18 de mayo de 2007

Colonia Clvnia Svlpicia


En el áño 68 d.C el General Sulpicio Galba recibe en Clvnia la noticia de la muerte del Emperador Nerón. Galba, en guerra contra el sucesor de Claudio, marcha hacia Roma en el que será el funesto año de los 4 emperadores, que terminaría con la presencia de los emperadores Flavios durante el resto de siglo.

La definición de Sulpicia a la Colonia de Clvunia se debe a la presencia aquí del efímero Emperador Galba, cuya efigie aparece en alguna de las monedas acuñadas en la zona.

Clvnia es una ciudad romana, previamente arévaca, situada en la provincia de Burgos y cuyo fin está datado aproximadamente en el siglo III d.C. Clvnia debía ser una ciudad de importancia estratégica y de una población importante. Sólo hay que echar una ojeada al gran Teatro Romano, el mayor de la península, para darse cuenta.

Las termas de "los Arcos" (en dos ubicaciones) son síntoma de la calidad de vida que debió acompañar a la ciudad. Construidas a las afueras del casco urbano, las termas son espectaculares permitiendo ver muchas de las salas habituales en estas localizaciones: caldarium, tepidarium, frigidarium, natatio o los apodyterium. Las termas estaban divididas en dos partes, para su uso por ambos sexos y su magnitud asombra aún hoy en día.

Dentro de la ciudad, se encuentran algunos restos especialmente interesantes. Del Foro queda poco. Si acaso, restos del Templo de Júpiter y numerosos muros de las Tabernae que en lado oriental formaban parte del inmenso Foro donde se reunirían los habitantes de la Colonia romana.

Al lado del Foro, restos de una basílica y de un edificio no habitual en el diseño de ciudades romanas, el Macellum, un edificio con forma de botella del que no se conoce a ciencia cierta el uso que se le asignaba. Alrededor del Foro, numerosas casas permiten imaginar el estado de la Colonia en el Siglo I, cuando su presencia dentro del Imperio era clave.

Es interesante la posibilidad de observar los tragaluces que permitían el paso de la luz a las habitaciones subterráneas horadadas en el suelo de algunas de las casas de la Colonia, en pleno proceso de restauración. Entre las ruinas, algunos mosaicos (cubiertos en la fecha de nuestra visita a la espera del buen tiempo veraniego) y restos de pinturas y frescos murales, amén de los restos escultóricos de un santuario priápico.

Algunas teorías proponen que el Macellum no era sino una especie de mercado. Durante el siglo XVIII se contruyó sobre los restos de este edificio una ermita que destruyó gran parte lo que quedaba y que supone una inclusión atemporal que afea el entorno del yacimiento de la ciudad romana.

Pocos restos escultóricos de gran porte se han hallado en el yacimiento, destacando una cabeza de efigie femenina encontrada en la Basílica del Foro y que recuerda, por su peinado, a la hija del Emperador Tito, Julia Augusta. Actualmente, con el resto de numerosos hallazgos, se encuentra en el Museo de Burgos.

Por cierto, la tienda de la entrada no funcionan como tal. Además, coincidió nuestra visita con una romería de creyentes a la ermita de Clvnia, que aún mantiene su funcionalidad.