30 de enero de 2011

11 cosas (más) que hacer en Londres

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1. Visitar la Casa de Charles Dickens

Está  muy cerca de la estación de metro de Russell Square y pasa por ser la mejor recopilación de objetos de Charles Dickens expuestos en la que fue una de sus residencias en Londres (véase, http://www.dickensmuseum.com/). La verdad es que nuestras expectativas eran muy altas y quizá por ello la visita resultó ser algo desangelada.

En primer lugar, la tienda tiene muy pocas cosas (al contrario de lo que se dice en otros lados en internet). Al llegar te ponen un documental de casi una hora en inglés sin subtítulos (entiendo que no pueda ser de otra manera) pero del que se sacan pocas conclusiones…

La casa atesora un buen número de cosas, pero están dispuestas casi sin orden, muchas veces unas encima de otras… le falta un poco de gusto al mostrarlo.

Pero aún así es de rigor admitir la simpatía con la que te atienden y el esfuerzo que una iniciativa privada como ésta hace por recuperar la memoria del gran escritor inglés del XIX.

Así que lo único bonito de la visita a 48, Doughty Street es ver algunos detalles materiales de la vida de Charles Dickens y conocer algunos aspectos curiosos de su vida. Y algunos, ciertamente emocionantes, sí señor.

P1240542 P1240587 P1240543  Por ejemplo, una reja de la cárcel de Marshalsea donde Dickens y su familia pasaron unos meses por las deudas contraídas por su padre. El primer retrato del autor. El anillo de compromiso de la primera mujer de Dickens o la aldaba de la casa en la que éste vivió de niño.

Por supuesto, hay manuscritos, sobre todo de cartas. También hay una importante colección de ediciones variadas de sus libros. Y algunos de los originales de las ilustraciones que los caracterizaron (si bien es verdad que menos de los esperados). Hay retratos curiosos (como el de RW Buss en el que aparece rodeado de un buen número de sus personajes).

Sus habitaciones, el comedor, la sala de estar o el baño han recuperado muebles de la época, pero también se expone algún mueble que perteneció al autor. Quizá lo más interesante de la Casa es el seguimiento que hace de la vida sentimental de Dickens y sus daños colaterales.

P1240570 Además de las primeras novietas de Charles, en la casa es reiterada la mención a su esposa Catherine y a la hermana de ésta, Mary Hogarth y por razones bien diferentes. Charles Dickens fue una de las primeras personalidades en separarse de su mujer en la encorsetada sociedad victoriana. Los retratos de Catherine de joven la muestran como una joven guapa y agradable. Se casó con ella en 1836 y se vinieron a vivir a esta casa al año siguiente. Aquí nacieron dos de sus diez hijos.

Y aquí también murió la hermana pequeña de Catherine, Mary Hogarth, a la que Dickens y la familia estaban muy unidos. De hecho, su pequeña habitación está reconstruida y en ella se cuenta la historia de como falleció repentinamente, así como las historias de las mujeres con las que Dickens tuvo relación una vez separado de su esposa.

P1240586 Bustos, reconstrucciones de su despacho, las ventanas de otra de sus casas… Dickens abandonó para mejor esta casa del barrio de Holborn pues pronto sus escritos (aquí desarrollo Los papeles póstumos del Club Pickwick, Oliver Twist y Nicholas Nickleby).

Pagaba 80 libras al año. Nosotros sólo pagamos 7 por entrar y recorrer sus pasillos y habitaciones,que estuvieron a punto de desaparecer en 1923 cuando el edificio fue salvado de la demolición por la Hermandad Dickens. Hoy en día, te puedes tomar algo en un pequeño café que hay al lado de la mini tienda mientras ves las diferentes ediciones de David Copperfield o su tintero favorito.

2. Buscar gente famosa en la National Portrait Gallery

Catherine Parr, attributed to Master John, circa 1545 - NPG  - © National Portrait Gallery, LondonPor la misma época se puso en marcha un proyecto típicamente británico y del que deberían aprender el resto de países: el reconocimiento de sus personalidades más famosas. De hecho, algo así se intentó por aquí con el Panteón de hombres ilustres pero poco más.

