26 de agosto de 2010

Gerasa (Jerash) y la Decápolis

P1210733Para llegar a la antigua Gerasa romana recorremos los campos de refugiados palestinos que Jordania acoge en su territorio. Hace muchos años ya de esto, por lo que son terrenos urbanizados que proporcionan una vida digna (los refugiados tienen pasaporte jordano y pueden salir del campo). Pronto aparece en el horizonte, después de pasar olivares y multitud de viveros a pie de cuneta, Jerash. Su aspecto es el habitual de las ciudades jordanas, una gran ciudad de casas de similar factura, mayoritariamente blancas o marrones y cuyo caótico aspecto disimula una realidad floreciente.

Hay mucho ambiente en las calles, en las que se mezclan el típico centro comercial (Citymall) con las más tradicionales carnicerías y fruterías con el género al aire. Y de repente, como por casualidad, aparece el Arco de Adriano en medio del camino. El yacimiento de una de las más P1210730importantes ciudades romanas de Oriente Medio forma parte de la nueva ciudad, de hecho, el antiguo barrio residencial de Gerasa es el germen de la nueva población, que ocupa su antiguo perímetro.

Por ello, el yacimiento visitable es, precisamente, lo más llamativo de la antigua Gerasa: el teatro, los templos, y el cardo y el decumano, el foro, el hipódromo… las áreas comunes que utilizaban los habitantes de Gerasa, cuyas casas se han transformado con el tiempo en la actual Jerash. El Decumano, hacia el Oeste, parece entroncar con la nueva Jerash, como se de un paso mágico entre el pasado y el presente se tratara. Y eso que sólo se ve el 15% de la antigua ciudad.

P1210618 Dice mucho de la Gerasa romana el Arco de Adriano antes mencionado, un Arco triunfal conmemorativo construido con motivo de la visita del Emperador Adriano a Gerasa en 129 dC. Está fuera de la ciudad, al sur. Se erigió pensando en el futuro, en un momento en el que la ciudad era paso necesario para los comerciantes y viajeros que recorrían las rutas entre Petra y Palmira, entre el Oriente y el Occidente. Se pensó como nuevo acceso a la ciudad, alejado de la puerta Sur existente con vistas a la ampliación de Gerasa, pero todo quedó en nada.

P1210743 Gerasa, denominada por los griegos Garshu, llevaba muchos años siendo un enclave estratégico en la zona. La aparición de los helenos por aquí, en tiempos de Alejandro Magno, asentó las poblaciones de la zona en el camino del crecimiento y el gran general romano Pompeyo, cuando en el 64 aC recorrió la futura provincia romana de Siria, halló ciudades con un desarrollo óptimo. Los romanos cambiaron el nombre a Garshu, Gerasa sería parte de la nueva provincia, en los antiguos terrenos de los nabateos. Era el 106 dC y Gerasa iba a entrar en su mejor época.

DSCN2130 Además, Gerasa formaba parte de un club muy selecto desde los tiempos griegos: la Decápolis, una asociación de mutuo beneficio de diez ciudades de la zona, que colaboraban entre sí en aspectos relacionados con el comercio, la economía o la cultura. Junto a Gerasa estaban, en el territorio jordano de hoy, Philadelphia (la actual Ammán), Pella y Gadara (la actual Um Quais). A ellas se le unían Escitópolis e Hippos (en Israel) y repartidas por Siria Dion, Canatha, Raphana y la capital, Damasco. Curiosamente, para la Decápolis el periodo romano fue el de mayor prosperidad, convirtiéndose en auténticas ciudades estado que se beneficiaron de las calzadas romanas, del impulso urbanístico de Roma y de la forma de gobierno de ésta.

Por ello, cuando Adriano (que gobernó Siria antes de ser emperador) cruzó el Arco al que daría nombre, se encontró con una ciudad muy importante. Los cultivos y las minas de Ajlun le proporcionaban riqueza y más de veinte mil habitantes la disfrutaban. Otra cosa es lo que vino después, la razón por la que entre el arco y la muralla defensiva Gerasa no tuvo la oportunidad de crecer.

