expone un pequeño grupo de objetos: collares, P1280941anillos, un brazalete con forma de esfinge, un perro de bronce pequeño… también se muestra alguna delicada cabeza de Tutankhamón, pero más bien de su época en Amarna.

El Imperio Nuevo continuó con la saga de los Ramésidas, como es bien conocido. De esta época hay menos objetos en el MET, de los que apenas me quedaré con un par de estatuas.

P1280940Una es la estatua de Yuni, de época de la dinastía XIX, a finales del reinado de Seti I o principios del larguísimo reinado de Ramsés II. El caso es que aunque haya perdido sus ojos y cejas incrustados, Yuni tiene una estatua que le proporciona dignidad y poder.

Está arrodillado sujetando un sarcófago muy elaborado que ocupa una pequeña figura osiríaca. Lleva la peluca y la vestimenta de la moda de la época y entre sus collares está el “oro de la valentía”, reconocimiento dado por el faraón por los servicios cumplidos. También tiene un colgante de Bat, diosa vinculada con la diosa vaca (y diosa del amor) Hathor, exactamente igual que su esposa Renenunet que se encuentra en los relieves laterales.

P1280939Yuni era sacerdote de Sekhmet e hijo de un físico famoso (la estatua se ubicaba en una capilla en Asyut común con su padre a la que se acercaban los peregrinos para pedir por la salud).

Para aprovechar este hecho, la estatua se ubica cerca de 4 grandes estatuas de Sekhmet, la diosa leona procedentes del Templo de Mut en Tebas. 3 de ellas fueron llevadas a Inglaterra en el siglo XIX por el mismísimo Giovanni Belzoni, quien se hizo con muchas de las numerosísimas estatuas dedicadas a la Diosa de la Violencia, la Guerra y la Enfermedad que estaban dispuestas en el Templo de Millones de Años de Amenhotep III (y algunas de ellas posteriormente ubicadas en el de Mut).

P1280936Además, cerca de esta disposición (que por cierto está en la misma gran sala que el Templo de Dendur) se halla otra estatua encontrada en Asyut dedicada a la Diosa Isis y al Dios Wepwawet que si no es para nada conocido es porque es un dios local, precisamente de Asyut. Se realizó con un estilo más bien tosco y provincial (eso es lo que dice la guía) por Siaset, escriba real y guardián de los graneros reales en Asyut e incluye oraciones a Osiris y a ambos dioses.

P1280947De tiempo posterior, ya lindando el tercer periodo intermedio y el Egipto romano, destacaré un papiro, dos estatuas, una estatuilla y una estela funeraria. El papiro de Nany es bastante famoso (no confundir con el de Ani del Museo Británico) y es una buena copia del Libro de los muertos egipcio, en este caso destinado a guiar en el trayecto hacia el otro mundo a la difunta Nany.

Este papiro es de época de Psusenes I ó II, en el tercer periodo intermedio siendo Nany una más que probable hija del faraón Pinedjem I, cantante ritual del Dios Amón-Ra y con derecho, a sus setenta y tantos años a un libro de los muertos de calidad, con numerosas imágenes entre los jeroglíficos que lo cubren. P1280949El de la foto es el capítulo 162 del Libro, uno de los últimos.

Ya de época Ptolemáica tenemos una magnífica Arsínoe II, cuyo marido y hermano Ptolomeo II inició su culto allá por 270 aC (en la estatua se la menciona ya deificada).

Es una estatua perfecta para comprender lo que ocurrió en el Egipto griego post Alejandro Magno: la figura mezcla perfectamente las dos culturas; la peluca y la cornucopia que sostiene son elementos puramente griegos mientras que el vestido, los rasgos estilizados, la pose frontal con pie izquierdo adelantado o el pilar trasero son elementos egipcios tradicionales.

P1280943Otra figura muy llamativa (que se repite varias veces en el MET y en los yacimientos dado que era una figura muy popular en esa época) es la del dios Bes. Hay una cabeza de Bes muy llamativa en el patio del Templo de Dendur y puede proceder de muchos lugares, lo más probable es que sea del yacimiento de Bubastis, donde Nectanebo II se prodigó en estatuaria. P1280950Y podría estar cerca de un mammisi (como el de Dendera, donde hay uno igualito) dada la adscripción de Bes a la fertilidad y la natalidad…

Como a maternidad recuerda la figurilla de Vidrio turquesa, preciosa, de Taweret, protectora de mujeres embarazadas y del parto, también de época ptolemaica. P1280954Esta figurilla está junto a otras de fayenza entre las que destaca una Isis amamantando a Horus, un Amón sentado o un Ra-Harakthy (como el de Abu Simbel).

