Sólo al final de la exposición que el pequeño Museo de Casa Chacona acoge sobre las Pirámides de Güimar, en una pequeña habitación antes de la salida, casi escondida, se presentan paneles que ponen en duda todo el contenido teórico que se impone en el Parque Etnográfico de Las Pirámides de Güimar. Como es natural, no van a tirar piedras sobre su propio tejado. Pero quizá fuera bienvenida una visión un poco menos parcial en todo lo que rodea al complejo de los también llamados Majanos de Chacona.
El Parque Etnográfico Pirámides de Güímar es un complejo de estructuras piramidales, con cinco impresionantes pirámides de piedra de gran tamaño pero no demasiada altura que se pueden admirar rodeándolas en un cómodo paseo.
Es cierto que el lugar está cuidado, que han aprovechado los terrenos de las estructura s para complementarlo con una especie de jardín botánico de especies canarias. Que las teorías de Thor Heyerdahl calan, más aún cuando puedes ver las reproducciones de los embarcaciones que utilizó para tratar de apoyar sus teorías, criticadas por la mayor parte de arqueólogos, sobre la comunicación de las poblaciones humanas en épocas pretéritas.
De hecho, el Parque Etnográfico hace esquina con la Calle Thor Heyerdahl de Güimar, tal es la importancia que este municipio tinerfeño concede al arqueólogo y aventurero noruego. La web del Parque (www.piramidesdeguimar.net) hace una breve semblanza de la biografía de Heyerdahl:
Explorador, antropólogo y escritor noruego. Nacido en Larvik, Noruega, el 6 de Octubre de 1914. Desde 1994 estableció su residencia en Güímar, en la isla de Tenerife, Islas Canarias.
Falleció en Colla Micheri (Italia) el 18 de Abril de 2002. Seguirá viviendo en las personas sobre las que influyó. Tenemos el honor de encontrarnos entre ellas.
Breve, pero intensa. Heyerdahl protagonizó en su momento auténticas aventuras y expediciones en las que trató de demostrar que las poblaciones americanas, africanas o asiáticas de épocas muy antiguas tuvieron la opción de comunicarse por vía marítima. Demostración palpable de todo ello: la distribución de pirámides de similar factura (escalonadas) a lo largo del globo, desde la Pirámide de Djoser en Saqqara hasta… claro, hasta las pirámides canarias, de las que existen restos evidentes en casi todas las islas.
Lamentablemente los restos y dataciones de estas estructuras en las Islas no acompañan a la teoría del Dr. Heyerdahl. La mayor parte de los expertos asumen que las pirámides de Güimar y el resto de Majanos canarios tienen un origen claro: el siglo XIX. En wikipedia se explica perfectamente.
“Las pirámides o majanos de Güímar se encuadran históricamente en el siglo XIX, época de la explotación económica en Canarias de la cochinilla, un insecto parásito de la tunera o higo chumbo del que se extrae un tinte muy apreciado en aquella época en que aún no se habían introducido los tintes sintéticos. La explotación de la cochinilla resultaba muy rentable. Tanto que se prepararon para su explotación numerosas fincas que, hasta el momento, habían permanecido estériles debido a la mala calidad del terreno, normalmente formado por piedras volcánicas. Las piedras extraídas en la limpieza de estas fincas se almacenaban formando estructuras piramidales como las de Güímar. Existen aún hoy numerosos ejemplos de estas construcciones agrícolas y hasta hace pocos años la memoria oral de los ancianos del valle de Güímar recordaba estos trabajos de limpieza y amontonamiento de piedras. En el caso de las de Güímar, existen tanto un acta notarial de compra de la finca, fechada en 1854, en que la presencia de las pirámides no se menciona, como un documento de partición, fechado en 1881, en el que estas estructuras son mencionadas por primera vez. La fecha de construcción queda, por tanto, acotada en este intervalo de 1854 a 1881.”
Ésta es la teoría más extendida y que recogen unos pocos paneles en aquel pequeño habitáculo al final de la Exposición de Casa Chacona. Sin embargo, la teoría de Thor Heyerdahl es muy atractiva, aunque muy posiblemente inverosímil.
El Parque está tan cuidado y el aspecto es tan bueno que no puedes por menos que darle una oportunidad a sus postulados, que lo son también de numerosos expertos en las Islas, pero nunca tantos como los que no están de acuerdo, por supuesto. Lo que sí hay que reconocerle a este hombre es su espíritu aventurero.
Probar a cruzar los mares océanos con sencillas embarcaciones de junco o de papiro es verdaderamente elogiable. El Dr. Heyerdahl proponía una comunicación, al menos puntual, entre pobladores de la Tierra miles de años antes de nuestra era. Se trasladarían por mar, utilizando barcas de aspecto frágil pero de estabilidad portentosa. Hizo varias pruebas. Fabricó numerosos barcos. En la llamada “Sala de Navegación Primitiva” se exponen algunas réplicas de tamaño medio pero también un impresionante “Ra II”.
Su web lo explica así: En el espacio dedicado a la navegación primitiva se encuentran reproducciones de los barcos que fueron utilizados por Thor Heyerdahl para cruzar el Océano Pacifico (expedición Kon Tiki), el Océano Atlántico (expediciones Ra I y Ra II), y el Océano Índico (expedición Tigris). Estas réplicas fueron construidas en 2007 con totora (junco del Lago Titicaca) por nativos Aymara de Bolivia. En esta zona también se puede contemplar una réplica a tamaño real de la embarcación Ra II, construida en el año 1999 en las instalaciones del Parque por los mismos nativos Aymara que ayudaron a Heyerdahl a construir la Ra I y la Ra II originalmente.