P1210623 El Arco, por cierto, está en fase de recuperación. La cara orientada al Sur ya está parcialmente recuperada, con su precioso frontón señoreando el paisaje. El contraste con la cara norte, aún sin "tejado" es notorio, más cuando los restos de este frontispicio están repartidos en el suelo que lo circunda, preparados para ser reintegrados en su lugar de origen. Satisface encontrarse con éstas iniciativas, que tienen continuidad en otros edificios de Jerash. P1210622 Columnas con bases de acanto y empotradas en las paredes separaban los tres pasos de entrada, sobre los que se disponían hornacinas hace mucho tiempo abandonadas por las esculturas que las ocupaban.

Inmediatamente a la izquierda del arco se sitúa la entrada al antiguo circo/hipódromo. Quince mil espectadores debieron poblar sus gradas en los mejores momentos del siglo II dC. El hipódromo ha sido totalmente restaurado porque en él se realizan hoy luchas de gladiadores (no hace falta decir que simuladas), carreras de caballos y de cuadrigas... todo en ello en uno de los hipódromos más pequeños que hay (sólo tenía 10 puertas de acceso frente a las 12 habituales) pero que resulta asombroso (al fin y al cabo son 245 metros de largo y 51 de ancho).

P1210625 Su interior muy posiblemente sirvió también como área de entrenamiento del ejército, como zona de ocio y como área de descanso para caravanas, habiéndose hallado cuadras de caballos y dromedarios en sus terrenos. Un anuncio en la entrada facilita información sobre el espectáculo que está a punto de comenzar, pero no nos quedamos, continuamos hacia la verdadera entrada de la ciudad.

P1210630 Por cierto, que enfrente del hipódromo se sitúa la entrada a las catacumbas de Gerasa, evidentemente fuera de la propia ciudad. Los restos de una capilla prevista para la incineración de cuerpos completa este pequeño apartado funerario extramuros.

P1210633 Hace calor, un par de preciosos agamas salen a nuestro encuentro y pronto damos con nuestros huesos en un restaurante previo a la entrada del yacimiento. Cosas de Oriente medio. Y allí está, la verdadera puerta de Gerasa, la entrada sur de la ciudad amurallada, construida sobre 130 dC.

P1210639 También está decorada con columnas de estilo corintio inmersas en la propia puerta, decoradas con hojas de acanto y con hornacinas huérfanas. Forma parte de la muralla, de la que queda algún resto al lado de la misma (una sección de apenas tres metros), muy poco si tenemos en cuenta que las murallas rodeaban toda la ciudad (incluido el barrio residencial que resulta ser la Jerash moderna) alcanzando los 18 km de longitud.

P1210645 Sus puertas de madera se abrirían dando paso a dos de los puntos fuertes de la antigua Gerasa: el Templo de Zeus y la Plaza Oval. Pero justo antes del Templo se sitúa una antigua almazara que en otro tiempo también sirvió de puesto de aduanas.

En este pequeño edificio se pueden ver con facilidad las tres etapas de construcción de Jerash: griega, romana y omeya.

P1210643 A partir de aquí entramos en los terrenos del gran Templo de Zeus, que está en plena reconstrucción. En las antiguas despensas del templo, subterráneas y anexas al mismo, además de frescor encontramos un pequeño museo con objetos hallados en el mismo. Los frisos con motivos de verduras y frutas son los más frecuentes.

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También se muestra una maqueta de lo que debió ser el complejo del templo, por supuesto, portentoso. Aunque los restos que afloran hoy en día pertenezcan posiblemente al siglo II dC, ya fue en su momento un templo griego, cambiando de Zeus a Júpiter en el siglo primero.

P1210657 La fachada estaba orientada al este, hacia donde salía el sol, como la mayor parte de templos romanos y la visión que tenía desde la Plaza Oval debía ser imponente, con sus columnas corintias de 15 metros de altura como entrada al edificio principal.  En cualquier caso, lo que llama más la atención en esta Gerasa rediviva es su Plaza Oval, el tradicional foro, el corazón social, político y económico de la ciudad es elíptico, algo que no estamos acostumbrados a ver.

