Mostrando entradas con la etiqueta Paisajes culturales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Paisajes culturales. Mostrar todas las entradas

26 de julio de 2011

Románico Palentino

P1260925Un retazo de los restos del fresco que ocupaba el altar de la Ermita de San Pelayo en Perazancas de Ojeda, en la provincia de Palencia. Las labores del calendario agrícola, los Apóstoles y parte de un Pantócrator del siglo XII aparecen, muy deteriorados, en las paredes de esta pequeña iglesia que resume el estado de muchas de las obras románicas que, desperdigadas, atraen la atención de los curiosos en Palencia.

P1260900 Es una ermita modesta, y alejada del pueblo (está a un par de kilómetros en la carretera que une Cervera de Pisuerga con Herrera de Pisuerga, una vez pasado Perazancas).

Para acceder a ella hay que pedir la llave en uno de los dos bares de Perazancas de Ojeda (dejando el DNI, claro) con lo que la entrada es libre. Y esto es más frecuente de lo que se pueda pensar.

En las oficinas de turismo te hacen entrega de un listado de edificios románicos cuyo acceso está asociado a una persona del pueblecito en donde se ubica. Hay que tener en cuenta que el románico en nuestro país está muy asociado no a grandilocuentes catedrales sino a un ejército de ermitas dispersas por todo el norte de España. Y en cada pueblito, alguien dedica su tiempo y esfuerzo a mostrar la joya que les enorgullece.

P1260883El exterior no llama la atención demasiado, se trata de una nave cuadrada y maciza, muy modificada a lo largo de los años pero terminada en un ábside del siglo XI que aporta valor a la iglesia.

Este ábside está soportado en el exterior por varias vigas de madera, lo que da idea del estado de la ermita. Sus bandas de ajedrezados y engranajes y sus arquillos lombardos le dan cierto aire diferencial frente al resto de edificios románicos palentinos (probablemente, por la influencia de los recién llegados obispos catalanes Bernardo y Poncio a la Diócesis Palentina en el siglo XI).

P1260904En cualquier caso, se trata de una de las más antiguas ermitas de la provincia: en su interior se puede observar a placer una lápida de consagración fechada en el año 1076. Esta lápida recoge el siguiente texto:

In Nomine Domini Nostri / En Nombre de Nuestro Señor

Jesu Chrit Sub Honore / Jesucristo En Honor de

Sancti Pelagii, Pelagius / San Pelayo, el Abad Pelayo

Abbas Fechit in Era MCXIIIIII / Hizo este Templo en la Era MCXIIIIII (1076)

Obstinente Rece Ildefonso / reinando el Rey Alfonso (VI, en León).

En la parte superior derecha de la lápida aparece un curioso dibujo inciso que representa un clérigo con su báculo, con nariz y gruesos labios. A la entrada de la iglesia te reciben sendos sarcófagos antropomorfos pero enseguida la mirada se va hacia el ábside interior cubierto de pinturas (recientemente restauradas) que en su momento debieron cubrir toda la iglesia.

P1260902Seis apóstoles a cada lado de la ventana central del ábside con las faenas agrícolas en la parte inferior y el Pantócrator, rodeado de tetramorfos, en la parte superior. Es una visita agradecida, en una iglesia románica levantada sobre una mozárabe previa y que es la invitación perfecta para recorrer los edificios del románico palentino.

Y es que la provincia de Palencia alberga la mayor concentración de monumentos románicos de toda Europa y por ello se hace muy complicado visitarlos todos en una única ruta. De ahí que    nos decidamos por unos pocos de ellos, los que más nos llamaron la atención de una zona en la que el curso alto del Pisuerga y las Comarcas de Cervera de Pisuerga y Aguilar de Campoo se sitúan como las poblaciones de referencia para visitar la gran cantidad de pequeñas ermitas y llamativos monasterios del románico palentino.P1260573

P1260574P1260572En la misma Perazancas de Ojeda hay otra iglesia románica, pero ésta dentro del pueblo. Se trata de la Iglesia Parroquial de la Asunción, también del siglo XII y que formó parte de un monasterio benedictino ahora desaparecido.

Lo que más llama la atención de esta iglesia, en la que intervinieron maestros canteros comunes a las ermitas de Aguilar de Campoo, es su portada, repleta de las llamativas figuras características del románico.