Con estos barcos, Thor Hyerdahl logró proezas impresionantes. En cada ocasión, Heyerdahl puso todo de sí mismo, acabara la cosa en éxito o en fracaso. El barco de papiro acabó desintegrado pocos días antes de llegar a destino.
El Ra II, realizado con juncos (totoras) del Titicaca, fue su mayor logro. Precisamente durante su estancia en Canarias, Heyerdahl propuso la teoría de que las islas habrían servido de base para un supuesto movimiento de barcos entre América y el Mediterráneo. La ruta más rápida de hecho pasa por las islas Canarias, que también fue usada por Cristóbal Colón. En 1970, Heyerdahl demostró que era posible navegar entre África del Norte y el Caribe con métodos antiguos; navegó de Marruecos a Barbados en el barco de papiro Ra II, cuya réplica a gran escala se ubica en la Sala de la Navegación Primitiva.
Si Heyerdahl lo hizo… ¿por qué no lo pudieron hacer navegantes de la antigüedad? ¿Por qué no pudieron comunicarse entre sí poblaciones que vivían a miles de kilómetros entre sí? ¿Por qué no pudieron intercambiar técnicas, ideas, herramientas? Al fin y al cabo, este proceso de intercambio y comunicación ha existido siempre. Las pirámides escalonadas, pues, son la evidencia de esta teoría, dice el Dr. noruego. ¿Es posible que surgieran en tantos y tan diferentes lugares del mundo este tipo de estructura escalonada?
La web lo defiende: El Parque Etnográfico Pirámides de Güímar ofrece al visitante la posibilidad de contemplar estas construcciones escalonadas que guardan una sorprendente similitud arquitectónica con las encontradas en Egipto, Mesopotamia, Cerdeña, Sicilia, Sudamérica y otras partes del mundo.
¿Quizá se le olvidaba a Heyerdahl que estos procesos de convergencia, adaptativa o no, se dan en muchas otras cosas (aparición de la agricultura, aparición de la escritura…)? ¿Qué todo puede ser una enorme casualidad o una muestra de que el pensamiento humano es rico pero tiende a encontrar soluciones similares para problemas diferentes? ¿Qué la navaja de Occam también es aplicable a esta teoría?
Lo que hay que reconocer es el encanto que rodea al Parque. Las pirámides que se muestran, sean del XIX o de miles de años antes de nuestra Era, están envidiablemente mostradas, acompañadas de paneles informativos cortos pero ajustados, de un jardín botánico precioso e incluso de un yacimiento arqueológico en el que se han hallado restos guanches.
Al fin y al cabo, hasta la conquista española a finales del siglo XV, Güímar fue la residencia de uno de los diez menceyes (reyes guanches) de Tenerife. Una de las más grandes pirámides del complejo se ha bautizado como la Pirámide del Mencey.
En lo que no se le puede quitar fácilmente la razón a Thor Heyerdahl es en dos cuestiones.
En primer lugar, según la teoría de Heyerdahl, estas pirámides no pueden ser montones casuales de piedras. Un par de datos: las piedras en las esquinas de las pirámides muestran claras marcas de tratamiento y el suelo ha sido nivelado antes de la construcción de las pirámides. Además, el material utilizado para su construcción no son piedras de campos cercanos, sino rocas de lava.
Esto no puede ser fruto de la casualidad, sino de la causalidad. Alguien las construyó con un fin determinado y se molestó en utilizar los materiales apropiados y adaptarlos al terreno, alisando y haciendo ángulo en las esquinas. Y esto no es baladí.
Y en segundo lugar está la ubicación de las pirámides respecto de los solsticios. (En la foto, vista de las probables escaleras ceremoniales que ascienden por la cara oeste de las pirámides, permitiendo a la persona que las ascienda mirar de frente al Sol). En wikipedia se vuelve a explicar muy bien: “En 1991, Belmonte, Esteban y Aparicio, investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias, descubrieron que el complejo principal de las Pirámides de Güímar está orientado astronómicamente. Este complejo señala, por un lado, la puesta de Sol el día del solsticio de verano y, por otro, la salida del Sol el día del solsticio de invierno. Descubrieron también el fenómeno de la "doble puesta" del sol el día del solsticio estival: el Sol se oculta primero tras un saliente del borde de la caldera de Pedro Gil, reaparece por un instante al superar dicho saliente y se oculta, finalmente, por el fondo de la caldera. Las orientaciones solsticiales hicieron pensar a algunos que las Pirámides eran antiguos templos. No hay, no obstante, ninguna indicación de ello y, en todo caso, de la orientación solsticial, por sí sola, no es posible concluir nada relativo a la fecha de construcción.”
Y ahí está el posible quiz de la cuestión. A pesar de sus esfuerzos, Heyerdahl no pudo demostrar la edad real de este precioso complejo de pirámides de lava.
Los papeles las ubican a finales del XIX. Las teorías del noruego, muchos miles de años atrás. Incluso con guanches de por medio, es difícil, sino imposible, poder afirmar a ciencia cierta que las teorías de Thor Heyerdahl son ciertas. Pero sería tan bonito si lo fueran.