Por último nos quedamos con la tradicional estela funeraria de periodo romano en el que aparece una mujer retratada. El uso final de estos retratos era ejercer de máscaras mortuorias sobre la momia pero puede que fueran utilizadas también en vida como retrato.

El estilo artístico de la pintura, realizada con la llamada técnica encaústica es puramente helénicoromano, aunque su uso final sea el tradicional del Egipto en el que esta mujer vivió, el del segundo siglo de nuestra era.

Grecia y Roma

Escultura chipriota, vasijas griegas, estatuaria ática, bustos romanos… esto lo tiene, y suficientemente bien contemplado, el MET en sus salas dedicadas a Grecia y Roma, igual que le pasaría a otro museo de cierto nivel.

P1290040La diferencia del Metropolitan Museum con ese otro museo de cierto nivel es la tenencia de ambientes reales extraídos del mundo romano antiguo. Igual que sucediera con el Templo de Dendur o la Mastaba de Penreb, en este apartado se cuenta con la exposición de varias habitaciones con frescos murales perfectamente conservados de la zona de Pompeya y Herculano. El MET mantiene la mayor colección de obras de esta área fuera de Italia. Y es un placer ver cómo están dispuestas.

P1290008Comencemos por un vistazo a algunos objetos de la estatuaria ática arcaica (dejando de lado algunos objetos chipriotas de la cultura de las islas Cícladas que por falta de tiempo no pudimos ver). Grecia es uno de nuestros destinos pendientes, por lo que manifiesto desde ya conocimiento insuficiente de su cultura y arqueología y como tal me limitaré a exponer las piezas justas a este respecto.

De la estatuaria ática arcaica destacaré un Kouros, la Estatua de un joven, y una estela funeraria de un muchacho y una muchacha. P1280998En el primer caso se trata de la estatua griega más antigua del museo, de finales del siglo VII aC y su influencia egipcia es evidente (pie izquierdo avanzado, postura frontal, puños cerrados). Bien formara parte de una tumba o de un santuario, también presenta sus características propias que lo alejan del país del Nilo: espacio hueco entre codos y cintura, falta de pilar de sujeción trasero…

P1290009La Estela funeraria es muy alta y está coronada por una espléndida esfinge como guardiana de la tumba que ocupaban los dos jóvenes, que aparecen de perfil y con los ojos frontales en los relieves de la parte inferior, que mantienen aún algo de coloración. Y es que el pelo, las uñas, los ojos, los labios, los vestidos, etc eran a todo color (véase, por ejemplo, esto).

P1290003Ambos objetos se sitúan en la Grecia del siglo VII ó VI aC, al igual que la Cabeza de Grifo de bronce que se exhibe en una vitrina preferente. Fue hallada en Olimpia y tiene un tamaño tal que debió formar parte de una estructura grande, quizá un gran (gran) caldero. Y es que los calderos se convirtieron en uno de los elementos más “ofrendados” a los santuarios griegos de esta época. Y cuanto más grandes, mejor.

Además, el concepto del Grifo llegó a Grecia desde Oriente, haciéndose muy popular en la época en la que fue realizada este cabeza, dado que aparece en numerosos accesorios de la vida diaria de los griegos del siglo VII aC. Pues bien, hoy en día se conocen más de 600 cabezas de bronce de grifo halladas en su mayoría en el Santuario de Zeus en Olimpia o en el de Hera en Samos. Éste es un ejemplo del primer caso, en el que tanto el tamaño como la factura son excepcionales.

DSCN2412Como también lo es el Vaso de Libación (Fiale) de oro que e muestra en una sala posterior. Es de factura griega pero tiene en el reverso una inscripción en cartaginés, por lo que probablemente pertenecería a un comerciante de Cartago visitante habitual de tierras griegas.

La decoración de este Fiale es preciosista: círculos concéntricos de bellotas y hayucos entre los que sobrevuelan abejas. Como no podía ser de otra forma, me encanta. La libación era un rito religioso muy corriente y las ofrendas se solían derramar en este tipo de cuencos (habitualmente de barro o metal) preparados para ser cogidos fácilmente con la mano. Las bellotas, por cierto, se cree que también estarían en los Fiales sostenidos por las cariátides del Erecteion de la Acrópolis de Atenas (esto se sabe gracias a copias ubicadas en la Villa Adriana de Tívoli).

