6 de febrero de 2010

En el Museo de Pérgamo (y III): La Puerta de Ishtar y más

IMG_1478Pasando hacia la siguiente sala te das cuenta que la Puerta de Mileto sirve de parapeto para la edificación de la otra gran Puerta que alberga el Museo de Pérgamo, la otra gran maravilla de la antigüedad que, restaurada y puesta en valor, encandila la vista y los sentidos de los visitantes. Es la Puerta de Ishtar, acompañada por la vía procesional que la continuaba en la mítica y legendaria ciudad de Babilonia.

P1170928Es fácil alegrarse porque esté aquí y no perdida en la inmensidad del desierto o en las manos de la derrota o el fundamentalismo. Pero supongo que sería fatuo defender las peticiones de Turquía por el Gran Altar o la Puerta de Mileto y no contemplar al menos las del actual Irak, si es que a los iraquíes les importa algo su pasado remoto.

Es difícil hacerse a la idea de que estas pasando por entre los muros de la Puerta de Ishtar. Es como ser partícipe de un cuento o de una leyenda. Además, el proceso de restauración le ha proporcionado una luminosidad y un color como no lo pueden defender otras maravillas de la arqueología.

Sus dragones, sus toros, lucen vivos y siguen atrayendo curiosidad y asombro. Los maravillosos azules de los ladrillos vidriados conceden al entorno un espíritu único.

P1170930  P1170931 El descubrimiento y primeros pasos para la reconstrucción de la Puerta de Ishtar y de su Vía procesional tuvieron lugar a caballo de los siglos XIX y XX. Trataron de recomponerse en primer lugar las figuras animales a partir de los ladrillos en los que garras, ojos, melenas o piel se destacaban del resto (muchas veces esparcido en metros a la redonda). La dirección de los mismos facilitaba su distribución en el que sería finalmente el lugar donde se llevaría a cabo la reconstrucción, las salas del Museo de Berlín. Irak accedió a ello en 1926.

IMG_1471 Reconstruidas las figuras animales se pasó a levantar de nuevo los muros policromados de la Vía Procesional y de la Puerta de Ishtar, tirando cuando fue necesario de piezas no originales cuando éstas no aparecían. El proceso de lavado de sales y su ubicación en el corredor asignado a la vía y a la puerta debieron ser trabajos arduos.

Yo soy Nabucodonosor, rey de Babilonia, hijo de Nabupolasar, rey de Babilonia,. He construido con magnificencia la vía para la procesión de mi gran Señor Marduk con piedras de la montaña. ¡Marduk, mi Señor, danos vida eterna¡”

P1170940 Algunas de las losas de la Vía de la Procesión llevan esta inscripción en sus costados, en la parte no visible para los peatones. Estamos situándonos en el siglo VII aC, cuando Nabucodonosor II levantó este monumento que “habría de ser admirado por toda la humanidad”, la Puerta de Ishtar, en donde desembocaba la Vía de la Procesión, rendía homenaje a una de las deidades más importantes del panteón babilónico, la diosa Ishtar, personificación de la fertilidad, guerrera y rebelde, la "Señora del Cielo”.

P1170967 Sin embargo, los animales sagrados de la diosa, los leones, no aparecen el a Puerta. En su lugar, Nabucodonosor II mandó decorar las paredes con los símbolos del Dios de la Tempestad, el Viento y el Rayo Adad (los toros) y del Dios de la Ciudad y del Reino, a quien dedicaba su construcción, Marduk (los dragones). Lo que no se conserva es la decoración en bronce de la gran puerta de cedro que cubría la entrada, basada también en toros y dragones de bronce.

La Puerta de Ishtar forma parte del llamado Museo del Próximo Oriente, en el que tienes la oportunidad de disfrutar de un buen número de restos de algunas de las civilizaciones más antiguas y fundamentales de la historia humana. Babilonia, Summer, Uruk, Assur. La Torre de Babel, el Palacio de Asurbanipal en Nínive, el Palacio del Rey persa Darío (al que pertenecen los lanceros de su guardia personal, recién llegados desde el 521 aC del Palacio de Susa).

P1170953 Pero el Museo de Pérgamo no sólo recoge las obras del Oriente antiguo o los grandes edificios monumentales reconstruidos en su interior. El Museo de Arte Islámico habita en la planta superior y guarda unas cuantas sorpresas. Las más llamativa: el techo original de la Torre de las Damas de la Alhambra de Granada.

Dejando a la izquierda la muralla norte de la Alhambra se accede a los jardines y el Palacio del Partal. Éste cuenta con una gran alberca central y una Torre conocida con el nombre de las Damas. Su construcción data de la época del sultán Muhammad III (1302-1309) convirtiéndolo en  el palacio más antiguo de la Alhambra.

Este Palacio, de época Nazarí, se incorporó al Conjunto de la Alhambra hace apenas un siglo, concretamente el 12 de marzo de 1891 su propietario, Arthur Von Gwinner, cedió su titularidad al Estado. Sin embargo, el techo interior de madera de la Torre de las Damas fue desmontado antes de esta cesión y por eso aparece aquí, en el Museo de Pérgamo de Berlín. Sin embargo, en el texto del Museo indica que el techo fue comprado en 1927 con el beneplácito de las autoridades españolas. Vivir para ver.

P1170954 Pero si es realmente bello el techo de la Torre de las Damas, qué decir de la Habitación de Alepo o de la puerta del palacio de Mashatta.Se trata de dos obras fundamentales del arte islámico.

IMG_1487 En el primer caso, las habitaciones reconstruidas de un comerciante de Aleppo (Siria) de principios del siglo XVII.

Un comerciante cristiano en pleno auge del Imperio Otomano decoró su salón de recepción en madera policromada con un detalle y una figuración que son realmente admirables.

En segundo lugar, la fachada del Gran Palacio Omeya de Mshatta, en Ammán (de 750 dC), del que debe quedar la estructura huérfana de unos muros inextricablemente decorados (aunque realmente, éste palacio nunca fue terminado, la debacle de los imperios y sagas de la historia es así). La residencia de invierno del Califa Walid II quedó a medio construir cuando éste fue asesinado.

Posteriores terremotos y tormentas de arena lo dejaron enterrado. Redescubierto en el siglo XIX, cuando Jordania pertenecía al Imperio Otomano, el Sultán turco regaló a los alemanes la portada del Palacio de Mshatta, con el mismo pudor con el que cedieron otras piezas valiosas de Egipto y de la actual Turquía. P1170961La Segunda Guerra Mundial provocó daños en el Museo, pero especialmente en la fachada de Mshatta, una de cuyas torres quedó destrozada por los bombardeos.

En cualquier caso es magnífico el gusto que deja el Museo de Pérgamo, quizá atenuado por la sensación de pillaje que proporcionan los grandes museos de arqueología europeos. Pero quien puede visitar Berlín y no dejarse llevar por el viento de la historia ascendiendo al Altar de Zeus en Pérgamo, cruzando la Puerta de Ishtar en Babilonia o admirando las columnas de la Puerta del Mercado de Mileto.

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