20 de mayo de 2012

11 cosas que hacer en Viena (II)

 

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Cada día de año nuevo el Concierto desde el Muskverein de Viena se convierte en tradición familiar. El que el Viena sea la sede del concierto más visto y escuchado en el mundo no es por azar. A Viena se la considera la capital de la música y razón de ello dan los teatros y salas para escucharla, las casas donde vivieron famosos músicos y los espectáculos de todo tipo que se pueden disfrutar en la ciudad. P1010911Mozart, Haydn, Beethoven, Schubert o Strauss se convierten en compañeros de paseo por las calles de la antigua capital del Imperio Austrohúngaro.

P1010884 La música está muy presente en la ciudad de Viena. Numerosas calles son denominadas con nombres de personajes o de óperas; en el Linke Wienzeille (la calle donde se ubica el Naschmarkt) aparecen en el suelo las típicas estrellas de famosos… del mundo de la música clásica; hay estatuas de músicos por doquier y, por supuesto, es la ciudad donde más nombres de leyenda han poblado sus aceras.

P10204444. Casas de Músicos

Como capital europea de la música a lo largo de varios siglos, Viena fue hogar de muchos de los grandes nombres de la música, tanto de la clásica tradicional (Mozart, Haydn, Beethoven, Schubert) como a lo que ahora consideraríamos clásica popular, la de los valses y sinfonías en las que se dejan sentir melodías fuera de lo habitual (Strauss padre e hijo,Brahms).

Y por eso Viene ofrece numerosas casas de músicos para visitar, aquella en la que Mozart escribió Las bodas de Fígaro, en la que Beethoven compuso la Heroica, en la que nació Schubert o en la que Haydn compuso La creación o Las estaciones. P1020111Casi todas ellas coinciden en algo: su interior suele ser pobre, no tienen demasiados objetos ni es llamativa su disposición (o eso comentan en las guías).

Así que no nos quisimos ir de Viena sin visitar una de ellas y, frente a lo más habitual (visitar la Figarohaus de Mozart), nos decidimos por hacer algo diferente y nos fuimos hasta la casa de Johann Strauss, hijo. Aquella en la que el compositor desarrolló El Danubio azul, lo que nos pareció muy apropiado no sólo por el inmenso río que cruza Viena sino porque, al fin y al cabo, es Johan Strauss el que protagoniza la mayor parte de las fotos de los turistas que se acercan al Parque Stadtpark.

P1020121La dorada estatua del músico contrasta con la sobriedad de su casa, en Prater Strasse, 54, en el barrio de Leopoldstadt. En una época en la que la música se convirtió en la afición común de clases aristocráticas y populares, los valses de Johan Strauss hijo alcanzaron la fama, el éxito y la permanente asociación entre Viena y su música. En esta casa vivió Strauss con su mujer Jetty (una antigua cantante de ópera) entre los 1860 y los 1870 y, como decía antes, aquí compuso El Danubio Azul, en una época en la que Strauss pudo recorrer el mundo con sus valses: P1020120Estados Unidos, Francia o Rusia disfrutaron de unos temas que son universalmente conocidos.

Toda la información en la web de la Casa de Johan Strauss: www.wienmuseum.at/de/standorte/ansicht/johann-strauss-wohnung-1.html. En el museo, un poco lo de siempre: partituras, cuadros, bustos (incluyendo la tradicional máscara mortuoria tan común en aquellos años), recuerdos y objetos de Johan Strauss, su piano, su violín, caricaturas, vestidos y trajes de época… la verdad es que es bastante entretenido y fácil de seguir. La biografía de Johan Strauss padre, de sus hijos y, sobre todo, la del compositor de El murciélago y de más de 400 valses se recorre con interés y curiosidad.

P1020107En su momento, la casa debió estar ubicada en uno de los mejores barrios de Viena, con vistas a un boulevard de cafés, paseos y librerías; desde los ventanales del salón y las habitaciones se puede aún observar Prater Strasse e imaginar lo que los Strauss pudieron ver mientras la música recorría la imaginación de Johann.

P1020123Lo mejor está al final de la visita (o al principio, según se quiera). Una sala dedicada a la audición de las obras de Strauss donde sentarse cómodamente y escuchar aquello por lo que los vieneses y el resto del mundo se sintieron subyugados y enamorados, los valses de Johann Strauss, hijo.

Y si en la casa museo de un compositor comienzas a entender la pasión por la música que se vive en Viena, la próxima parada es entonces inexcusable: la Ópera.

5. Ir a la Ópera; en vivo o con marionetas

P1020146Nos acercamos en metro hasta Währinger Str. Volksoper, en la línea U6. Allí nos espera el Teatro de la Ópera, sede de espectáculos líricos de todo tipo. Nos hacemos con la entrada cerca de la Staatsoper, el impresionante Teatro de la Ópera, el primer edificio en ser construido del Ring. En sus inmediaciones, hay una oficina para sacar entradas de todo tipo y, frente a los precios imposibles de la Staatsoper nos decidimos por ver una ópera conocida en el otro gran teatro de la ópera vienesa, el Volksoper.

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La ópera se siente. Emociona la escucha, el valor de las voces, la estética del escenario. Pero mucho me temo que ver una ópera en italiano con subtítulos en alemán no es P1020150sencillo sino conoces la obra. Por eso nos decidimos por la Madame Butterfly de Puccini, porque la conocíamos lo suficiente como para entender de qué iba la cosa.

Como era de esperar, el libreto estaba en alemán (aunque había dos o tres páginas en inglés que nos ayudaron a recordar lo que se nos había pasado. El personal de la Volksoper, muy agradable. Y el recinto estaba completo. Por atrás, espacio para las entradas de pié. La representación, fenomenal. La verdad es que un placer poder escuchar ópera en Viene, no sólo por la obra en sí, sino por la sensación de hacerlo en la cuna de la música occidental.

P1020356La otra opción interesante para escuchara ópera de una manera asombrosamente divertida es a través de marionetas. Hay varios teatros en Viena donde se representan óperas famosas con marionetas. En algunos casos se programan las óperas completas. En otros, las óperas se reducen para hacerlas más cercanas a los niños.

P1020381Esa es la opción que nosotros elegimos, en el Marionetten Theater (www.marionettentheater.at) cercano al Palacio de Schönbrunn. Un verdadero placer, sin lugar a dudas, en el que la marioneta de Wolfang Amadeus Mozart nos va presentando los personajes y la trama de la Flauta Mágica.

P1020369Y así, una Reina de la Noche y un Papageno sacados de un libro de cuentos nos hacen pasar un par de horas inolvidables en una sala pequeña, pero atestada de gente.

Hay otras obras en el repertorio de esta compañía de marionetas, desde el Danubio Azul hasta historias del propio Schönbrunn pero entiendo que La Flauta Mágica es la más representativa de todas ellas y la disfrutamos tanto nosotros como los muchos niños que siguen la pauta de Mozart, los gritos de la Reina de la Noche o los desvelos de Papageno y Papagena teniendo como telón de fondo los maravillosos paisajes del propio palacio, al que le dedicaré la siguiente entrada. P1020366