P1210651Sus 56 columnas de estilo jónico (del siglo I dC), los arquitrabes que las protegen desde arriba y el pavimento de la plaza se han conservado razonablemente bien. Las anchas placas de caliza se van achicando hacia el centro, donde se sitúa otra columna que debió presidir una estatua (que fue sustituida por una fuente en época bizantina).

P1210660 Se cree que esta plaza servía,más que de foro, de mercado y de escenario sagrado para realizar sacrificios (se han encontrado dos altares en el centro).

Su forma ovalada puede responder a un intento por congraciar el irregular trazado que uniría el Templo de Zeus con el Cardo Máximo, la vía más importante de Gerasa y a la que se denomina Calle Columnada pues en sus más de P1210667 800 metros de longitud se disponen más de 500 columnas, de estilo corintio muchas de ellas (es decir, posteriores a las jónicas de la plaza oval).

En el suelo aparecen tanto las típicas huellas de rodadas de carros como agujeros de desagüe para el agua. En el momento en el que encuentras columnas mucho mayores que las habituales es que has llegado a un lugar importante.

P1210683El primero de ellos, a la izquierda, es el Macellum, el mercado de comida. Una gran puerta de piedra daba pie a una preciosa plaza octogonal columnada (que debía estar cubierta de mármol) con una fuente en el medio y con tiendas en su derredor.

P1210677 Y en una de esas tiendas aparecen cuatro leones muy llamativos. ¡No son sino anuncios de que en la carnicería en la que servían de mesa sólo se servía carne fresca¡ Los cortes del hacha que utilizaba el carnicero aún son visibles. Debió ser un edificio francamente bonito.

Seguimos a la vía columnada en un recorrido Sur-Norte hasta la intersección que formaba el Cardo Máximo con el Decumano, la calle principal de sentido Este-Oeste. P1210688Allí se erigía un Tetrapylon, el habitual arco de cuatro caras que servía de guía en la dirección de las calles y del que hemos visto fantásticos ejemplos en Cáparra y en Aphrodisias.

En este caso no quedan sino los pilares de los arcos, uno de los cuales, el del suroeste, llegó a servir incluso como parte de una mezquita de época omeya. Desde aquí se puede acceder, hacia el Este a la ciudad de Jerash pasando por las termas de Gerasa, pero nosotros continuamos hacia el norte por la vía columnada.

P1210694 Y lo primero que encontramos es un templo dedicado, según la progresión del tiempo, al dios nabateo Dhushara, al dios romano Dionisios y al Dios cristiano.

Se trata del llamado Templo de Dionisio o Catedral bizantina. Una bonita escalinata se complementa con la puerta, original del templo romano, proporcionando una visión soberbia. Los bizantinos lo transformaron en catedral, convirtiéndose con el tiempo Jerash en diócesis de la zona.

Tanto como la que debía generar el Ninfeo, el templo dedicado a las ninfas, los espíritus mitológicos de la naturaleza. En el momento de su construcción, en el siglo II dC, debía ser espectacular, decorado con mármol verde del Egeo, estucos pintados en rojo y azul en las paredes y estatuas en la hornacinas.

P1210701Una fuente daba a la calle, a través de siete cabezas de leones que dirigían el agua que caía en cascada de un estanque previo, hacia los desagües de la ciudad y que debían servir de punto de refresco para los habitantes de la ciudad. Gerasa era muy conocida gracias al ninfeo y aún hoy, cientos de años después, sigue admirando su factura. La piscina de granito rosa que se encuentra en la base de la fuente fue agregada en época bizantina.

P1210709 Unos pocos metros más adelante se sitúa la entrada al otro gran templo de Gerasa, el Templo de Artemisa. Un gran Propileos, un espléndido vestíbulo de grandes columnas y del más puro estilo grandioso romano servía de entrada hacia la escalinata que subía al Templo. Un paso sagrado que los habitantes de Gerasa utilizaban para llevar ofrendas a su diosa protectora.