Pero para belleza y asombro, las figuras del friso frontal de la cercana Iglesia de Moarve de Ojeda, dedicada a San Juan. Hay que tener en cuenta que en los siglos XI y XII la mayor parte de los pequeños poblados palentinos debieron de poseer iglesias románicas, fruto de la sociedad y economía cerradas que vivían estas comarcas, densamente pobladas pero con la geografía montañosa como límite en sus comunicaciones.

P1260565 Es por ello que minúsculas aldeas, concejos y parroquias contasen con iglesias tan impresionantes como la de San Juan de Moarve de Ojeda, cuyo puerta de entrada y el friso que la corona son tan impactantes como el grado de conservación que mantienen. Desde el siglo XII nos contempla esta ejemplar obra de arte románico, son su pantócrator presidiendo la entrada rodeado de sus Apóstoles y de cuatro animales mitológicos: el águila, el león, el toro y el mismo hombre.

P1260806Si en vez de tirar hacia el sur (hacia Perazancas y Moarve) desde Cervera tomamos dirección norte hacia los Picos de Europa, hacia Potes, daremos con nuestros huesos en San Salvador de Cantamuda, donde nos espera la Iglesia de San Salvador, uno de los edificios románicos más compactos y P1260812atractivos de la comarca (en el que destaca, sobre todo su excepcional espadaña, excepcionalmente bien conservada).

San Salvador de Cantamuda es la cabeza de la Región de la Pernía, en donde aguardan en el camino antiguas casas de hidalgos e incluso un rollo jurisdiccional del siglo XVI. La Iglesia de San Salvador, de posible origen mozárabe, perteneció a un antiguo monasterio (llamado de San Salvador de Campo de Muga) y fue mandada construir por la Condesa Doña Elvira, sobrina de Fernando I de León, quien quería enterrarse aquí al morir.

P1260804Desde 1123 fue propiedad del obispado palentino y en 1181, momento en el que alcanza la apariencia actual cuando Alfonso VIII crea el Condado de Pernía a favor del Obispo de la época, Don Raimundo. Y así pasó el tiempo, pasando a ser Colegiata y perdiendo después buena parte de su totalidad. Pero aún así, su presencia, aislada en el paisaje, es soberbia y merece una visita.

Como también la merece la impactante imagen de la Iglesia de Santa Cecilia en Vallespinoso de Aguilar. Hemos tomado el camino de Aguilar de Campoo, donde nos esperan unas cuantas maravillas pero decidimos pasarnos por una muy especial que se encuentra en lo alto de una loma de este pequeño pueblo. Y a qué magnífica vista da lugar.

P1260932Así, de primeras, lo que más destaca en el paisaje es la torre cilíndrica dispuesta en la portada principal. Tiene un aspecto que la asocia con la defensa de la zona (lo que se ve apoyado por la posición estratégica de la ermita) pero cuando uno se acerca comienza a darse cuenta de la importancia real que tiene esta pequeña iglesia: los artesanos que con sus cinceles crearon las obras maestras de sus capiteles fueron los mejores de su época, precisamente los mismos que fueron llamados a crear las iglesias de Aguilar. P1260947La ermita es de una sola nave con su correspondiente ábside semicircular. La portada, de arco apuntado, presenta seis columnas a cada lado con unos capiteles un tanto especiales: cuentan historias. Tal y como menciona la descripción técnica “son capiteles corridos a modo de friso que combinan la decoración con motivos vegetales con escenas historiadas”. Entre ellas destacan “San Jorge matando a un dragón alado” (arriba), “San Miguel y el Demonio”, “Las tres Marías en el sepulcro” (ambos, abajo) así como dos centauros enfrentados, arpías y un basilisco.

P1260949P1260952

Pero no son las únicas imágenes, todo el “friso” es una historia del bien contra el mal, de las tradicionales leyendas bíblicas y de algunas escenas que dan lugar a equívoco, como las 8 P1260953figuras bastante deterioradas que bien podrían ser apóstoles, músicos o listado de oficios de la época (según http://www.arquivoltas.com/8-palencia/02-Vallespinoso01.htm).

Pasamos por debajo de la columna cilíndrica y llegamos al ábside. Se nos regala una bonita vista de Vallespinoso, con sus cigüeñas en el nido, sus tejados rojos, sus campos de trigo y un precioso carpe en lo alto de la colina. Y también más huellas del arte elegante y preciosista de los canteros de Aguilar.

P1260961P1260959El ábside tiene dos columnas adosadas y entre ellas tres vanos con arcos de medio punto y una ventana central también decorada (no hay más que fijarse en los capiteles de sus columnas laterales: arpías y grifos –a la derecha-, además de los consabidos motivos vegetales).

