27 de febrero de 2011

11 cosas que hacer en Bruselas

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1. Cruzar la Grand Place

Cruzarla una y mil veces, pues la fama que tiene la Grand Place de Bruselas es enteramente merecida, es una de las plazas más bonitas del mundo y ya la UNESCO la consideró patrimonio universal.

Así que giramos sobre nosotros mismos para admirar la barroca exuberancia de las fachadas, la riqueza de la arquitectura de los edificios de la plaza, la muchedumbre que se maravilla junto a nosotros… y los que pasan de largo, los que viven aquí y la han asumido como propia, pero a buen seguro que estarán orgullosos de ella.

Como del imponente Hôtel de Ville, el impactante Ayuntamiento de la ciudad, de estilo gótico y una torre central que asciende tanto hacia el cielo (96 metros) que es imposible fotografiarla entera.

P1240801 Todo en la plaza tiene interés: mirando la torre del Hôtel de Ville, a la izquierda está uno de esos pubs que no podemos evitar visitar: Le roi d’Espagne, con una idealizada efigie de nuestro Carlos II el Hechizado en su fachada (por aquel entonces, también éramos señores de los Países Bajos). Desde este pub la vista es asombrosa, si bien esto es general de cualquier punto de la plaza (que por cierto cuenta con otros pubs, que si bien mantienen el estilo de la arquitectura –sólo faltaría-, sí que desentonan un poco).

P1250511Y frente al Hôtel de Ville, la Maison du Roi, un abigarradísimo edificio que no puedes más que contemplar asombrado y, si te da tiempo, entrar y P1240795visitar el Museo que alberga en su interior, dedicado a la historia de la ciudad (y donde se muestran las decenas de trajes que le han ido  regalando al símbolo de Bruselas, el Manneken-Pis, de lo más variado).

En su momento fue el hogar de los monarcas reinantes, pero ahora comparte espacio con otras viviendas de la Plaza, algunas ciertamente singulares como la Maison des Ducs de Brabant, seis casas gremiales de estilo más neoclásico que ítalo-flamenco como el resto de la plaza o Le Pigeon, P1240796la vivienda donde se alojó Víctor Hugo cuando se exilió en Bélgica en 1852.

Éste es el corazón de Bruselas, y en su derredor hay numerosas callejuelas, estatuas que acariciar para ver si te dan suerte (como la dorada de Everad’t Serclaes), antiguos teatros de marionetas como el Théâtre Royal de Toone (http://www.toone.be/, cerrado en la fecha de nuestra visita, lástima), tiendas donde comprar recuerdos (La Boutique de Tintín está también aquí) o donde disfrutar de chocolates y gofres como sólo se hacen en Bruselas.

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2. Manneken-Pis, su familia y un hotel de lujo

P1240807No sé porqué tengo la sensación de que hay que ir a Bruselas para salir con la estatuilla meona de Rue de l’Etuve. Todo el mundo lo hace, nosotros no vamos a ser excepción, claro.

Pero aún así la figurilla es tan pequeña y humilde que sorprende que se haya convertido en el símbolo de la ciudad. No me voy a entretener en las más que probablemente falsas leyendas del origen de la estatua (que si un niño apagó una mecha así, que si una bruja convirtió en piedra a un niño meón..). Supongo que es querer ponerle un poco de encanto a una figura que no da para mucho más.

P1240810Es una fuentecilla en una callejuela del centro histórico de Bruselas con una pequeña estatua de bronce de 1619 realizada por Jerôme Duquesnoy (de 55 centímetros) para sustituir a una previa que fue robada por cualquiera de los múltiples ejércitos que han campado a sus anchas por el pequeño país belga.

P1240811 Y yo opto más bien por esta posibilidad: el robo de una estatuilla famosa la hace más ¿entrañable? por la población y por la sociedad y termina convirtiéndose en un símbolo de la misma y, consecuentemente, hay que enseñarlo. P1240842 Aunque en cualquier otro lugar pase desapercibido. Pero si te quieres reír, entonces tienes que volver tus pasos hacia atrás, a la Maison du Roi de la Grand Place los más de 600 trajes que le han ido regalando al muchacho durante la historia de Bélgica.

Y por cierto, de camino allí se puede pasar al lado de uno de los hoteles más famosos de Bruselas, el Hotel Amigo (http://www.hotelamigo.com/), aquel desde el que cuando era utilizado como cárcel clamaban los prisioneros gritando ¡Amigo! y que ahora es uno de los hoteles de lujo de la ciudad.