En Londres está la National Portrait Galley (http://www.npg.org.uk/) una maravilla estructurada por épocas en la que uno es capaz de mirar cara a cara a Enrique VIII y a Sir Thomas More, a Lady Mary y a Catherine Parr (a la derecha), a Isabel I y a Sir Francis Drake, a William Shakespeare y a Jane Austen (abajo, derecha), a Charles Dickens (a la izquierda)y a Charles Darwin, a Elizabeth Cleghorn Gaskell (née Stevenson), by George Richmond, 1851 - NPG  - © National Portrait Gallery, LondonElizabeth Gaskell (abajo, izquierda) y a Isaac Newton, a Nelson y a Wellington, a las hermanas Brönte y a Lytton Strachey.

Recorrer sus salas buscando genios o locos, buscando reyes y músicos, científicos y escritores es uno de esos placeres que sólo puede deparar la capital inglesa. Además, si estás interesado en una época concreta, lo tienes perfecto¡ Que nos lo digan a nosotros, que nos pasamos mucho tiempo en las salas Tudor y en las victorianas. Al final, comienzan los retratos contemporáneos y la fotografía comienza a sacar la cabeza…

P12405933. Horrorizarse en la Casa Museo de John Soane

(Escribo esto mientras en Egipto miles de ciudadanos están tratando de echar a Mubarak de su sillón. Y como parte de la revuelta no se les ocurre otra cosa que destrozar momias reales y objetos del Museo de El Cairo, el más maravilloso de cuantos he visitado. Entiendo la reiterada solicitud de Egipto para que le devuelvan sus objetos antaño robados, pero ¿a este precio? Desde luego, no.)

Pero de ahí a tener que aguantar ver el mismísimo sarcófago de Seti I encerrado en el interior de uno de los más horripilantes museos en los que hemos estado (http://www.soane.org/).

John Soane fue el típico coleccionista del XIX como en España lo fueron Lázaro Galdiano o el Marqués de Cerralbo. Sus casas museo se caracterizan por estar abarrotadas, pero la de Soane se lleva la palma, ¡y por mucho! Su museo recoge todo lo que coleccionó entre 1780 y 1837 y es tan abrumador que no te deja respirar. Es cierto que tiene piezas preciosas (bronces y mármoles romanos, una jarra etrusca sombrosa, pinturas de Canaletto o William Hogarth –un par de series interesantísimas, ushebtis egipcios, una pieza del Erectéion de Atenas…) pero todas ellas están mezcladas unas con otras, en una paisaje atiborrado, desquiciante, cansino. No me extraña que para entrar unas personas de cara avinagrada te “requisen” tus cosas para meterlas en una bolsa (no vayas a dar a algo y tirarlo) y que para pasar tengas que dejar salir, como en el metro.

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Ir, si te gusta la arqueología, hay que ir. Están también en Holborn, en Lincoln Inn Fields. Pero tu pobre alma se esconde bajo tus pies cuando ves el sarcófago de Seti I, de uno de los más grandes faraones de la antigüedad, escondido en el sótano de una casa de pesadilla.

4. Visitar el anfiteatro romano de Londres…

P1240619 Como se nota donde hay dinero.Y en la City, lo hay, vaya si lo hay. Y por eso cuando los arqueólogos del Museo de Londres encontraron en 1988 los restos del arcaico anfiteatro romano de Londinium justo debajo del barrio financiero, cuando se pensó en exponerlo se dedicaron los recursos suficientes.

P1240612 Y por eso, los exiguos restos del anfiteatro, incluyendo parte de la arena y de los pilares de piedra (el resto debía ser de madera) están aquí soberbiamente representados y ambientados. En la parte de fuera se muestran en vitrinas algunas de las piezas halladas aquí (no sólo romanas, también anteriores y posteriores).