Bajo el alero, una cenefa de dientes de sierra y canecillos con motivos labrados, sobre todo vegetales, pero también figuras: destaca un águila con una serpiente entre las garras, un músico y un personaje itifálico, uno de los encuentros más interesantes de estos monumentos románicos: P1260963las escenas de sexo explícito que toman absoluto protagonismo en la ermita cántabra de San Pedro de Cervatos (http://www.castillodeloarre.org/Cantabria/cervatos03.htm) . Ésta será una visita obligada en el futuro, desde luego…

Continuamos camino hacia Aguilar de Campoo y hacemos dos pequeñas paradas que no merecen demasiado la pena: una por la iglesia en sí y otra por las obras que la cubrían. En el primer caso tenemos la Iglesia Parroquial de San Andrés de Barrio de San Pedro (con una parte muy, muy reducida de románico) y, sobre todo, la Ermita de Santa Eulalia, en el llamado Barrio de Santa María.

P1260971 Tuvimos la malísima suerte de que los andamios la cubrieran. Se trata de la parroquia de un antiguo despoblado medieval, del que viene el nombre del Barrio.

Es otra de esas joyas románicas compactas, pequeñas y rotundas, bellísimas y situadas en un paisaje poco menos que pintoresco. Además, mantiene en su interior algunos frescos que por lo que he visto son realmente interesantes. Por lo menos, nos metimos entre el andamiaje para encontrar alguno de los capiteles más famosos que tiene esta ermita: el de Adán y Eva y el Árbol del Paraíso.

P1260975Su portada se abre al norte (lo cual es raro en este tipo de edificios) y en uno de sus ventanales hay un capitel que mantiene todavía este motivo naturalista y bello.

Una verdadera lástima no poder acceder a su interior. Así que continuamos hacia el plato fuerte de nuestra visita al Románico Palentino: el Monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo.

P1270043En 1909, un tal Lampérez realiza un estudio en profundidad del edificio que en su momento fue el Monasterio de Santa María y sus conclusiones son deprimentes: “bóvedas hundidas, sepulcros abiertos, fragmentos esparcidos (…) abandono y profanación; tal es lo que se ve allí”. Fue casi el final de un edificio maravilloso cuya historia, tejida con relatos de rebeldías, éxitos y fracasos a lo largo de los siglos, comenzó en el siglo XI.

Existe una conocida leyenda que refiere la fundación mítica del llamado “Convento caído” allá por el siglo IX que no por falsa pierde encanto. Se refiere al hallazgo de sendas iglesias derruidas por parte de un cazador, Alpidio, quien busca a su hermano, el Obispo Opila, para saber qué hacer con lo hallado (la segunda iglesia estaba repleta de reliquias, con lo que éstas valían en esta época de superstición). El Obispo visita el lugar: su río, sus tierras, sus bosques. Y decide hacer lo que la sociedad de la época le pide: fundar un cenobio.

La sociedad de la época: la palabra feudalismo viene a los labios, con sus estamentos claramente definidos: P1270020Los nobles, con las armas y el poder. Los siervos y plebeyos, para trabajar. El clero, con las almas y el poder. Y monasterios e iglesias en cada recodo, aprovechando el mejor saber y entender en su construcción y con comunidades de religiosos sometidos a la autoridad de un Abad.

Y, ay, esta autoridad se va a ver mermada en numerosas ocasiones entre el siglo XI, momento en el que está documentada históricamente la presencia de monjes en el Monasterio y la desamortización de Mendizábal, en octubre de 1835, momento en el que éstos desaparecen.

P1270025P1270024La primera en la frente: 1169, el rey Alfonso VIII entrega el “lugar llamado Santa María de Aguilar, con sus dominios, fuentes, molinos y todo lo que le pertenece” a la Orden de los Premostratenses, una orden austera y rigurosa pero no precisamente dedicada al trabajo manual, que desprecian, sino al trabajo digamos que pastoral y de gestión económica eficaz de sus bienes y rentas.

P1260979Los monjes que allí vivían demandaron en sucesivas ocasiones a la autoridad eclesiástica la injusticia de la decisión hasta que en 1173 un tal Cardenal Jacinto, legado papal, les acalló fallando a favor de los premostratenses. Pero los pleitos no acabaron aquí: la expansión territorial del monasterio llevó a sucesivas revueltas y juicios por parte de los afectados a cuenta de los beneficios de la iglesia. En 1209, por ejemplo, los monjes estuvieron tres meses encerrados por temor a las revueltas del personal administrado.

