5 de junio de 2007

Hoy no me puedo levantar


Tal y como dice su publicidad, la sensación con la que uno sale del musical “Hoy no me puedo levantar” es de buen rollo y alegría… siempre y cuando seas un fan de Mecano (o por lo menos te gusten alguna o todas sus canciones) y no te fijes demasiado en lo horroroso que les ha quedado el guión.

Es cierto que algunas coreografías son espectaculares. La inicial de Hoy no me puedo…, por ejemplo, o la curiosa mezcla de “Laika” y “Eungenio Salvador Dalí”. Pero el argumento, ya de por sí sencillote, no da para mucho, sobre todo cuando la sesión está trufada de algunos chistes que no hacen demasiada gracia y de sobreactuaciones consentidas al elenco de actores.

Sin embargo, tiene momentos de gran calado, “Un año más”, “Mujer contra mujer”, “Aire”,”El fallo positivo” o “Una rosa es una rosa” son temas (siempre adaptados) muy conseguidos y que hacen vibrar al público, no sé si porque nos hacen revivir los momentos en los que escuchamos por primera vez estas canciones o porque el musical logra impactar. Quizá sea una mezcla de ambas cosas. El añadir canciones de los hermanos Cano por separado, como “Lía” de José María o “Vivimos siempre juntos” de Nacho, es un acierto.

La escenografía, la recogida múltiples mensajes en el guión a conceptos marca Mecano como “El 33” o “El 7 de septiembre” son puntos fuertes de la obra que gustan a los que algo recuerdan de una época en la que Mecano marcó parte de nuestras vidas.

Lástima de guión forzado y lastimoso (qué raro en David Serrano) y de cierta sobreactuación de actores. Pero por lo demás, es cierto que la sensación con la que, al menos yo, salí del Teatro Movistar (qué idiotez mercadotécnica) fue de satisfacción y un estado de ánimo muy positivo. Quizá fue porque me tiré la última media hora cantando y dando palmas. Claro.