31 de diciembre de 2010

11 cosas que hacer en Oxford

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Oxford está a una hora de Londres en tren. Es muy sencillo llegar, se trata de ir a la estación de Paddington y coger cualquier tren de la First Great Western hacia Hereford. La cuarta parada es la nuestra. Oxford da para al menos un par de días pero nosotros hubimos de limitarlo a uno. Aún con eso, dio mucho de si. ¿Y porqué no empezar con la visita más famosa de la ciudad?

1. Visitar el Christ Church

P1230988Oxford (junto con Cambridge) es la ciudad universitaria por excelencia: tiene casi 40 colegios universitarios históricos, muchos de ellos unidos a través de preciosos pasajes y muros que recuerdan a otras épocas. El Colegio considerado como más importante es el Christ Church y por varias razones. En primer lugar, porque lo fundó en 1525 el mismísimo Cardenal Wolsey el superministro de Enrique VIII pensando en construir el colegio más importante de Oxford hasta que cayó en desgracia y el propio Rey se hizo cargo del mismo. P1240027De hecho, fue Enrique VIII quien en 1546 decretó que la preciosa capilla del Christ Church (el nombre también lo puso él) se convirtiera en la catedral de la ciudad, siendo la única del mundo en cumplir con este papel.

En el interior de la catedral se guardan varias cosas de interés. Antes que nada, el sepulcro de Santa Frideswide, quien huyó a los bosques que rodean Oxford para huir de un príncipe que, ¡horror!, quería casarse con ella. En un momento dado, el príncipe queda ciego y Frideswide le devuelve la vista a cambio de su libertad y fundó el Priorato en el que se localizaba la capilla original del siglo VIII; capilla a la que terminaron visitando cientos de peregrinos a lo largo de la historia.

Una colección de vidrieras realmente impactantes completan, junto con el reconstruido relicario que guardaba en origen los restos de la santa (construido en 1289 y destruido en la reforma, en 1538), la visita a la capilla-catedral.

P1240009 Saliendo de la catedral, la Tower Tom (en la plaza Tom, claro), una torre octogonal que planeó Wolsey y terminó Christopher Wren en 1681. Su campana (llamada Big Tom) toca 101 veces cada noche en recuerdo del nº original de miembros del Colegio y es la que da nombre al complejo que, por cierto, está muy cerca del Gran Salón del Christ Church. Éste Salón, presidido por grandes retratos de Enrique VIII y del Cardenal Wolsey, es fácilmente reconocible por muchos visitantes: sirvió de inspiración al Comedor de la Escuela Hogwarts de las versiones cinematográficas de Harry Potter.

P1240002 La verdad es que el Comedor es sobrecogedor, grandioso, curioso. Está prohibido sentarse o tocar la cubertería, pero puedes recorrer a placer la estancia, fijando la atención en los platos, los cuadros, las lámparas encendidas o el amable personal (siempre con sombrero y de negro) llamando tu atención sobre las posibilidades del Gran Salón. O también puedes pensar en quienes aquí se sentaron, por ejemplo, un tal Charles Dogson, profesor de matemáticas en el Christ Church y que pasaría a la inmortalidad con el pseudónimo de Lewis Carroll.

P12400572. Alicia en el Oxford de las maravillas

Esta es “Alice’s Shop” una de las tiendas más famosas de Oxford, pues está centrada en el personaje literario más famoso de la ciudad.

P1240046Lewis Carroll, profesor en Christ Church (esta tienda está enfrente mismo del Colegio) trasladó a la historia ambientes y personajes de su Oxford. Alicia (y el resto de personajes del libro) están presentes en muchas partes de Oxford.  En la capilla del Christ Church, por ejemplo, hay una preciosa vidriera dedicada a Santa Catalina de Alejandría. El rostro de la Santa es el de Edith Liddell, la hermana de Alicia. Así que nada, no hay que olvidar pasarse por esta encantadora tiendecita y traerse un conejo blanco….

3. Recorrer los Colegios Universitarios: Balliol, Merton, Corpus Christi…

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Ya lo he comentado antes, Oxford es una ciudad universitaria y la visita a los College está en el lado de los “debe”. No se si merece la pena visitarlos todos, pero sí que hay que intentar entrar en alguno de ellos. Y como nuestra ruta comienza en Broad Street (donde está la oficina de turismo de Oxford y de su comarca) pasamos al interior del Balliol College, uno de los colegios universitarios más antiguos y más importante pues originalmente estaba reservado sólo para estudiantes sin recursos. Aldous Huxley o Graham Greene estudiaron aquí.

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También lo hicieron muchos chavales que murieron en las dos guerras mundiales. En la puerta que da acceso a la capilla del College aparecen todos ellos mencionados, incluido un tal Adam von Trott, un alemán ejecutado en 1944 por formar parte de un complot para asesinar a Hitler. P1230882El Balliol cuenta con unos edificios realmente encantadores, tanto la librería antigua como el Salón principal y están todos ellos rodeados de jardines. Pero lo que más llama la atención son las gárgolas que los decoran, con especial atención al profesor y el alumno arriba retratados.