P1270027Y sin embargo (o quizá a consecuencia de) es en esta época cuando se considera que Santa María la Real de Aguilar alcanza su apogeo, con un tardo-románico excelso y propio de los siglos XIII-XIV, momento en el que se realizan los impresionantes capiteles de su iglesia y de su claustro. Tan impresionantes que fueron víctima directa del afán coleccionista de unos (hay un capitel, por ejemplo, en el Fogg Art Museum de la Universidad de Harvard), de la locura y estupidez humana de otros, que destruyeron algunos y de la desidia administrativa que ha caracterizado a nuestro país durante tanto tiempo.

P1260982Algunos de estos capiteles se pueden ver en el Museo Arqueológico Nacional (es famoso el llamado Caballero Victorioso) pero también en el propio Monasterio convertido ahora en Centro de Interpretación del Románico, instituto de secundaria e instituto de artes y oficios. P1260996Y es que después de muchos siglos de rentas abundantes (el XIII), rebeliones internas (el XIV: en 1323 los monjes se sublevan contra su abad en complicidad con cientos de pobladores de la zona, arrasando tierras y dependencias), pestes negras y guerras civiles (como la de los Trastámara), euforias económicas (el XVII, con títulos y privilegios para todos los monjes) se llega a un siglo XVIII en el que el Monasterio alcanza la presente forma, preludio de la mencionada desamortización en 1835 y posterior abandono y ruina.

Hubo varios intentos de restaurar el complejo (en la Segunda República y en 1964) hasta que en 1978 y liderados por el arquitecto y dibujante José María Pérez González “Peridis” se impulsa un proyecto que hace soñar a muchos, que despiertan de él con la sensación del trabajo bien hecho. Y nuestra visita se realiza en el marco de este excepcional interés, el de convertir Santa María la Real en el emblema del ROM, el Centro de Estudios del Románico (www.santamarialareal.org).

P1270017P1260995Pasear por el Claustro, por la Salona, por el Claustro Superior… dejarse llevar por la realidad en piedra de los capiteles, por la luminosidad de la Iglesia del Monasterio son placeres que se deben agradecer a la Asociación de Amigos del Monasterio de Aguilar.

P1270003En el Centro de Interpretación, ubicado en la Iglesia, se puede observar una maqueta a gran escala con la construcción en 1200 de la ermita de Revilla de Santulián, prácticas iglesias y ermitas de la zona en madera que se pueden abrir para comprender los secretos de su fabricación así como una luminosa exposición de capiteles del Monasterio o sepulcros de gran calidad técnica (como éste, de Pedro Díaz de Castañeda, del año 1338).

Si bien es cierto que desde el Monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo irradió la cultura hacia toda la comarca (irradiaron la cultura y los canteros y artesanos que dejaron su huella por las ermitas de la zona), este Monasterio no es el único lugar visitable de Aguilar de Campoo (lástima que las antiguas fábricas de galletas o la actual de Siro no sean visitables a gran escala). También están las Iglesias de San Andrés y Santa Cecilia, a los pies del Castillo de Aguilar. Y es que esta población fue un enclave fundamental durante la Edad Media y de ahí la gran concentración de iglesias románicas en su derredor. P1270044 Pero nosotros decidimos hacer una última visita a un Monasterio que tiene connotaciones diferentes a los visitados hasta ahora. Se trata de la Iglesia de Santa María la Real de Mave. Y es que ahora esta iglesia pertenece a un complejo hostelero que la ha restaurado e integrado en su labor diaria de posada y restaurante de nivel. Se trata del llamado “El Convento de Mave“ (http://www.elconventodemave.com).

P1270056 Como es habitual, hay que pedir la llave para visitarlo, en el propio restaurante, donde no te ponen ningún problema (llegar allí sí que puede suponer un problema por la facilidad para perderse).

Y al entrar la tecnología se une con la arqueología al hallar una puerta de sofisticada factura como acceso a una iglesia románica del siglo XIII, muy restaurada en el XVIII y con unas capillas cubiertas de pinturas murales de los siglos XIV y XV que recuerdan poderosamente a otras tierras, y no precisamente de la Cristiandad.