Manneken-Pis no está solo en la ciudad, está Jeanneke-Pis e incluso un Zinneke-Pis, la muchacha y el perro que también son buscados por los turistas, aunque con menos ahínco y de hecho, ni siquiera les dedicamos un minuto…

P1240829 3. Las fachadas BD y la ruta del cómic de Bruselas

Al fin y al cabo estábamos buscando las fachadas de cómic que aquí y allá aparecen en antiguas paredes vacías y que ahora están vivas y habitadas, como homenaje a los grandes autores del cómic belga o, mejor dicho, de la Bande Dessinée belga.

Y es que en Bruselas se respira el amor por el noveno arte, las tiendas de cómic florecen como las bombonerías, con varios museos dedicados al tebeo, con estatuas en la calle y con calles renombradas como personajes de cómic. Qué envidia sana…

P1250420 Qué placer recorrer las salas del Centre Belge de la Bande Dessinée (http://www.comicscenter.net/en/home), ver los originales mostrados y luego poder comparar sus viñetas con sus iguales de mayor tamaño de las calles del centro de la capital belga. De esta manera, Franquin, Morris, Hergé, Jacobs o Goscinny & Uderzo disfrutan de un permanente recuerdo en la ciudad donde nacieron o donde se les adoptó públicamente. Para recorrer la ruta del cómic te dan un mapa en la oficina de turismo o en el Museo del Cómic (supongo que en P1240825 cualquiera de los dos, pues hay más de uno…, como así también hay un Museo de Figuritas Originales de Cómic, el Moof (http://www.moof-museum.be/)) pero tú mismo lo puedes ir recorriendo a placer de calle en calle, mientras te encuentras una y otra vez con tiendas de cómic de primer nivel donde Tintín, los pitufos y Blacksad son los protagonistas absolutos. Como a esta ruta le dediqué la pasada entrada, no me extenderé más.

4. Víctor Horta y la Bruselas modernista

P1250282Ésta también es una fachada, pero no de cómic. Es la casa del arquitecto Paul Cauchie (1905), en el Barrio Europeo. Representa a las ocho disciplinas artísticas (entonces, todavía no se había desarrollado la novena) y en su estrecha fachada llama poderosamente la atención este esgrafiado soberbio (se realiza a través de la superposición de pintura y mortero,grabándose el motivo en la superficie resultante). La Maison Cauchie es una de las más importantes obras del llamado Art Nouveau (lo que en España se denominó modernismo) y cuyo emblema en Bruselas es el arquitecto Víctor Horta.

P1240776 P1250281 El edificio del Museo del cómic también es de Víctor Horta (los antiguos almacenes de Charles Waucquez), como lo es también la sede del Museo de Instrumentos Musicales, los antiguos Grandes Almacenes Old England de 1899. Todas sus obras están basadas en la unión entre hierro forjado y cristal, con piedra y madera en segundo plano, con llamativas curvas, columnas y con el hierro a la vista. La moda del Art Nouveau surgió a finales del siglo XIX y se extendió tanto que hay miles de fachadas modernistas en la Bélgica de hoy en día.

5.El Atomium bajo la niebla

P1250146Nos vamos en metro hasta Heysel para asistir sorprendidos a la grandeza del Atomium. Sabíamos que pretendía ser una molécula de hierro ampliada 165 billones de veces pero su tamaño, de 102 metros de altura, realmente nos dejó boquiabiertos. Y como Bruselas está en el P1250144 norte y todo el mundo nos decía la suerte que habíamos tenido con unos cuantos días de sol, pues al tercero, se estropeó.

¿Para qué subir al último átomo a ver las vistas de Bruselas si la niebla lo cubría todo? Así que nos ahorramos los 20 euros de la entrada..

En cualquier caso, merece la pena ir, las 9 esferas de 18 metros de diámetro que representan el modelo que de los átomos se tenía en los años 50 son realmente llamativas, una de ellas acoge un restaurante y todo. La excursión está bien y, a partir de la primavera, está abierto el parque Mini Europa, por lo que nunca está de más pasarse a ver el pabellón principal de la Exposición Universal de Bruselas de 1958, tan criticado en su momento y tan admirado ahora.

P1240926 6. La Catedral de Bruselas y Notre Dame du Sablon

Entre los edificios antiguos más interesantes de la capital belga están dos iglesias, la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula y Notre Dame du Sablon, ubicada en un barrio lleno de vida.

Santa Gúdula, muerta en 712, en realidad es casi una recién llegada, pues San Miguel dio nombre a la iglesia hasta que en 1047 trajeron aquí a la mártir… quedando por cierto casi solos en su interior pues los iconoclastas de P1240928 diferentes épocas y los revolucionarios franceses se encargaron de dejar casi vacio su interior.

Así que es el grandioso órgano Grenzing, de 4000 tubos, el que acapara la atención, junto a algunos llamativos cuadros que hacen mención a las típicas procesiones católicas, dado el carácter de esta recientemente nombrada catedral.