Muro con muro, el Balliol tiene como vecino al Trinity College, otro de los grandes Colegios de Oxford y cuyos jardines resultan ser el parque público más grande de la ciudad.

P1240051 Pero nosotros nos quedamos con otros dos que también son vecinos: el Corpus Christi y el Merton College. Ambos son para nosotros especiales, el Merton, en el que en 1945 J.R.R. Tolkien fue nombrado profesor de Lengua y literatura inglesas y el Corpus Christi, justo al lado, con su pelícano sacándose sangre del pecho para alimentar a sus crías en lo alto de la columna en el patio principal. Que este pelícano represente el cuerpo de Cristo sí que es sorprendente…

P1240054 Pero nosotros nos quedamos con los recorridos y vericuetos que existen entre los Colleges, por los que pasearían amigablemente el autor del Señor de los Anillos junto con su colega C.S. Lewis, el autor de las Crónicas de Narnia y un gran poeta. La película Tierras de Penumbra estaba dedicada a él. Por cierto, en Oxford se ofrecen Tours de Tolkien, lástima de falta de tiempo que si no…

4. El Puente de los Suspiros… de Oxford

P1230968Al rodear Broad Street por un edificio tan emblemático como el Sheldonian, un espacio para conciertos y ceremonias basado en el Teatro de Marcelo de Roma, nos encontramos con Catte Street y con New College Lane, un callejón medieval con puntos fuertes: la casa/observatorio de Edmund Halley (una mísera placa que indica que allí descubrió su cometa) y el Puente de los Suspiros de Oxford, que está lejanamente emparentado con el veneciano aunque su datación es mucho más cercana: 1913.

5. Buscar los restos del dodo en el Museo de Historia Natural

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Si en vez de hacia Catte Street doblamos desde el Sheldonian hacia Parks Road, además de un precioso paseo tendremos el premio deseado: el Oxford University Museum of Natural History , el Museo al que le dediqué la entrada anterior , situado en un edificio histórico muy llamativo y sede de varias anécdotas que hacen las delicias de los aficionados a la ciencia como el que suscribe.

P1230904 Henry Huxley vs Samuel Wilberforce, los dinosaurios de William Buckland y los restos de un dodo original hacen de la visita al Museo una verdadera delicia.

P1230918 Curiosamente, el edificio está compartido con el Pitts Rivers Museum, dedicado a la antropología y la etnología y cuya visión general hace que te detengas a pensar si realmente tienes tiempo para ver todo lo que en el se guarda y muestra. Nosotros decidimos que, lamentablemente, no teníamos tiempo. Otra vez será.

6. Buscar la Linterna de Guy Fawkes en el Ashmolean Museum

Uno de los primeros museos de Inglaterra, el del coleccionista privado Elias Ashmole se situó en Broad Street. allí mostraría muchos de los tesoros recogidos a lo largo de los años por la saga de naturalistas de la familia Tradescant. P1240071 Era el siglo XVII y Ashmole unió a esta colección sus propios objetos dando lugar a un encantador museo que, posteriormente, se dividiría en tres partes: el Museo de Historia Natural antes mencionado, el Pitts Rivers y este Ashmolean Museum, verdadero contenedor de piezas arqueológicas e históricas de valor.

P1240081 Éstas se guardan en un edificio neoclásico con la habitual entrada columnada al que accedemos a última hora, casi sin tiempo para ver todo lo que este maravilloso museo reserva. Paseamos por las salas romanas y de la prehistoria, viendo objetos interesantes y bien expuestos. Y sí, nos recreamos en la posible linterna que Guy Fawkes (http://www.ashmolean.org/) pudo utilizar en su famoso ataque al parlamento inglés… y en otras muchas cosas por las que recorrer estas honorables salas de fervor coleccionista.

7. Mártires protestantes

P1240093 Acostumbrados a oír siempre hablar de mártires cristianos tendemos a olvidar la historia de otros países en los que el cierre neuronal de sus gentes ha provocado similar número de actos estúpidos. En Inglaterra el cambio de religión establecido por Enrique VIII  por propio interés provocó un terremoto en terrenos no preparados para resistirlo. Católicos y protestantes sufrieron la situación antes y después.

P1230975 La pobre Lady Mary, la Bloody Mary inglesa dejó su sangrienta huella en Oxford asumiendo la quema de mártires protestantes como el arzobispo de Canterbury Thomas Cranmer y los obispos Nicholas Ridley y Hugh Latimer. Una cruz señala el lugar, en este caso de la ubicación de la hoguera donde murió esta gente en Broad Street. La Iglesia donde fueron juzgados (St Mary the Virgin, en la foto desde Radcliffe Square) es visitable en High Street y un monumento memorial construido siglos después del acto los recuerda en St Giles Street.