P1270076Dejamos Mave y el resto de Ermitas Románicas (como ésta de al lado, rupestre, de Olleros) muy conscientes de que el simbolismo de las figuras que ahora admiramos con deleite se nos escapa, que los artesanos y fieles de la Edad Media vivieron estas obras como propias y como símbolo de una manera de vivir la vida muy alejada (menos mal) de la actual, con un estilo que mezclaba a un tiempo del arte clásico romano con el arco de medio punto y la bóveda de cañón y una representación de lo divino como parte del día a día y parte a su vez de lo desconocido.

Y, aún más, siendo conscientes de que la fiebre constructiva de la época románica ha llegado a nuestros días en más o menos mejores condiciones gracias a que la pobreza se asentó en estos lugares antaño de primer orden. Y esa carencia se tradujo en la imposibilidad de crecer económica o territorialmente y las iglesias y ermitas se quedaron como estaban, símbolo de un pasado que en su momento pareció viejuno y ahora es fuente de interés para todo aquel con un poco de sentido común.

1 de julio de 2011

La Antigua Guatemala

08062011061 “(…) la poderosa mano del Omnipotente y la indignación del Dios de las Venganzas, justificadamente irritada contra los pecadores, por la repetición de nuestras culpas, explicó sus iras sobre ella (la ciudad), destruyéndole enteramente la tarde del 29 de julio pasado (…)”.

Copia de 09062011099A partir de este momento, y una vez aprobadas las cédulas oficiales de abandono de la localidad, desde 1774 a la ciudad de Santiago de Guatemala, antigua capital de una amplia región que iba desde el Yucatán hasta Costa Rica, centro político, religioso, comercial y cultural de toda Centroamérica pesó a ser denominada La Antigua Guatemala.

En sus calles crecieron la vegetación y el polvo, algunas de sus gentes se llevaron lo necesario a la nueva capital guatemalteca, ubicada en un valle cercano; otras se quedaron malviviendo entre sus ruinas. Y esto salvó, y de qué manera, a la ciudad. 

La Antigua Guatemala no se modernizó, sus casas no se convirtieron en un mar de bloques modernos crecidos sin orden ni concierto, sus cielos no se cubrieron con cientos de cables entrelazados en el aire, sus calles no ganaron la sensación de agobiante fealdad urbana con la que cuentan muchas de las capitales americanas actuales.

10062011122A cambio, a modo de una Pompeya americana (quizá mejor de un Herculano americano), se quedó La Antigua Guatemala, con sus calles y sus casas paralizadas en el siglo XVIII, con sus dignas ruinas esperando a ser visitadas, con todo el maravilloso encanto latinoamericano de sus gentes, con el colonial y colorido aspecto de sus casas y mercadillos.

Y hasta aquí he llegado invitado por la AECID, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, cuyo Centro de Formación en Antigua Guatemala (http://www.aecid-cf.org.gt/) provoca un orgullo sincero a todos los que lo visitan.

DSC01122De hecho, este Centro ocupa las antiguas dependencias del Colegio de la Compañía de Jesús, abandonado definitivamente en 1976 tras otro terremoto que obligó a reubicar el mercadillo de artesanos que aquí pervivía. Como cuenta su web, en 1992 España y Guatemala firmaron un convenio para la realización de un proyecto de restauración, a través del Programa de Preservación del Patrimonio Cultural de Iberoamérica dependiente de la AECID, en el Colegio de la Compañía de Jesús, con el visto bueno del Consejo Nacional para la Protección de la Antigua.

Los resultados son espectaculares. No sólo las coloridas fachadas, en un rojo oscuro resultón, se integran perfectamente en el entorno de La Antigua, sino que los tres claustros hasta ahora restaurados son un ejemplo de belleza para la vista. La Iglesia anexa al Colegio se mantiene en ruinas, entiendo que a propósito: es el espíritu de La Antigua: la sabia mezcla entre ruinas bien tratadas y cuidados paisajes urbanos.

DSC01119Según la web de la AECID, el Colegio de Jesuitas estaba habitado por un número reducido de religiosos, alrededor de 12, con gran nivel intelectual y dedicados a la docencia de filosofía, filología y retórica. Ahora este centro sirve de motor cultural para la Antigua Guatemala y para todos los países de Centroamérica y Caribe que se ven beneficiados por su labor.

El edificio de la Compañía de Jesús es el ejemplo perfecto para explicar qué le pasó a la Antigua Guatemala. La Antigua fue la tercera capital de Guatemala (nombre castellanizado del cakchikel Coactemalan que significa Tierra de Bosques o Tierra Salvaje). El 10 de marzo de 1543 se celebró el primer cabildo en la ciudad.