Su competidora en belleza es Notre Dame du Sablon, siendo ambas típicos ejemplos del gótico de Brabante. Sablon, denominación antigua de pantano, es un barrio encantador, con un mercadillo tipo rastro y un buen número de tiendas de antigüedades verdaderamente asombrosas.

P1250436La iglesia de Notre Dame du Sablon, con sus pináculos, torrecillas y campanarios está a lado de la Place du Petit Sablon, una pequeña plaza de estilo francés (construida en el XIX pero de estilo renacentista) con hasta 48 estatuillas de bronce representando a las corporaciones.

En el centro de la plaza, los condes d’Egmont y Hormes, héroes belgas de la resistencia frente a los españoles. Así está la cosa, aquí somos los malos.

P12503107. Parque y Museo del Cincuentenario y Barrio Europeo

La primera impresión del Barrio Europeo es francamente mala. No sólo es feo, sino que parece otra ciudad diferente a la Bruselas que hemos recorrido antes. Es cierto que vamos en domingo y que todo está vacio (como la City londinense en domingo, lo mismo) pero aquí se añade cierta sensación de soledad. Menos mal que está el Parque del Cincuentenario y todo un complejo alrededor que lo hacen mucho más interesante.

El Parque del Cincuentenario es muy grande y se creó en 1880 por Leopoldo II para conmemorar, claro, el cincuentenario del recién creado Reino de Bélgica. Un enorme Arco de Triunfo de 1905 da pie a visitar tres grandes museos incluidos en el complejo. Así que paseamos bajo el Arco y entre los árboles. comiendo gofres y admirando paisajes de postal (urbana).

P1250371 El Museo de Arte e Historia Militar lo dejamos para mejor ocasión, pero sí que tenemos el placer de recorrer el Autoworld (http://www.autoworld.be) una conocida colección de coches antiguos, más de 400 vehículos de todas las épocas, en el que por lo menos nosotros que somos ignorantes totales del mundo del automóvil, quedamos encantados y sorprendidos ante tal variedad de colores, tamaños y marcas (Ford, Renault, Opel, Austin –como este de 1931 de la izquierda- e incluso nuestro modesto Seat 600, uno de los dos coches españoles –junto al hispano suizo- que se muestran en el Autoworld).

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Pero nosotros, claro está, preferimos dedicar la tarde a recorrer las salas del Museo del Cincuentenario, parte de los Reales Museos de Arte e Historia http://www.kmkg-mrah.be/newfr/index.asp?id=507. Hay mucho por ver en este museo dedicado a las grandes civilizaciones del mundo, desde una maqueta de la Roma de los Césares hasta salas dedicadas a Egipto o al yacimiento sirio de Apamea, donde tuvimos la suerte de estar este verano (http://isla-muir.blogspot.com/2010/09/apamea-bosra-y-rusafa-yacimientos-en.html).

P1250323 Así que entre piezas merovingias, romanas, griegas y celtas hallamos todo un mundo extraído a partir de uno de los yacimientos más bonitos de Siria. A destacar, por cierto, una estatua de bronce de Septimio Severo de tamaño natural que hará las delicias de los aficionados a la Roma antigua.

8. Iguanodones de Benissart en el Museo de Ciencias Naturales

P1250161 Y si nos vamos más atrás en el tiempo damos con la prehistoria belga. Y qué mejores representantes de la misma sino los famosos Iguanodontes de Benissart, las estrellas del Muséum desde Sciences Naturelles de Bruselas, que también está muy cerca del Parque del Cincuenterario (http://isla-muir.blogspot.com/2011/02/los-iguanodontes-de-benissart-y-otras.html).

El Museo de Ciencias Naturales (http://www.naturalsciences.be/) tiene la mayor exposición dedicada al mundo de los dinosaurios de Europa, P1250236 más de 4500 metros cuadrados de una exposición muy didáctica dedicada a los Iguanodontes hallados en la mina de Benissart y un buen número de copias de esqueletos famosos de los saurios de la Era Secundaria.

Pero además, excepcionales esqueletos de ballenas en una sala que te quita el hipo, fósiles de mamuts, rinocerontes lanudos, osos cavernarios… o una galería de la evolución donde se atreven a mirar hacia el futuro, no quedarse en el pasado. Una visita de lo más recomendable.

9. El Museo Magritte y los Museos Reales de Bellas Artes

El Museo Magritte de Bruselas está ubicado en el interior de los Museos Reales de Bellas Artes (http://www.fine-arts-museum.be/site/EN/default.asp) que, además, se sitúan en una de las zonas más bonitas de la ciudad, el Quartier Royal, el barrio real con el Palacio Real de estilo clásico de Carlos de Lorena en primer plano.