P1290011En una sala cercana habitan dos leones muy diferentes entre sí. Sobrecogedora es la estatua de mármol de un león, que está en actitud agresiva y amenazante.

Es posible que se ubicase en una tumba (a la que defendería) y que mucho más tarde terminara felizmente en un jardín romano, traído por algún oficial del imperio para decorar alguna de sus posesiones. Se dice, de hecho, que este león de mármol se encontró en el Trastévere.

P1290010El otro león tiene cierta relevancia. Y es que los aconteceres de la historia de la primitiva arqueología (¿o debía decir mala praxis arqueológica?) llevan a a que este León atacando a un toro tenga una pareja, con otro león y los cuartos posteriores del mismo toro, en el Museo de la Acrópolis de Atenas.

En 1862 se halló la pieza completa, que pertenecía al frontón de un pequeño templo o un edificio cívico, en el Olimpeion de Atenas. La escena es salvaje y desgarradora y puede que se refiriera al conflicto vida civilizada/naturaleza (posteriormente esta lucha sería representada por griegos versus centauros).

P1290024Sin duda, como es bien sabido, los griegos destacaron por sus creaciones artísticas. Y en la sala donde se expone el Fiale hay tres ejemplos impresionantes del arte griego, de la escultura, la orfebrería y la cerámica.

La llamada Bailarina de Baker, un bronce del siglo III aC es una sorprendente figura que retrata (nunca mejor dicho, pues es ésta época en la que comienzan a realizarse estatuas de personas) a una bailarina con velo y máscara que se ejercita ante nuestros ojos como lo haría en la Alejandría del siglo III aC del que probablemente procede, donde sus bondades como mimo P1290025y danzarina la llevarían a muchas casas privadas y festejos varios. En ellos bien podría llevar la máscara y el velo que se ajusta a su cuerpo tan bien que nos hace olvidar que había una persona detrás...

Tan formidable como esta bailarina son los brazaletes de oro que se muestran en una vitrina cercana. Representan a una pareja de tritones, macho y hembra, que sostienen cada uno de ellos a una pequeña figura de Eros.

Son fantásticos, pero si no tuvieran unos aros por detrás de los tritones para fijarlos con las mangas de un vestido el griego de 200 aC que los debía tratar de llevar terminaría con ellos en el suelo y dado su valor, pues no es plan.

Y para terminar con esta pequeña sala, destacar un Lekanis, un plato de cerámica griega (comprendiendo en este caso ya a la Magna Grecia, esto es, Sicilia, como parte de lo griego) probablemente dedicado a contener alimentos que está realizado con lujo y esplendor en Centuripe, una pequeña ciudad del este de Sicilia.

En este Lekanis se mezclan pinturas suntuosas con imitación de metal y numerosas figuras en su gran tapa, un buen número de mujeres cerca de un altar mientras una de ellas toca una pandereta. Medusa, Eros y numerosas espigas de trigo y hojas decoran la parte media y la base de esta terracota sorprendente.

Mucho después, los romanos copiarían muchas de las obras griegas como forma de adaptar lo mejor de la cultura de una de las civilizaciones conquistadas. De ahí que desde un más que probable original griego del siglo II aC sorprenda a los visitantes por la temática que sugiere, una estatua romana muy alejada de dioses y héroes. DSCN2431Se trata de una vieja que va al mercado, con su cesta de frutas y verduras y hasta con una gallina.

Es un mármol pentélico de época julio-claudia que probablemente estuviera destinado a un jardín y que remite probablemente bien a una anciana, liberada ya de ataduras sociales (por lo que lleva un vestido de tirantes que le dejan el hombro a la vista) o incluso a una oferente de un templo que lleva pollo y frutas al mismo (al fin y al cabo lleva una corona dionisíaca). El caso es que curiosamente esta figura fue dañada en varias ocasiones en el pasado, probablemente en los primeros tiempos del cristianismo cuando estas figuras paganas no debían hacer mucha gracia a los barbudos de entonces.