DSC01118 Atrás había quedado la historia del conquistador de la región, Pedro de Alvarado, romántica para unos y dramática para otros, y de su mujer, Beatriz de la Cueva que le sucedió como gobernadora al morir éste en 1541 durante 40 horas, las mismas que tardó en aparecer una tormenta tropical posiblemente acompañada de un terremoto y que destruyó la hasta entonces próspera Ciudad Vieja de Santiago de Guatemala. Los supervivientes, entre los que no se encontraba la Sinventura Beatriz de la Cueva, se trasladaron definitivamente a un valle cercano, el Valle de Panchoy, donde desde 1543 se estableció formalmente Santiago de Guatemala, hoy La Antigua.

Y así comienza la historia de La Antigua Guatemala, una bellísima ciudad ubicada cerca de la unión de tres placas tectónicas y rodeada de tres inmensos volcanes, el Volcán de Agua, el Volcán de Fuego y el Volcán Acatenango, alguno todavía activo, y cuyas poderosas vistas aturden la vista del visitante. Entre placas y volcanes, la historia de Antigua, si se me permite la tontería, ha sido muy movida y son las fechas de los grandes terremotos acaecidos aquí las que la marcan. De hecho, los terremotos y las erupciones son bastante frecuentes y las gentes de Antigua guardan recuerdo de aquellos que más les impactaron.

Un parlanchín antigüeño que nos hizo de guía se vanagloriaba de haber salvado a su familia de uno de los grandes terremotos, el de febrero de 1976, cuando llegó un poco borracho a casa de noche y su mujer le estaba esperando despierta, lo que facilitó que pudiera salir a la calle huyendo del temblor a diferencia de sus vecinos, que fallecieron bajo sus casas derruidas.

09062011078 Pero esos mismos terremotos y erupciones han logrado que esta ciudad sea especial en Guatemala. Y no sólo porque estén controladas las alturas de construcción o la imagen y materiales de las fachadas. No. En Antigua Guatemala no se permite, por ejemplo, tocar el claxon (bocinar en español de allá). O, todavía más sorprendente, no se permiten ciertas licencias electorales que los iberoamericanos utilizamos mucho: cubrir las paredes de carteles infumables y, en particular por allí, las aceras con gentes ondeando banderas del partido afín.

El caso es que en 1773, la ciudad de Santiago de Guatemala contaba con más de 50 edificaciones civiles y eclesiásticas cuando sufrió importantes daños por los llamados “terremotos de Santa Marta”. Y muchos de esos edificios permanecen aún, deteriorados o restaurados, pero permanecen allá. Y algunos de ellos, están en uso.

09062011079Precisamente es lo que le sucede a los edificios de la Compañía de Jesús, que originalmente pertenecieron a una de las figuras más conocidas de la ciudad, Bernal Díaz del Castillo, autor de la Verdadera y Notable Relación del Descubrimiento y Conquista de la Nueva España y Guatemala, escrito en el siglo XVI mientras fue Regidor perpetuo y Alférez Real. Aún hoy se trata de uno de los edificios más impresionantes de la ciudad, ocupando  toda una manzana de extensión.

09062011085 Una vez expulsados los jesuitas por orden de Carlos III de todos los territorios hispánicos, estos edificios fueron pasando por diferentes etapas, casi todas ellas tendentes a la ruina tras los seísmos sufridos.

Recientemente fue sede del mercado municipal de La Antigua, pero en 1976 tuvo que ser reubicado tras el terremoto mencionado anteriormente. A día de hoy, La Antigua cuenta con un típico mercadillo artesanal dirigido expresamente a los turistas e interesados en tan bellas muestras de labor y otros más habituales de alimentación, ropa o enseres entre los que es fácil perderse.

10062011127 El complejo de la Compañía de Jesús, tan delicadamente restaurado por la Cooperación Española, está muy cerca de la Plaza Mayor, aquella que sirve de reunión a las gentes de la ciudad y que a cualquier hora está repleta.

La verdad es que es una imagen preciosa y no sólo por el parque central con su fuente con llamativas sirenas que se cubren los pechos (dicen por allí que por un supuesto castigo por negarse a dar de mamar a sus niños, si alguien le encuentra sentido que lo diga), sino porque está rodeada de sus edificios principales: la Catedral, el Ayuntamiento y el Palacio de los Capitanes Generales (desde donde se gobernaba la antigua Capitanía General de Guatemala entre Chiapas, el Yucatán y estos territorios), entre otros. Además, aquí se ubican algunos comercios principales de la ciudad.