5. Y las preciosas obras de arte de la Guildhall Gallery y de la National Gallery of London

P1240607Y por cierto que aquí es la Galería de Arte Guildhall (http://www.cityoflondon.gov.uk/Corporation/LGNL_Services/Leisure_and_culture/Museums_and_galleries/Guildhall_Art_Gallery/), la que muestra las obras de arte que los organismos públicos que rigen la City tienen en su poder.

La Ghirlandata by Dante Gabriel Rossetti

 

Hay desde retratos del siglo XVI a grandes pinturas bélicas. Nosotros nos quedamos con la obra más representativa de la Galería, la llamada La Ghirlandata de Dante Gabriel Rossetti, pintada en 1873 pero también dos obritas preciosas de John Everett Millais acerca de cómo soportaba las misas su hija pequeña en “Mi primer sermón” y “Mi segundo sermón”. My First Sermon by Sir John Everett MillaisMy second sermon by Sir John Everett Millais

 

 

 

Pero si hay un lugar en el que la pintura es la referencia en Londres, sin lugar a dudas, esa es la National Gallery. La verdad es que hay tantas obras que admirar, tantos pasillos que recorrer que cuando vamos, nos limitamos a ver las obras maestras corriendo de sala en sala. Entre ellas, me quedo con  (http://www.nationalgallery.org.uk/) La Venus del Espejo de Velázquez, Los embajadores de Holbein, El matrimonio Arnolfini de Jan Van Eyck, La virgen de las rocas de Da Vinci, La joven con el clavicordio de Vermeer, Venus y Marte de Boticelli, Los girasoles de Van Gogh, el autorretrata de Rembrandt a los 34 años o la fenomenal Isabel de Porcel de Goya.

6. Conducir un autobús y un metro en el Museo del Transporte de Londres

P1240728 Éste sí que es un museo donde te puedes divertir enormemente. Y aprender muchísimo. La historia del transporte de Londres no es sino la historia de la industrialización y del progreso en la sociedad inglesa de los siglos XVIII al XXI. La visita comienza cogiendo un ascensor que, literalmente, te lleva atrás en el tiempo.

Desde los primeros transportes a caballo hasta los más modernos trenes, de todo hay en el London Transport Museum (http://www.ltmuseum.co.uk/), situado justo al lado de Covent Garden.

P1240660 En este lugar se aprenden cosas muy llamativas. Desde la puesta en marcha en 1829 del primer Omnibus en Londres P1240669(por George Shillibeer, una especie de autobús iniciático con caballos que enseguida dio lugar a una feroz competencia), los primeros tranvías a caballo, los barcos a vapor que cruzaban el Támesis o el peculiar proyecto del canal bajo el Támesis para ser recorrido por tren. Curiosos los anuncios que ponían en venta los tranvías / omnibus / barcos de vapor una vez éstos dejaban de ser rentables.

Hubo un momento en que Londres se tuvo que decidir entre horadar las calles para poner transporte subterráneo o, como en Nueva York, alzar puentes para que los trenes recorrieran la ciudad por las alturas.

 P1240681P1240702 Ganó el metro y otro de los atractivos del Museo es ver desde los primeros proyectos (con locomotoras soltando humo en los túneles) hasta el metro de hoy en día, del que puedes hacer una conducción virtual. Las partes dedicadas a la construcción del metro y a los primeros viajes del mismo son asombrosas.

P1240705 La decisión de aprobar tarifas baratas de viaje para los trabajadores es otra de las pistas que hay sobre la evolución de la sociedad del XIX, los llamados Trenes parlamentarios de primer ahora de la mañana cambiaron la vida a mucha gente.Autobuses, trenes, metros, carruajes… muchos de ellos con maniquíes, con holografías, con vídeos e incluso con las declaraciones en directo de los conductores de cada época y de cada vehículo.

El transporte público de pasajeros cambió la vida de nuestras sociedades y de ello da fe este excepcional Museo del Transporte de Londres.

7. Visitar el nuevo Darwin Cocoon

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Y ya que hablamos de cambiar la vida, el científico más importante del siglo XIX en Londres fue Charles Darwin, sin lugar a dudas. A él le he dedicado numerosas entradas por lo que no me voy a extender más. Pero sí lo suficiente como para subrayar la importancia que tiene la apertura del nuevo Darwin Centre en el Museo de Historia Natural de Londres, en South Kensigton (http://www.nhm.ac.uk/).