Y con ello nos trasladamos a la civilización romana, la que más interés y pasión me genera. Y comienzo por un magnífico carro de bronce con incrustaciones de marfil (sobre los hechos de la vida del héroe griego Aquiles), de mucho antes que todas las piezas mencionadas anteriormente, del siglo VI aC y lo realizaron uno de los pueblos antecesores de los romanos más importantes, los etruscos. No puedo evitar incluir la historia de su adquisición por el MET: DSCN2432"En 1902, un terrateniente descubrió accidentalmente en su propiedad una tumba subterránea cubierta por un túmulo. Realizó su propia investigación, revelando los restos de un carro de parada, así como utensilios de bronce, cerámica y hierro, junto con otros objetos funerarios. Tras el descubrimiento, los hallazgos  han ido pasado por las manos de varios propietarios y comerciantes italianos, que terminaron poniéndolo a la venta en el mercado de arte de París. En 1903 fueron adquiridos por el general Luigi Palma di Cesnola, el primer director del Museo Metropolitano de Arte. El llamado carro de Monteleone (donde se encontraba la tumba subterránea) es el ejemplo mejor conservado de la civilización etrusca. Sus partes principales están en bastante buen estado lo que ha hecho posible llevar a cabo una nueva reconstrucción".

DSCN2433 El caso es que hay muy pocos carros de combate tan completos y éste debió de utilizarse hasta poco antes de su entierro con su dueño. Todo en él es curioso. La lanza donde van atados los dos caballos nace de la cabeza de un jabalí y finaliza con el pico de un pájaro. Como decía anteriormente, es la vida de Aquiles, el griego, la que aparece en los lados de la caja del carro. En el centro recibe una armadura de manos de Tetis, su madre.

P1290041En un lado Aquiles aparece llevando un carro del que tiran caballos alados; en el otro lucha contra otro héroe, posiblemente Memón. El bronce sobre madera (la hay de roble, de tejo, de higuera...) y el marfil de elefante e hipopótamo (aunque no sepamos bien donde iba) nos dice que su propietario era un tipo importante.

Bueno, y además de piezas etruscas, ¿qué objetos del mundo romano pueden destacarse de los muchos que el MET tiene expuestos en sus salas? El problema es que demasiados para los objetivos de esta modesta entrada, así que habré de ser muy selectivo en pro de mi salud. Comencemos con algunas figuras de bronce, por ejemplo las dedicadas a niños.

P1290027Este busto de un niño, de la primera mitad del siglo I, es un poco especial precisamente por estar producido en bronce y no en algún otro material más baratillo (para ser el motivo que es). Por ello siempre se ha especulado con la identidad del chavalín que parece coincidir con algunos de los retratos de Nerón de joven. Pero, como mencionan en las guías, había tantos jovenzuelos julio-claudios que uno nunca puede estar seguro de ello.

P1290026Más bronces: un más que probable retrato del General Marco Agrippa. Es también del siglo I, en y junto con la cabeza de la estatua (que debía ser de cuerpo entero) se halló una parte de la base de piedra con la inscripción de su nombre (fue hallado en Susa, cerca de Turín, en 1904). La verdad es que encontrarse cara a cara con personajes emblemáticos de la historia, como este gran amigo de Octavio Augusto, te hace producir muchas endorfinas.

Y hablando del primero de los emperadores romanos. Una de las muchas acciones que se sucedieron durante los muchos años de normalización y pax romana de Augusto fue la vuelta a las antiguas costumbres, la puesta en valor de conceptos como la virtud, el honor o la piedad que en los últimos años de la República se habían diluido en las guerras internas de unos y otros.

P1290028Y mientras Agrippa apoyaba a Augusto en aquello que fuera necesario (incluso casarse con su hija Julia), Augusto favorecía modas ya pasadas como la incorporación de niños de familias nobles a actos litúrgicos como acólitos, como “camilos”.

Una estatua de bronce del siglo I dC representa a uno de estos niños en una figura de bastante valor para la época, pues presenta ojos de plata, labios de cobre y túnica veteada también de cobre. Esta estatua debía esta localizada en algún santuario o lugar de ámbito religioso y se la suele comparar, por el estilo, con el Ara Pacis de Augusto en Roma.