 1006201112510062011129

Decidimos entrar a echar una ojeada la Catedral (momento en el que se acerca nuestro ínclito guía, Óscar, que aparece en el vídeo anterior). Éste nos cuenta cosas de lo más curiosas pero es quizá la forma de contarla y la pasión que siente por su ciudad lo que le dan encanto a la ruta. Amén de verle dar el pésame a sucesivos dolientes en un entierro masivo que pasaba por allá, criticar a los jóvenes que se besaban abiertamente en la calle, declarar su devoción (con puntillo absurdo y surrealista) por el Hermano Pedro o sacarnos más quetzales por sus servicios de los realmente fijados.

10062011151

El caso es que recorremos la catedral. La catedral nueva es bonita, nada del otro mundo. Pero la que sobrecoge es la catedral arruinada tras los seísmos de 1774. La nueva catedral no es sino la tercera construcción en el mismo sitio, datando la actual del siglo XVII (por cierto que dos campanarios laterales fueron demolidos en el siglo XIX, vaya Vd. a saber porqué).

Una de las cosas que más llama la atención de entre las ruinas de la catedral es la oscura cripta de culto maya denominada “Capilla de los Reyes”, una de las primeras construcciones de devoción en la Guatemala de plena fiebre evangelizadora. Todo el entorno es impactante y aquí y allá aparecen cosas de interés: desde una lápida que indica que acá fue enterrado el conquistador Pedro de Alvarado hasta restos de los frescos que ocupaban las paredes o capiteles, basas y columnas desperdigados o recogidos a la espera de que alguien los identifique y ubique en el lugar correspondiente.

La vegetación también cubre parte de las ruinas, desde Orejas de Elefante a algunas plantadas allá casi como jardines. Las cosas de Guatemala: la entrada a esta parte de la catedral derruida vale lo mismo que una de las postales que te venden a la entrada.

10062011137Enfrente mismo de los restos de la antigua catedral se encuentra el actual Museo de Arte Colonial, sito en la Universidad de San Carlos, una de las primeras en América. Aunque ya había alguna experiencia anterior, no fue hasta el 31 de enero de 1676 cuando Carlos II el Hechizado dio la Real Cédula para constituirse como Universidad.

Las clases comenzaron formalmente en 1681 con setenta alumnos que recibían clases de teología, latín, medicina, arte, leyes y lengua maya (el kaqchikel mencionado anteriormente).

10062011141Los terremotos la dejaron parcialmente dañada pero siguió siendo colegio un tiempo (modificándose algunas partes del edificio aportando un estilo mudéjar muy llamativo al verlo al otro lado del océano) y después almacén de obras de arte de la ciudad, lo que terminaría convirtiéndole en el Museo de Arte Colonial actual.

De hecho, es un edificio tan popular que una de las vistas de su interior, la de las columnas de abajo a la izquierda es la parte de atrás del billete de 10 quetzales.

 1006201114610062011143

El Museo de Arte Colonial de Antigua guarda pinturas y esculturas de 1590 hasta el siglo XIX, muchas de ellas anónimas y, muchas de ellas también, típicamente barrocas. Destacan algunas figuras en madera muy bellas (algunas, en el interior de vitrinas refrigeradas protectoras), pinturas de artistas mexicanos como Juan de Correa o Cristóbal de Villalpando pero sobre todo algunas obras de un artista guatemalteco.

Se trata de Thomas de Merlo, que nos llamó más si cabe la atención (casi todas de carácter religioso), sobre todo porque muchas de ellas han sido recuperadas tras robos pasados. Destaca la gigantesca obra dedicada al Tesoro del Calvario.DSC01134También apareció por allí una copia de un Tiziano del Prado dedicada a un joven Carlos V…

08062011063 Salimos de la Universidad para continuar recorriendo las coloridas calles de Antigua Guatemala. Las fachadas presentan alternadamente rojos, amarillos y azules, sobre todo los de aquellas casas restauradas en las que vive gente, que conviven con otras deshabitadas y deterioradas o aparentemente deshabitadas y deterioradas. Me explico. Coincidí en mi vista con el mismísimo Mel Gibson, propietario de alguna casa en Antigua y que parece que siente mucho interés por Guatemala: http://www.prensalibre.com/escenario/espectaculos/Mel-Gibson-estadia-Guatemala_0_499750342.html. Aún con todo, Antigua guarda algunos escenarios realmente curiosos y que hablan de la realidad actual del país. No puedo evitar comentar los lavaderos: el llamado Tanque La Unión.

