8 de mayo de 2008

Las Tablas de Daimiel, en primavera

P1090482Dos machos de pato colorado (Netta rufina) buscan comida en la orilla de la laguna de aclimatación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Sin duda alguna, es el mejor lugar para observar aves de todo el Parque Nacional, tan recurrentemente necesitado de agua.

El Pato Colorado ha sido elegido por SEO/Birdlife como Ave del año 2008. Aprovechando este anuncio, SEO/Birdlife expuso allá por febrero los resultados de un estudio acerca del estado de los humedales españoles. Las Tablas de Daimiel se sitúan entre los peor conservados. Y es que las vicisitudes que ha tenido que pasar este parque son muchas. En algún momento se ha llegado a pensar incluso en retirar la catalogación como Parque Nacional por su desesperada situación, en gran parte debida al sobreaprovechamiento ilegal del Acuífero 23 sobre el que se sitúan las Tablas.

P1090436En cualquier caso, siendo mayo y habiendo llovido un poco, decidimos acercarnos por el Parque para ver, sobre todo, aves acuáticas. No salimos defraudados.

La laguna de aclimatación, donde se encontraban los patos colorados, pero también tarros blancos, porrones comunes (ambos, en la foto), cercetas pardillas, cercetas comunes, porrones moñudos y un largo etcétera cuenta con un mirador especialmente diseñado para permitir ver, en cualquier época del año, a numerosas especies de anátidas, pero también, en ocasiones, a otras especies como zampullines, somormujos, fochas o limícolas varios.

El Pato Colorado mencionado al principio está catalogado en el Libro Rojo de las Aves de España como especie vulnerable, se reproduce aquí y en los mejores años llega a alcanzar las 4.000 parejas, variando considerablemente en función de los niveles de agua.

Según SEO/Birdlife, en España cría sobre todo en las marismas del Guadalquivir, lagunas de La Mancha, Albufera de Valencia, lagunas litorales de Alicante y delta del Ebro. Ocasionalmente en Aragón, La Rioja, Murcia, Extremadura, Madrid, Navarra y Baleares. Los censos de invernantes contemplan alrededor de 14.000 ejemplares, según el censo realizado en 2006.

P1090495Sorprendentemente, esta vez no hace falta quedarse en la laguna de aclimatación para ver otras especies de aves. Recorremos despacio las preciosas pasarelas de madera que facilitan caminar por la Senda de la Isla del Pan, la única de las tres posibles que se interna en el Parque.

A ambos lados, agua. No debería asombrar su presencia en un Parque característico por su medio húmedo, pero es así. La vegetación, carrizos (Phragmites australis), masiegas (Cladium mariscus) y eneas (Typha dominguensis) (a la derecha), algunos verdes, la mayoría de color pardo. Aún así, el recien conseguido verdor de las escamosas hojas de los Tarays (Tamarix canariensis), única especie arbórea de las Tablas (a la izquierda), mejora el paisaje, que debería ser más verde. El Taray es el único árbol de ribera que aparece en las Tablas, a las orillas de las lagunas salobres. De hecho, sus raíces, en parte superficiales, soportan inundaciones y cierto grado de salinidad. No obstante, las numerosas flores de las plantas ruderales dan color al paisaje, contrastando con el verde ceniza del Calamino (Salsola vermiculata) (en el centro de las fotos de más abajo).

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Más de 300 especies vegetales pueblan el Parque Nacional. Su distribución está condicionada por la salinidad, la profundidad, la cantidad de materia orgánica disuelta o la propia estacionalidad.

Muchas de estas plantas dan cobijo y alimento a numerosas especies animales. Es primavera, y se inicia la llegada de aves nidificantes: Zampullines, fumareles... Muchas de las anátidas tienen ya patitos, que acompañan a los padres en sus recorridos por las lagunas. Numerosas fochas buscan alimento entre las masiegas y juncos. Alguna rana verde espera que se pose cerca una libélula para desayunar mientras una pareja de galápagos toma el sol entre los carrizos.

P1090513En todo momento suenan trinos y cantos de pájaros, algunos se hacen muy evidentes, como el canto del Carricero Común (Acrocephalus scirpaceus), que se posa sobre el marjal para cantar a pecho descubierto.

Pero tenemos un despiste momentáneo: consultamos la guía de aves y vemos que se trata de una Buscarla Unicolor (Locustella luscinioides) que se parece muchísimo al Carricero, pero la ceja la delata enseguida. La Buscarla es un pajarillo pardo de unos 14 cm que suele cantar desde lo alto de un carrizo o de un junco, con el pico abierto y el cuerpo en tensión. Salvo en la época de celo, la Buscarla Unicolor pasa el tiempo saltando y trepando incansablemente entre la espesa vegetación de carrizales y marismas.

A finales del verano  emprenden su viaje de retorno hacia sus cuarteles de invierno en África, donde también frecuentan los mismos biotopos. Nuestra visita sigue. Muy a lo lejos, nuestros prismáticos descubren bandos de Avocetas buscando comida entre las aguas con sus picos curvos. Mucho más cerca, encontramos con facilidad Cigüeñuelas (Himantopus himantopus).

P1090499Ya dediqué, en su momento, una entrada a las cigüeñuelas. Según la excelente web Pájaros de España, http://www.usuarios.com/ib305742/index.html, "La Cigüeñuela Común está provista de patas muy largas, que le dan un aspecto realmente estrambótico, que recuerda a una cigüeña en miniatura. Cualquiera pensaría que se mantiene en un equilibrio inestable, pero de hecho sus movimientos son de una rara elegancia y su fino pico y el brillo de su plumaje le añaden gracia.

Huésped de las marismas y de las charcas poco profundas de agua dulce, la Cigüeñuela Común anida en casi toda España en localidades favorables, variando mucho el número de parejas reproductoras según las condiciones ambientales. En años de sequía pueden producirse movimientos de aves hacia zonas más septentrionales, abandonando sus lugares habituales, en los que puede ya haber comenzado la cría.

La construcción de nidos es muy desigual según el lugar; algunos son montones gruesos de hierbas, mientras que otros se apoyan casi en el suelo a orillas del agua. La importancia de la colonia varía mucho, desde unas cuantas parejas hasta más de cien juntas. Una vez realizada la cría, las aves suelen reunirse en grupos que inmediatamente comienzan su viaje hacia Africa para invernar, aunque un pequeño número permanece en España durante todo el invierno en grupos dispersos."

P1090540El caso es que pudimos ver numerosas cigüeñuelas, algunas incluso durmiendo a pata coja, pose muy habitual de las zancudas. El paisaje que nos rodeaba, de marjal, permite imaginar el trabajo que llevaban a cabo los antiguos pescadores de las Tablas, recorriendo las lagunas en pequeñas barcas, de las que queda algún ejemplar a modo de recuerdo turístico orillado en un carrizal.

La visita al Parque no puede darse por finalizada sin la visita al excepcional Centro de Interpretación, pequeño pero suficiente. Además, la gastronomía manchega nos espera a la salida de la zona de visita en el Mesón de la Duquesa, donde probar gachas de harina de almorta, migas del pastor o el riquísimo pisto manchego.