P1290036Mucho tiempo después, en 251 dC, el emperador Cayo Vibio Treboniano Gallo, que compartía mandato con su hijo Volusiano debió mandar realizar una escultura en bronce a su mayor gloria. Se trata de uno de los emperadores del triste siglo III del Imperio, aquel en el que se sentaron las bases para su futura desaparición. Treboniano Gallo y su hijo terminarían siendo, como tantos otros emperadores, asesinados por su ejército en 253, momento en que debió desaparecer esta enorme estatua de bronce en las cercanías de la Iglesia de San Juan de Letrán, en Roma. La estatua es una de las poquísimas que existen hoy de cuerpo entero y ha sido restaurada en numerosas ocasiones desde el momento de su descubrimiento, a principios del XIX. Aunque parezca lo contrario, la cabeza sí pertenece al cuerpo idealizado al que está pegada, siendo un retrato fascinante del emperador.

Al lado de otro retrato de bronce (ésta vez de un hombre desconocido del siglo I dC pero que debía ser muy principal, por estar realizado su busto en el caro bronce, sus ojos en marfil y su producción muy elegante) se halla una pieza muy interesante ligada a lo siguiente que podemos admirar en las salas romanas del MET. P1290018Se trata de un Sello de Bronce hallado en una villa de Boscoreale y que tiene las iniciales del nombre de su propietario, Lucius Herenius Florus, L*HER*FLO. Se trataba del sello oficial de la casa, el que se utilizaba para marcar las provisiones que a ella llegaban. Pero lo más importante de esta Villa de Boscoreale que está expuesto en el MET son sus frescos.

Como decía líneas atrás, el Metropolitan mantiene la colección más importante de pintura romana fuera de Italia. Pero es que además trata de reconstruir las habitaciones que decoraban esos frescos (además de contar con unos cuantos más colgados en las paredes).

Existen pinturas de dos villas de la bahía de Nápoles que fueron enterradas bajo las cenizas de la erupción del Vesubio en el 79 dC, una de Boscoreale y otra de Boscotrecase.

P1290020De la Villa de Boscoreale (de la que pudieron ser propietarios consecutivos dos hombres cuyos nombres aparecen en grafitis o en sellos como el anterior: P. Fanius Synistor o Lucius Herennius Florus) se sacaron una gran cantidad de frescos allá por 1900, dado que la villa “estaba en una propiedad privada” y el propietario los vendió.

Pero para propiedad privada la de los ricos senadores romanos que construyeron en Pompeya, Herculano, Boscoreale, Oplontis, Stabias… todas ellas alrededor de los fértiles campos del Vesubio y en donde podían alejarse de la difícil política romana (con el peso que la tradicional austeridad republicana seguía teniendo) y escapar a un mundo en el que se rodeaban de frescos, esculturas, jardines, estanques, fuentes y atrios en los que frecuentemente se recuperaban ambientes helénicos desde un punto de vista cultural, religioso y vital.

P1290022Y tal fue el caso de nuestro propietario de Boscoreale, que construyó en el año 30 de nuestra era una residencia en Boscoreale que desaparecería en el año 79. Y esto es lo que encontramos, una villa con frescos que emulan los ambientes griegos, con esculturas de filósofos, con jardines para la reflexión y el diálogo entre estatuas de Dionisio o del Dios Pan.

P1290023En el MET se ha reconstruido fantásticamente un dormitorio completo, decorado con escenas rústicas e impresionantes vistas arquitectónicas, con paredes laterales simétricas y profusión de detalles religiosos (una pequeña figura de Hécate), de jardines, estatuas, torres, palacetes, balaustradas, cuevas con fuentes y hasta un jarrón de vidrio lleno de frutas. La reconstrucción actual, con los frescos restaurados, se ha realizado basándose en las fotografías de 1900 que quedaban (por ejemplo, para la reproducción de un mosaico en el suelo), de habitaciones similares de la Villa de Oplontis o de la propia distribución de las paredes donde siempre fue obvio que se encontraba una ventana (en la que se ha dispuesto una parrilla hallada en la Villa).

P1290016También sorprenden tres magníficos murales del Salón Principal o de Recepción de la Villa. Probablemente se refieran a un enlace real en una dinastía helénica gobernante (quizá la familia real macedonia del siglo III antes de nuestra era). En el primer panel hay una mujer sentada en un trono tocando la cítara, con una niña detrás. En el segundo panel, la pareja destinada a casarse, sentada en sendos tronos. Él aparece desnudo en la tradicional pose heroica mientras la mujer permanece pensativa. P1290017La mujer que se aleja en el panel de la derecha puede que sea una adivinadora que ha previsto el nacimiento del primer hijo varón de la pareja.