11062011173 11062011172 Se trata de una pila pública utilizada especialmente por las mujeres mayas que se acercan desde poblados de alrededor que no cuentan con agua de fácil acceso. Fue inaugurado en 1853 y aún sigue en uso, tal y como pudimos comprobar en directo mientras algunas personas se lavaban entre sus arcos (también algunas parejas jóvenes se besaban libremente presas de la crítica de nuestro guía borrachín; seguramente venían del cercano colegio universitario que ocupa la sede de un antiguo colegio femenino).

DSC01124

Este Tanque fue inaugurado por un Corregidor llamado José María Palomo y Montúfar que trató de restaurar numerosos monumentos en la ciudad, incluyendo este pilón con arcadas, el Palacio del Ayuntamiento y las dos obras más bellas de Antigua Guatemala.

En primer lugar el llamativo e icónico Arco de Santa Catalina. Se trata del arco que tuvieron que construir para permitir el paso de las monjas de clausura (pertenecía al segundo convento de monjas creado en la ciudad) entre un edificio y otro del Convento de Santa Catalina. Las monjas pretendieron cerrar la calle uniendo con una pared ambos inmuebles pero ante la negativa del Ayuntamiento se optó por esta solución, que embellece sobremanera las ya de por sí bellas calles de Antigua con su amarillo llameante.

El mismo amarillo de la otra gran obra restaurada por el Corregidor Palomo y Montúfar: la Iglesia de La Merced. Los mercedarios fueron los primeros en establecer un convento masculino en Antigua, si bien el edificio actual data de 1767 y, sin lugar a dudas, es la visita más recomendada de toda la ciudad.

09062011089DSC01125 

Esta iglesia ha sido restaurada por el gobierno guatemalteco y el resultado es espléndido, sobre todo por la correcta reconstrucción de la iglesia (dañada por los sucesivos terremotos) y por el encanto de su claustro abierto, con una fuente de piedra tallada en su centro y la mirada permanente y directa de los volcanes sobre ella. Copia de 09062011098

El coste de la entrada es de 5 quetzales que se pagan con alegría pues merece totalmente la pena. Además, se tiene la oportunidad de ver algunos restos arqueológicos (por ejemplo, numerosas vasijas de transporte de aceites y otros elementos) así como pinturas originales del Convento.

Y es que si hay algo frecuente en Antigua Guatemala son las iglesias. No tuve la oportunidad de visitar todas ellas, en algunas pasamos de largo (como la de Santa Clara, aquí abajo) y en otras tuvimos la oportunidad de entrar y no mereció la pena.

11062011168

Es el caso de la Iglesia del más famoso de los antigueños, el Hermano Pedro. Según cuentan por aquí, en Antigua han existido dos Pedros famosos, uno mal (Pedro de Alvarado) y otro bueno, el Hermano Pedro, dechado de virtudes y santón prolijo, al que realizan peticiones y peregrinaciones varias y aquel al que determinado político prometió restaurar su iglesia si le hacía presidente.

Lo logró. Y la restauró, claro. Y ahora miles de personas van a solicitarle ayuda y dejar patente su devoción con mensajes a veces surrealistas y con ofrendas típicas en función de lo que necesitas que te curen. Además, se ha construido un santuario alrededor de su tumba que no pega con el bonito interior de la iglesia restaurada.

11062011179 DSC01140

Conocer La Antigua Guatemala ha resultado ser tan satisfactorio como lo ha sido leer el excelente libro de Elizabeth Bell “Antigua Guatemala. La ciudad y su Patrimonio” con la que he podido documentar tantas cosas de esta entrada.

Copia de 08062011044 Es cierto que Guatemala no está pasando por el mejor de los momentos y que la violencia del narco en el norte y de las maras en las ciudades (en particular, en la capital y contra las empresas de autobús urbano) pueden poner en peligro el desarrollo de uno de los países centroamericanos más bellos que conozco, con gentes más cercanas y agradables y con hoteles tan impresionantes como el que me tocó disfrutar, el Hotel Soleil La antigua (http://www.gruposoleil.com/) cuyas vistas son lo mejor de la visita.