P1250451 Así que entramos al Museo de Bellas Artes sólo para encontrar cerrado el Museo Magritte. Gran decepción que queda matizada por las preciosas obras que sí están expuestas en el Museo principal. Nos quedamos con la web del Museo Magritte, una de las mejores que he visto, http://www.musee-magritte-museum.be/ y pasamos a recorrer las salas de los Reales Museos.

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Y como era de esperar, las obras maestras de la colección son las de los flamencos primitivos (como Van der Weyden, Dieric Bouts o Hans Memling), las escenas rurales de Brueghel el Viejo (con el Censo en Belén como estrella de la colección), las escenas llamativas de Brueghel el Joven (como su La lucha entre Carnaval y Cuaresma de abajo en el centro) o algunas obras de grandes maestros como Rembrandt, Rubens o Van Dyck. De igual forma, hay espacio para obras de fama internacional, como La muerte de Marat de Jacques-Louis David o los retratos de Adán y Eva de Lucas Cranach El Viejo.

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10. Comer lo típico de Bruselas: Mejillones con patatas fritas y gofres

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Contamos uno por uno los mejillones que se habían cocido al vapor en la enorme cazuela que nos trajeron para cenar: 137 moules pequeños pero deliciosos que nos (me) echamos para el cuerpo. Y unas poquitas patatas fritas para acompañar.

Se trata del plato más típico (supongo que orientado sobre todo para los turistas) que puedes comer en Bruselas y la verdad es que se deben probar, están realmente buenos, contando además con la riquísima salsa con la que los hacen.

Tuvimos oportunidad de probarlos en La Côtelette, uno de los restaurantes de la Rue de Bouchers, cerca de la Grand Place, que es la calle de restaurantes turísticos donde intentan atraerte para que comas en cada uno de ellos. Valió la pena, en cualquier caso.

P1240819 Pero para probar otro tipo de comida belga, nada mejor que pasarse por el Mer du Nord (Noordzee), la barra de una pescadería a pie de calle, donde probar algo de sopa de pescado, algún marisco, caracoles, calamares o pez a la plancha, servido con un vino Muscadet igual de frío que el exterior. Es un sitio curioso (está en Rue Sainte-Catherine, 45) y la gente es muy amable, tocando la campanilla cada vez que los camareros quedan libres. Es un sitio encantador para tomar algo rápido siempre y cuando no hiele en el exterior (y si es así, siempre puedes calentarte con la rica sopa de pescado del día).

P1240848 Pero si hay algo verdaderamente bueno de la comida de Bruselas son los gofres¡ Los venden en todos lados y están riquísimos. Hay dos tipos: el de Lieja y el de Bruselas y un sitio interesante para comerlos en Dandoy (http://www.biscuiteriedandoy.be) uno de los sitios clásicos para tomarlos (sobre todo el Dandoy cercano a la Grand Place). Allí nos contaron las diferencias entre los dos gofres, siendo el de Lieja el más habitual y rico (e internacionalmente exportado) mientras que el de Bruselas es más grande y consistente pero con mucho menos azúcar, esto es, menos dulce.

11. De compras por las Galerías Saint Hubert

P1250515 Está claro que lo habitual es comprar chocolate en Bruselas. Hay cientos de bombonerías, chocolaterías y pastelerías donde hacerse con unos cuantos. Y no hace falta decir lo buenos que están. Otra opción es comprar algún cómic o alguna figura de cómic en las decenas de tiendas de cómic repartidas por toda la ciudad (la más prestigiosa, Pierre Marcolini http://www.marcolini.be/).

Quizá, si se tiene dinero suficiente, puedes llevarte una antigüedad. Pero una verdadera,cara e impresionante. En el barrio del Sablon hay algunas tiendas de antigüedades de las de caerte de espaldas, con bustos romanos, estatuas egipcias, relieves, columnas… la verdad es que quien fuera rico para hacerse con algunas de etas piezas…

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Otra opción es recorrer las Galerías Saint Hubert, las primeras galerías cubiertas de Europa, diseñadas en 1847 y bastante elegantes, con la cúpula de cristal filtrando una luz de la que suele carecer Bruselas, casi siempre cubierta con un cielo encapotado que no siempre tuvimos opción de sufrir, pues nos hizo buen tiempo la mayor parte de la estancia.

P1240780Y el cielo azul sobre la plaza du Petit Sablon, sobre la Grand Place, la Place de l’Albertine o la Plaza de España, justo antes de entrar en la Grand Place y llevarse consigo mil imágenes encantadoras de una de las capitales europeas más encantadoras que hemos visitado.

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