Otros frescos llamativos son los de una exedra que daba al peristilo, cubierta de pinturas referentes a guirnaldas y objetos relacionados con el culto al dios Dionisio.

Entre ellas, una cabeza de toro sacrificado colgada en la pared (de la que cuelgan las guirnaldas) y una cesta con una serpiente, una máscara de un sileno barbudo y un cimbel (que, de nuevo, recuerda al culto del Dios del Vino y la juerga).

Respecto de la Villa de Boscotrecase, es todavía más especial pues sí se conoce su propietario: fue el mismo Marco Agrippa cuyo busto en bronce aparece líneas arriba. Cuando murió en el año 12 de nuestra era, su hijo Agrippa Póstumo heredó la propiedad que, como las demás, desapareció bajo las cenizas y el lapilli del Vesubio en 79.

En 1903-1905 se realizaron excavaciones en esta zona y el MET y el Museo Arqueológico de Nápoles se repartieron el botón. Y menos mal, porque una nueva erupción de 1906 cubrió (y supuestamente destrozó) los restos.

Sus frescos pertenecen al llamado tercer estilo pompeyano caracterizado por cierta libertad en la identificación de edificios y ambientes.

Como la familia propietaria era poderosa, aquí trabajaron los mejores artistas del momento y sus frescos dedicados a figuras mitológicas son muy interesantes, por el ambiente oscurecido que iluminan, pero es que ese ambiente es el propio de la Bahía de Nápoles, con su vegetación, sus rocas, su mar… +

Se conservan dos de estos frescos: Polifemo y Galatea (arriba, a la izquierda) y Perseo y Andrómeda (a la derecha). En el primer caso el gigantesco cíclope aparece sentado en una roca mirando a la bella ninfa del mar, Galatea mientras en otra escena tira piedras al barco de Ulises una vez que éste le ha dejado ciego. En el segundo caso Perseo aparece luchando contra un monstruo marino para rescatar a Andrómeda, encadada a la roca.

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En otro lado, por cierto, se reconstruye una habitación de la Villa de Boscotrease de pintura mural sobre fondo negro.

Prosigamos recorriendo las salas del MET. Y para ir terminando me quedaré con un mosaico, una diosa muy conocida y varios bustos y estatuas de mármol de personajes relevantes. El mosaico es, simplemente, excepcional y delicioso.

Se trata de un mosaico norteafricano del tercer siglo de nuestra era con escenas nilóticas y pigmeos. Las escenas egipcializantes como ésta se pusieron de moda en la Roma de los Césares y el tema de los pigmeos trabajando, luchando contra cocodrilos e hipopótamos entre flores de loto y palmeras debió ser uno de los más solicitados.

DSCN2423Hay toda una galería dedicada a bustos y estatuas de personajes de la historia del Imperio Romano. En esta misma sala se ubica la espectacular estatua de cuerpo entero de P1290034Treboniano Galo, pero también la cabeza colosal del Emperador Constantino, que o bien fue más aficionado que los demás a verse realizado a gran escala (por aquello de las numerosas cabezas suyas que hay en el mundo)  o bien fue mejor tratado por los que vinieron después de él por cambiarse de bando religioso.

El caso es que esta cabeza del siglo III dC es, según la guía, más geométrica que naturalista. Y eso se nota en la perfecta simetría en su pelo, en sus cejas, barbilla e incluso arrugas.

Por cierto que la mirada hacia lo alto, cargada de trascendencia es típica del retrato romano de los siglos III y IV y está muy basada en emular las bondades de los mejores emperadores de Roma (en particular, Trajano).

P1290037Muy cerca de Constantino se ubican sendos retratos en mármol de dos mujeres típicamente romanas pero de periodos muy diferentes. A la izquierda se encuentra (probablemente) la mujer del Emperador Felipe el Árabe (244-249 dC), Otacilia Severa. Es un busto precioso, a la moda, con el cabello ondulado y partido en el centro.

A la derecha, otra joven un poco anterior, pues pertenece a la época de los Severos y sigue la moda de Julia Domna, esposa del emperador Septimio Severo (193-211) y madre de Caracalla (211-217).