8.  Canales rodeando la ciudad

Ahora es invierno y el canal está helado, pero en verano debe ser un lugar para disfrutar. Al fin y al cabo recorre un largo camino, 78 millas desde Oxford hasta Coventry y lo hace a través de la verde campiña inglesa. Y se hace así porque durante su construcción se aprovecharon las curvas propias del paisaje, se evitó realizar grandes cortes en el terreno y destrucciones innecesarias.

Ello redundó no sólo en la belleza de la infraestructura sino en la experiencia al recorrerlo. En los siglos XVIII y XIX eran barcos cargados del carbón para la industria. En épocas recientes lo recorren embarcaciones de ocio, la gente disfruta bateando en sus aguas. Lo que nosotros hubiéramos hecho si no fuera diciembre…P1230864

9. De compras en el Mercado Cubierto de Market Street

Oxford se ha convertido en un destino turístico de primer orden y por ello muchas de las compras están enfocadas a productos representativos de la propia ciudad, sobre todo relacionados con los Colleges. Sin embargo, aún quedan ambientes únicos para realizar alguna compra. El más famoso de todos ellos es el Mercado Cubierto de Oxford, en Market Street. Se accede a él a través de una calle estrecha, Turl Street, y está aquí desde 1772.

P1240063 En él puedes encontrar flores, ropa, libros, pasteles, pescado y carne, mucha carne.

Es curioso como la mente divaga y te lleva hasta los zocos de Damasco o Aleppo al ver colgadas las piezas de ternera a la venta en el exterior de las tiendas, los pavos y faisanes pelados esperando a que alguien los compre por navidad.

PeP1240066ro hay otra compra pendiente de hacer en Oxford: un libro. Por ejemplo, uno de JRR Tolkien, de CS Lewis, de Evelyn Waugh (al fin y al cabo Retorno a Brideshead transcurre aquí) o del mismísimo Lewis Carroll. ¿Y dónde mejor para hacerlo que en Blackwell? Se trata de la librería más antigua de la ciudad, en 1879 sólo tres clientes cabían en su pequeño espacio. Ahora, al menos en su sede central en Broad Street, caben muchísimos más. 5 km de estanterías nos esperan en una de las librerías más antiguas y grandes del mundo.

10. Comer en King’s arms

P1230894 A la hora de hacer una parada para comer, qué mejor que tomarse una Soup of the day en alguno de los pubs típicamente ingleses de Oxford.

Nosotros elegimos el Young’s The Kings Arms, donde disfrutamos de la sopa pero también de unos Fish & Chips de verdadero deleite. Qué bien les sale el pescado rebozado a los ingleses. Creo que la cerveza tiene algo que ver en todo ello.  Para pedir,toda una pizarra repleta de atractivos platos para realizar tu pedido en la caja. En este pub te identifican con una pizarrita, donde apuntan el número de tu pedido a fin de que el camarero te localice y te traiga los Homemade pies, los Traditional Faggots brased in red onion gravyP1230897P1230900

11. Pasear con los estudiantes por calles monumentales

Y es que Oxford es una ciudad para pasear, para perder el tiempo recorriendo calles, más aún en época navideña, con las luces y el gentío en la calle. Pero seguro que Oxford siempre es así. Al fin y al cabo desde el siglo XII es una ciudad universitaria. Los estudiantes están muy presentes en Oxford, aquí y allá hay chavales con libros, pubs repletos de gente joven, bicicletas aparcadas en las vallas de los jardines.

P1230979En 1167 enrique II prohibió que los estudiantes ingleses visitaran la Universidad de París marcando para siempre el estilo y la forma de vida de una ciudad, Oxford, que había sido rural hasta el momento (Oxford, por cierto, viene de Oxenford, el vado del buey, el paso menos profundo del Támesis para que cruzase el ganado).

P1240100 Muestra de aquellos inicios es la Torre Carfax, una Torre de Reloj del siglo XIV con sus llamativas figuras mecánicas (Quarter boys) que dan la hora. Carfax es una de las calles más antiguas de Oxford, su nombre viene del latín quadrifurcus (cuatro bifurcaciones) y aquí se localizaba una iglesia desaparecida, un acueducto y un mercado que más tarde se emplazó en Market Street. El Castillo de Oxford está muy cerca de aquí, pero ahora es casi más un centro comercial abierto que un castillo.

En el siglo XIII los estudiantes ya alborotaban lo suyo y por eso, para controlar la algarabía y el follón, se crearon los Colegios mayores. University College, Merton y Balliol son los más antiguos (de entre 1249 y 1280) pero siguen sirviendo para lo que fueron creados. Y han imprimido un estilo, un ambiente y una forma de ser a toda una ciudad, una ciudad en la que la juventud y la antigüedad se dan la mano todos los días, sonriendo afables al reconocerse como mutuamente necesarias.

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