P1210704Al propileo se accedía desde una calle desaparecida, la Vía Sagrada, que venía desde los barrios residenciales de la Jerash actual y que contaba con siete puertas, con siete escalinatas de siete escalones cada una hasta llegar al Propileos.  La construcción de un complejo eclesiástico bizantino y la ampliación del barrio residencial sellaron esta vía. El enorme friso caído enfrente del Propileos pertenece a éste y se reconstruirá con el tiempo.

P1210712 Ascendemos ahora la escalinata hacia el Templo de Artemisa, que llegó a ser más grande que el Templo de Zeus. Son 50 escalones, siendo el último de ellos una amplia explanada que se utilizaba como altar de sacrificios y lugar donde disponer ofrendas. Artemisa, la diosa de la caza y la naturaleza, era la patrona de Gerasa y por eso su Templo era tan imponente. Aún así, el hecho de que falten algunas partes del templo hace pensar que éste nunca se terminara (se debió iniciar en el 150 dC).

P1210718 A día de hoy son visibles 11 de las doce columnas de estilo corintio que se mantienen aún en pie (es aquí donde los guías disponen una cuchara o un palillo entre la base y una de las columnas para demostrar como puede moverla el viento a pesar de sus imponentes 15 metros de altura y metro y medio de diámetro).

P1210716 Pero más interesante es ver el Sancta Sanctorum, la parte trasera del templo en el que una hornacina albergaba una gran estatua de la diosa, hoy evidentemente desaparecida. Grandes losas de mármol verde debían cubrir sus paredes. Aún se ven los huecos de los clavos que soportaban los cables que sostenían a la diosa. Debía ser impresionante.

P1210717 Bizantinos y omeyas no debieron pensar lo mismo y lo convirtieron en un taller de alfarería. La única columna que le falta al templo asiste caída en las cercanías a las visitas que éste aún recibe. Artemisa estaría satisfecha.

P1210726 A partir de aquí podríamos dirigirnos al teatro norte de la ciudad y, sin embargo, volvemos sobre nuestros pasos pero por otro camino. Volvemos casi al principio, a la espalda del Templo de Zeus.Vamos al Teatro del Sur, muy bien conservado y en el camino pasamos de largo por algunas pequeñas iglesias bizantinas como la Iglesia de San Teodoro y la del Obispo Genesio. No son de las mejor conservadas, hay otras desperdigadas por el yacimiento que guardan mosaicos excepcionales que no tuvimos la suerte de poder ver.

Sí que disfrutamos de las vistas de Jerash en este camino, con su plaza oval y el templo de Zeus como protagonistas principales. Pero también del propio Teatro del Sur, de época de Domiciano. 5000 espectadores repartidos en 32 filas debieron disfrutar de las obras de drama y comedia de los siglos I y II dC.

P1210734 Pero también hoy sirve de escenario, pues sus buenas condiciones se aúnan con su excepcional estereofonía. El sonido reberbera y se amplifica en las gradas gracias a los agujeros abiertos en la parte baja de la orchesta. Si uno habla en voz baja en uno de estos agujeros, otra persona puede oírle en el agujero del otro extremo del graderío. Algunos asientos, por cierto, llevan reservados cientos de años: hay inscripciones griegas en ellos que lo prueban.

P1210739 El Teatro del Sur estaba orientado siguiendo el eje noroeste de forma que el sol molestara lo menos posible a los espectadores durante la sesión.

Salimos encantados del Teatro del Sur que, a su vez, proporciona preciosas vistas de la ciudad. Una ciudad que, con el cambio de las rutas comerciales a partir del siglo III dC entró en un declive del que no la sacaron ni los persas del siglo VII (quienes cambiaron su nombre a Jerash).

P1210742 Sucesivos terremotos (sobre todo uno en el año 747 dC) acabaron definitivamente con ella, abandonándola la población y pasando Gerasa desapercibida y enterrada durante los siguientes años.

Ni cruzados ni otomanos la prestaron la más mínima atención: mejor, cuando los ingleses durante su época de protectorado la sacaron del fondo de la arena, Gerasa estaba lista para figurar de nuevo en otra Decápolis bien distinta a la que había liderado. Ahora, Jerash es el principal yacimiento romano de la zona y visita imprescindible de todo visitante a Jordania.

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