DSCN2428Por cierto, que de hecho ellos están también ahí. El MET, como cualquier museo de cierto nivel, tiene a su Septimio Severo, su Caracalla, su Lucio Vero (todo ellos en la foto de al lado)…

Y para terminar este breve recorrido por los objetos relacionados con el Imperio Romano nos encontramos con una conocida de aquí mismo, pero de muy lejos. P1290039Se trata de la Diosa Cibeles, en un carro tirado por leones (como la que representó Ventura Rodríguez en el Paseo del Prado) con su imagen típica (lleva un vaso de libaciones en una mano y un tamborcillo en la otra).

Probablemente formaría parte de una fuente de la segunda mitad del siglo II de nuestra era y tanto el carro como el trono se han perdido (incluso una de las ruedas es una restauración forzada del siglo XIX). Tal y como dice la guía, el culto a la Diosa Anatolia Cibeles se introdujo en Roma durante la Segunda Guerra Púnica del siglo III aC y siguió siendo popular hasta la época paleocristiana.

P1290038Y nos emociona cerrar este apartado con la tapa de un sarcófago de época severa (sobre 220 dC)en la que una pareja reclinada brinda por la eternidad al más puro estilo etrusco. La pareja se muestra con caracteres divinos, de la tierra (ella con corona y espigas de trigo) y el agua (él, con una caña y un lagarto).

Curiosamente la cabeza del esposo está perfectamente terminada mientras que la de ella no. Se cree que él murió antes y nadie se acordó de terminar a la diosa terrena. Se debió quedar de una pieza, como el mamífero pequeño, peludo y con cola que tiene a Eros a la espalda y que se sitúa a los pies de los esposos.

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Próximo Oriente

DSCN2553 Un breve repaso por alguna de las piezas que se muestran en el reducido número de salas dedicadas a las civilizaciones de Oriente Próximo (Mesopotamia, Anatolia, Irán, Siria…). Y como sucede en el British, en el Louvre o en el Pergamon, las salas se abren con imponentes Lamassus y relieves asirios del palacio de Asurnarsirpal II (883 – 859 aC) en Nimrud.

Estos imponentes toros alados de cabeza humana y cinco patas de león (firme visto de frente, avanzando visto de lateral) estarían a la entrada de muchos de los palacios y templos de la capital del reino asirio de Asurnarsirpal II, quien en el año 879 aC celebró una fiesta para 69.574 personas con motivo de la construcción de su ciudad y lo documentó en una inscripción que decía: "... vino gente feliz de todas las tierras, junto con el pueblo de Kalhu (Nimrud), y durante diez lo celebré, bebí vino, me bañé con ellos, les honré y les envió de vuelta a su casa en paz y alegría. "

Y a partir de aquí cinco piezas de interés, según están puestas en el álbum:

  • De Siria, una pareja de placas de bronce con forma de esfinge del siglo IX aC, posiblemente para una puerta o mueble y muy parecidas a obras de la zona en marfil del mismo periodo.
  • Del Imperio Sasánida, finales del IV dC, tenemos la cabeza de un rey, probablemente Sapor II, realizada en una única pieza de plata. Sucesores de los partos, este imperio que regió los caminos de Irán desde el siglo III al VI marcó estéticamente las modas de la época.
  • Del Imperio Aqueménida, un Vaso de oro rematado en torso de león, del siglo V aC. Uno de los primeros ejemplos de ritón, excepcionalmente trabajado.
  • De época protoelamita (2900 aC), un Toro sosteniendo un vaso realizado en plata. Está vestido a la manera humana, como en las imágenes procedentes de sellos cilíndricos de la época, pero aún se sabe poco de ritos religiosos en las tierras de Irán de aquella época.
  • Del Imperio Sumerio (o más bien neo-sumerio), un Gudea sedente de 2100 aC. “Es de Gudea, DSCN2559el hombre que construyó el templo: que tenga larga vida” dice la inscripción de esta figura, idéntica a una del Louvre y que representa a uno de los reyes de Lagash, de la tercera dinastía de Ur, con los que resurgió el poder sumerio.

Y para terminar, los llamativos estandartes de toros con astas largas característicos de las civilizaciones anatolias (para más información, ver aquí). Lo más probable es que sean remates simbólicos de estandartes religiosos o ceremoniales.

En la próxima entrada, finalizaré el recorrido por el Metropolitan Museum de Nueva York indagando en las piezas medievales y sobre todo en los objetos de arte y decoración y en todo lo que a los propios Estados Unidos se refiere.P1280999