17 de octubre de 2008

Miko (y Michael)

P1040541 Parece mentira, pero Miko nos ha acompañado durante mucho tiempo, desde una tarde del año 1991 cuando lo trajo a casa mi hermano hasta ayer mismo, cuando la edad y numerosas complicaciones se llevaron a este precioso gato que tanto cariño nos proporcionó y al que tanto cariño devolvimos.

Han sido muchos años, diecisiete nada menos, y nuestro gato de pelaje gris azulado y ojos amarillos ya estaba en la tercera edad. No se puede decir que haya tenido mala vida. Ha viajado mucho, ha recibido muchas atenciones y se le ha querido mucho igualmente. No sólo a él, claro, también a los otros gatos que han pasado por mi casa desde que tengo sentido.

Michael es su hermano, un año menor que él. Todavía está por ahí maullando para llamar la atención, ya medio ciego y atontado (son dieciséis años), pero aún se pasea por casa para acompañar a cualquiera de sus amitos allá donde éstos vayan.

Miko y Michael son gatos, si, pero son de la familia. Y hemos pasado numerosas cosas juntos. Siempre recordaré como Miko se subía a cualquier silla o banqueta para poder mirarte desde un lugar más alto.

P1040540O como sólo dedicaba su ronroneo y cariño casi en exclusiva a quien consideraba su única dueña, mi madre. O como se frotaba con nuestros pies incluso volteando su cuerpo. ¿Lo más divertido? Verle perseguir la sombra de tu mano o el reflejo de un espejo por el suelo, como loco. Perseguir pelotitas, maullar pidiendo comida, morder y arañar las menos veces. Pero sobre todo, detectar con antelación, antes que cualquiera de nosotros, la llegada de alguien (en particular, mi madre) a casa, mucho antes de tocar el timbre. Así era Miko, un gato, una mascota, pero parte de la familia. Como lo sigue siendo Michael, mucho más mimoso, más dependiente, más cariñoso.

Lo cual me lleva a recordar algunas de las peculiaridades que tienen los gatos y que durante años hemos aprendido, incluso a la fuerza. Por ejemplo, ¿Porqué ronronean los gatos? Viene bien explicado en ttp://www.gatosbotanico.com/.

Los gatitos son capaces de ronronear a partir de los 2 días de edad. Inicialmente, es un modo de comunicación entre la madre y los cachorros, auditivo para la madre y táctil para los gatitos. Los gatitos de pocos días de vida, aun sordos, ciegos y con una capacidad olfatoria limitada, son capaces de guiarse hacia la madre mediante las vibraciones que el ronroneo de la madre origina. Se cree que esta conducta también es útil para calmar a la madre y crear un "ambiente familiar" , un vínculo entre los gatitos y la madre, especialmente importante durante esa etapa del desarrollo de los gatos.

En gatos adultos, el ronroneo también es utilizado como método de conciliación entre un gato subordinado y uno dominante, durante enfrentamiento. En estos casos el ronroneo disminuye la posibilidad de que se desarrolle una lucha, distrayendo al agresor o apaciguándolo, ya que, se piensa que puede recordar su infancia y tener sensaciones pacíficas.

Las hembras también pueden ronronear durante el cortejo del macho y la cópula. Igualmente, en estas situaciones se intenta reducir el estrés y una posible situación de disputa.

Los gatos ronronean en casi cualquier situación, incluyendo durante el periodo preagónico, justo antes de la muerte, posiblemente asociado a un estado de euforia similar a la que aparece en seres humanos enfermos terminales. Tanto experiencias placenteras, como en momentos de ansiedad, pueden acompañarse por el ronroneo del gato. Algunos investigadores achacan el ronroneo a cualquier sensación profunda, ya sea alegría, dolor, temor, etc. Algunas gatas en el momento del parto también emiten un ronroneo potente.

Y respecto a cómo ronronean, la explicación más comúnmente aceptada está relacionada con el flujo sanguíneo. Los expertos explican que la vibración se origina en la vena cava posterior, en el lugar donde atraviesa el diafragma. La contracción de los músculos comprime el flujo sanguíneo creando una transformación de flujo suave a fuerte. Estas vibraciones van a ser amplificadas por los bronquios llenos de aire.

¿Y cual es el significado de sus gestos? En http://www.mascotasyhogar.com/mascotas/gatos se explica bien:

Cuando un gato nos mira fijamente con sus grandes ojos es para que seamos conscientes de que nos está observando. Ante gente desconocida, un gato suele acercarse a los que permanecen indiferentes, en vez de acudir a aquellas personas que le llaman. Debemos estar atentos cuando tenga los ojos entreabiertos: la mayoría de las veces será porque tiene sueño, pero también puede estar enfermo. El gato dilata las pupilas cuando algo le asusta.

Con las orejas, un gato puede hacer muchos movimientos y las enfocará hacia los ruidos que escuche. Si las tiene hacia arriba, significará que es feliz pero si las dirige hacia delante en ángulo, es porque está molesto. Por otra parte, los bigotes también pueden darnos una pista de su estado de ánimo: estiradas y hacia delante, está contento mientras que hacia atrás, tiene miedo. La boca abierta puede ser una amenaza y un síntoma de agresividad, sobretodo si emite algún gruñido.

Sin embargo, el mejor diccionario es la cola: cuanto más baja, más triste está el minino. Si la mueve rápidamente es que está enfadado y puede mostrarse agresivo, pero un movimiento suave y pausado, es sinónimo de tranquilidad, de que quiere jugar o de que está concentrado en algo. Si la cola está rígida, tendremos que fijarnos en la punta de la misma: si está quieta, el gato quiere algo; si esta recta, está feliz, y si se mueve mucho, está irritado. Hay que tener cuidado cuando el felino arquea e infla su cola pues puede atacarnos.

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El caso es que Miko ya no volverá a acariciarnos con su patita cuando quiera ronronear, pero le seguiremos teniendo en la memoria toda la vida, al modo de mi abuela Pili, cuyos recuerdos en la vejez siempre estaban matizados por la luz de la presencia de su gata Ninos.

A nosotros nos pasará lo mismo, con Miko, Michel, Yoda... seres queridos, aunque no humanos.