P1230777 Este Centro tiene varios objetivos simultáneos. En primer lugar, está ubicado en una estructura muy especial, el Cocoon, en el que una atmósfera especial mantiene perfectamente las colecciones de plantas e insectos del Museo.

P1230780Pero además aprovecha para hacer todo un homenaje a los investigadores que trabajan aquí mientras se transmite un mensaje integrado de respeto al medio natural, de la importancia de la ciencia y de los avances que ha tenido la misma, en un entorno en el que lo más llamativo son las novedosas técnicas que utilizan para hacer llegar estos mensajes al público. Los investigadores, animados en vídeos interactivos, te guían a través de su trabajo y te proponen algunos juegos realmente divertidos e interesantes. Darwin estaría muy orgulloso.

Por cierto, que me traje el último libro no publicado en España de Richard Fortey, Dry Storeroom No 1, que trata precisamente de la historia interna del Museo de Historia Natural.

8. Exposiciones temporales del Museo Británico

P1240762 Y ya que hablamos de grandes Museos no podemos olvidar el Museo Británico (http://www.britishmuseum.org/). Éste de aquí al lado es uno de los anuncios que poblaban el Tube de Londres acerca de la gran exposición que ahora mismo está en el British Museum, la dedicada al Libro egipcio de los Muertos y el Viaje a través de la Otra Vida.

Es una exposición no sólo fascinante o magnífica, es que es una de las mejores que he tenido la oportunidad de ver. El papiro de Ani es uno de los más famosos Libros de los Muertos que se han hallado en el mundo y está aquí, en el British Museum.

Pero es que además han aprovechado para traerse otros muchos papiros nunca antes expuestos, con dibujos fantásticos, con interpretaciones en vídeo resultonas, con momias, sarcófagos, ushebtis y amuletos deliciosos. Y un papiro final de decenas de metros que te encandila necesariamente.http://bit.ly/f0IgEgWeighing of the heart by Anubis, detail from the Book of the Dead of Ani. Egypt, c. 1275 BC http://www.britishmuseum.org/whats_on/future_exhibitions/book_of_the_dead.aspx

9. El callejón Diagon

P1240601 En realidad se trata del Leadenhall Market, un mercado tradicional del siglo XIV (aunque se cree que desde época romana ya estaba aquí un mercado). La estructura actual recuerda a las cubiertas galerías de Milán o de Bruselas, con hierro forjado y vidrio dando lugar a un lugar precioso para pasear (siempre que no sea fin de semana y la City esté cerrada, claro). Y si ahora este mercado es conocido es porque sirvió de inspiración al conocido Callejón Diagon donde Harry Potter, Hermione y compañía se compran las varitas mágicas y cualquier otro producto similar en las novelas de J.K. Rowling.

10. Londres en Navidad

P1230834 Y después de ver tanto Museo qué menos que pasear por un Londres iluminado, ajetreado, ruidoso y decorado, perfecto para hacer compras navideñas. Pero también por los mercadillos de los parques, por ejemplo el tradicional de Hyde Park Corner, con múltiples atracciones, comidas y alimentos varios, vino especiado caliente y un lago helado en el que cisnes y gaviotas patinan casi profesionalmente.

También puedes ir a Harrod’s y disfrutar la Navidad… de otra manera. Pero para eso yo prefiero ir al Convent Garden y vivir en directo el ambiente festivo en uno de los más encantadores lugares de Londres, el más bullicioso y en el que solo falta que Eliza Doolitle te venda unas flores por Navidad.

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11. Ver un musical

¡Cómo vas a ir a Londres y no ver un musical en directo¡ La variedad es enorme, hay mucho para elegir, pero prefiero terminar como comencé, con el maestro Charles Dickens, musicalizado gracias a !OLIVER¡ (http://www.oliverthemusical.com/).

Para sacar las entradas baratas lo mejor es ir a la zona de Leicester Square, se sacan a precios imbatibles…